No
es cuestión de médicos ni de psiquiatras.
El atentado del sábado 21 de agosto en un pueblo cercano a la frontera de Siria
con Turquía en un casamiento, ¿a quién beneficia?
Siembra la muerte y el terror.
El fanatismo de los que aplican el terrorismo tiene dos caras, los que lo
provocan y apoyan militarmente caso Siria (Estados Unidos, la Otan). Y los que
están en el Ejército Musulmán, muchos del Kurdistán, que también reciben
dineros, armas, y lo dijeron: la guerra la llevaremos a todos los países del
mundo.
Para una invasión o guerra se necesitan soldados, tanques, artillería,
aviación, etc. Para poner una bomba en una mezquita, iglesia, sinagoga o en un
casamiento, con una persona alcanza.
En ninguno de los casos estamos hablando de ideales, principios, solo de crear
terror y amedrentar al mundo.
En la Argentina entra a través de los boliches bailables (donde impera la
droga).
En el gobierno de Macri, aplicando terrorismo de Estado.
El movimiento peronista dio presidentes como Duhalde, Menem, Cámpora, etc., o
candidatos como Scioli, Kirchner, Cristina, estos últimos le dieron sentido y
contenido más progresista.
Los otros, como lo hicieron antes y lo hacen ahora, se desplazaron hacia la
derecha.
La participación de sectores populares y obreros es incuestionable.
Pero la dirección del movimiento fue y sigue siendo de carácter social, burgués
y capitalista.
Lo de Macri fue un fraude y engañó al pueblo, el término “Cambiemos” confundió
a muchos, y terminó defraudando a todos.
Los partidos políticos no dan pie con bola.
El Congreso, el gobierno, la justicia, todo (incluso el tarifazo), la salud, la
educación, el hambre, la pobreza, la desocupación, se lo quiere resolver dentro
de ese pequeño y poco visionario circulo vicioso político; y se nos quiere
hacer creer que desde ese teatro o escenario, allí están las soluciones.
Mentira, las soluciones las dará el pueblo si sale a la calle y lucha.
Y lo que vendrá en materia política tendrá que venir de abajo y, como esto no
lo tenemos pues no existe organización u organismo político en quien confiar,
la incertidumbre es mayor.
Somos un país muy grande y los animales humanos no son muchos. En las zonas de
grandes extensiones, los cuadros son de 10 mil hectáreas, tierras pobres se
trabaja solo con ovejas y un poco de chivos, cuando llueve los animales no
bajan a tomar a las aguadas.
En épocas de esquila hay que ir a buscarlos entre piedras y montes ralos,
trabajo que lleva varios días, se recorren 2, 3, 4 lotes de 10 mil hectáreas
cada uno y se arrean las ovejas.
A la hacienda política que somos nosotros, tampoco nos pueden arrear.
Macri lo logró aumentando la desocupación y haciendo crecer la pobreza.
Lo que pasó con el tarifazo obró milagros “como el dicho criollo”
“Hasta la hacienda baguala cae al jagüel con la seca”.
“Hambre y pobreza”, cuando se junta la hacienda, de allí tendrán que salir los
candidatos.