El subsecretario general de la Presidencia, dr. Gustavo López, estuvo en Bahía Blanca disertando sobre el anteproyecto de la Ley de Servicios Audiovisuales que se propone para reemplazar a la actual Ley de Radiodifusión, emanada durante la última dictadura militar.

A partir de la llegada del kirchnerismo al gobierno nacional, comenzó a tomar color la idea de modificar la Ley de Radiodifusión la cual es propia de la dictadura y lleva la firma del represor Jorge Rafael Videla. No sólo por esa razón la ley es incompatible con los tiempos democráticos que se viven sino también en lo que a sus contenidos refiere y su marco regulatorio.
Más allá de ser una iniciativa gubernamental, el proyecto de modificar dicha ley se viene impulsando hace algunos años desde distintos sectores y organizaciones sociales. A partir de esa construcción, se redactó el anteproyecto de Ley de Servicios Audiovisuales en donde se aglutinaría todo lo que tiene que ver con el marco legal para los medios de comunicación de nuestro país.
El subsecretario general de la presidencia y ex interventor del COMFER, el radical Gustavo López, estuvo en Bahía Blanca disertando en una actividad organizada por APYME y el Banco Credicoop acerca de la relación de la futura ley y las pequeñas y medianas empresas.
Un día más tarde, López se reunió con el intendente y dio una conferencia de prensa promocionando la ley y marcando su importancia al afirmar que se trata de una ley esencial para la democracia argentina: “Esto excede a un gobierno, excede a la intención de un gobierno. Son aquellas leyes, aquellos marcos regulatorios que requieren de grandes acuerdos y consensos porque son leyes para los próximos veinte años. Es ver de qué manera nosotros mejoramos la calidad de nuestra democracia mejorando y facilitando el acceso a todos los sectores sociales a los medios de comunicación”.
La ley pone mucho énfasis en algo tal vez olvidado o desconocido y que tiene que ver con el derecho a la comunicación que tenemos todos los ciudadanos: “Esto es como poner en condiciones de igualdad a aquellos que hoy no pueden acceder, para que lo puedan hacer, respetando como concepto central la libertad de expresión, el derecho a la información y poniendo al ciudadano como sujeto de ese derecho, como aquel que detenta la facultad de buscar, dar y recibir información”. Es decir, el derecho a la expresión de los pueblos, tergiversado por los periodistas que consideran que el único derecho a defender en materia de expresión es el propio.

Ley de represores
Tras 25 años de democracia, señaló López, ha llegado la hora de terminar con las leyes que llevan la firma de Videla y demás represores, y existen motivos sobrados para esto.
Uno de ellos tiene que ver con un aspecto ético ya que se trata de una ley ideada por la dictadura, y en segundo término “la concepción de esa ley, porque está basada en la Doctrina de Seguridad Nacional. Esa ley se hizo pensando en que el ciudadano no era una persona con derechos sino que era aquel al que el Estado tenía que controlar y vigilar. Por eso con la Doctrina de Seguridad Nacional, todo aquel que podía ser sospechoso de pensar diferente no podía acceder a la radiodifusión. Hablamos de las cooperativas, las ONGs, los sindicatos, las asociaciones civiles, las universidades: eran sujetos prohibidos por la ley de la dictadura”.
El anteproyecto pretende una ley que sea totalmente compatible con la democracia facilitando la accesibilidad y fortaleciendo la ley de expresión. Esto se logra a través de la apertura de más canales y de más radios con el propósito de convertir al consumidor de medios en un ciudadano con derechos respecto a la comunicación.
Obviamente, esta ley tiene fuerte resistencias porque toca intereses de grupos económicos muy importantes que manejan medios de comunicación. Por citar un ejemplo, en la conferencia no estuvo presente el Canal 7 local -que depende del 13 de Capital Federal- ya que, según se rumoreó, desde Artear habrían dado la orden de no cubrir la conferencia: “Hay que transmitirle a la población por los medios que sea, por los medios alternativos, por los medios que uno disponga, que esto no es contra nadie, que las leyes se hacen en beneficio de la sociedad, y que estamos necesitando una ley que ayude a democratizar y redistribuir la palabra. Una ley de radiodifusión no debe, no puede ni se va a meter nunca en los contenidos, no le va a decir a un medio cómo debe decir las cosas o cómo debe contar la historia. Lo que sí debemos garantizar es que haya distintos puntos de vista para contar la historia, para que sea el ciudadano el que saque las conclusiones”.

Muchos medios en pocas manos
Consultado por EcoDias acerca de lo que puede pasar con aquellos que cuentan con más de un medio de comunicación -situación que se da en Bahía Blanca con un empresario que ostenta más de seis señales de radios de Capital Federal-, tornando monopólica la comunicación, el funcionario habló de una gran necesidad de cumplir y hacer cumplir las leyes: “Es tanta la deslegitimación, que nosotros necesitamos -me lo dice mi experiencia en el Comfer- sancionar una nueva ley para poder normalizar esto. Hay diputados o senadores a quienes la ley actual les prohíbe tener medios de comunicación, y sin embargo los tienen. Si el Comfer avanzara aplicando la ley, ¿qué diría la oposición respecto de sancionar con una clausura la radio de un diputado opositor? Dirían que se trata de un acto de censura, cuando en realidad se trata de un acto de cumplimiento de la ley. Debe haber un gran acuerdo entre los partidos democráticos para solucionar este problema, porque si no lo solucionamos no vamos a garantizar la libertad de expresión, cada vez se va a concentrar más la información y esto atenta contra la pluralidad y atenta contra el sistema democrático”.

Organización de la comunicación para el proyecto nacional
Un espacio de acción y propuestas desde el ámbito de la comunicación para consolidar las transformaciones que se llevan a cabo desde 2003, se puso en marcha con la presencia de más de 160 comunicadores que se reunieron en la Casa de Santa Cruz en la ciudad de Buenos Aires el 25 de julio último.
Representantes de organizaciones sociales, empresas pymes, sindicatos, cooperativas, periodistas, funcionarios y trabajadores del sector, procedentes de once provincias, enfatizaron la importancia de fortalecer una política de comunicación integral que exprese al campo nacional frente a la descalificación y la manipulación del discurso neoliberal de los grupos mediáticos.
El encuentro se realizó bajo la convocatoria de Sergio Fernández Novoa, Luis Lázzaro y Néstor Piccone, quienes recordaron la historia de las luchas de los periodistas y militantes de la comunicación por la democratización del sector. Destacaron esa tarea como un aporte a la consolidación de la soberanía popular, la vigencia de los derechos humanos, el federalismo y la integración latinoamericana, ejes que han caracterizado la gestión iniciada el 25 de mayo de 2003. Los participantes ratificaron su compromiso de apoyar el envío al parlamento de la propuesta de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que tomó como referencia la construcción social que expresan los 21 Puntos.
El encuentro aprobó un documento denominado «Comunicación para el Proyecto Nacional», que sintetizó el trabajo de seis comisiones, en el que se destaca la necesidad de defender el proceso de recuperación de la soberanía nacional, redistribución del ingreso y fortalecimiento del Estado.
En el campo específico de la comunicación se crearon espacios de acción para promover el rol de los medios locales y las pymes, los medios comunitarios y el sector cooperativo así como aportar a las políticas públicas que permitan modificar la desigual situación existente a la hora de la disputa por el sentido.
En el cierre, se acordó la construcción de una herramienta organizativa, de carácter federal, que permita trabajar con celeridad en las formas de desarrollo propio y articulación con organizaciones del campo nacional y popular que hagan posible hacer visible lo que invisibilizan los medios del sistema. El encuentro retomó el aporte de periodistas latinoamericanos que acuñaron el desafío de luchar por la difusión de las propuestas propias cuando señalaron que «en la lucha por las ideas, las ideas que no se conocen no luchan».