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Todo tiene un precio
La Ley de Lealtad Comercial, en una de sus resoluciones, señala la obligatoriedad de los comercios, supermercados y demás, de exhibir claramente el precio de cada producto que esté a la vista del público. Sin embargo, en Bahía Blanca, no son pocos los que violan la legislación. ¿Por qué no cumplen la norma? ¿Qué hace la OMIC al respecto?
Categoría: Interés general

La Ley de
Lealtad Comercial, en una de sus resoluciones, señala la obligatoriedad de los
comercios, supermercados y demás, de exhibir claramente el precio de cada
producto que esté a la vista del público.
Sin embargo, en Bahía Blanca, no son pocos los que violan la legislación. ¿Por
qué no cumplen la norma? ¿Qué hace la OMIC al respecto?

El ejercicio a realizar es simple. Se trata de prestar más atención cuando uno
sale de compras y contar cuántas veces pasó por la vidriera de diferentes
locales cuyos productos no tenían el correspondiente precio. El resultado
final, sea un negocio, diez o más puede denunciarse en la Oficina Municipal de
Información al Consumidor (OMIC) ya que es una obligación legal que cada
comercio que promocione productos a la vista del público, exhiba el precio
final y en pesos.
Meses atrás en diálogo con EcoDias, Fabricio De Arriba Arévalo, director de la
OMIC, había adelantado ya algunas cuestiones que tenían que ver con el tema de
exhibición de precios. En ciertos aspectos se ha cambiado para bien y en otros
no tanto ya que sigue habiendo negocios infractores al respecto. Pero para todo
ello hizo falta un trabajo por parte de la OMIC para empezar a cambiar esta
costumbre comercial a la cual le cabe una sanción: “Desde la charla anterior a
esta se avanzó no sólo en los controles que llevamos adelante desde la Oficina sino
también en generar un poco de conciencia en el comercio local. Pensemos que en
el año pasado o en el anterior prácticamente no había precios en el centro,
eran muy pocos los comercios que colocaban los precios. Entonces, se hizo toda
una primera etapa de concientización, de advertencia, de aviso con el objetivo
de cambiar conductas, es decir que esto no quede en simplemente salir a labrar
actas de infracción, sancionar y castigar sino empezar a generar la conciencia
de que esto es el respeto por el derecho de los consumidores”.
Todo esto está reglamentado por la Ley de Lealtad Comercial que a su vez
contiene diferentes resoluciones para ésta y otras cuestiones referidas a
comercios, precios y consumidores: “Después de esta primera etapa, podemos
decir que hay muchos comercios que se han avenido a esta normativa y han
entendido el mensaje. No podemos decir que está todo al 100 por ciento ni mucho
menos, algunos cumplen muy bien, en otros se nota que están haciendo un
esfuerzo pero falta que refuercen un poco más, y lamentablemente tenemos un
pequeño grupo, minúsculo, que no exhibe los precios. Algunos creo que por
desconocimiento, otros por picardía, por una cuestión de viveza ya que otra
cosa no cabe pensar”.
De Arriba Arévalo utiliza la palabra picardía debido a que no existen motivos válidos
para no poner un precio, ni siquiera se puede argumentar cuestiones de costos:
“Son cinco pesos de un fibrón y cinco pesos de una cartulina. El resto es buena
voluntad y buena predisposición de parte del comerciante, evidentemente aquel
que no pone los precios es porque no quiere cumplir”.
Así, cuando se viola la ley, es cuando se empieza una nueva etapa que en este
caso implica directamente sanciones. Los controles que hace la OMIC en los
distintos negocios los realiza junto a personal del Cuerpo Único de Inspectores
Municipales para sumar calidad a la verificación: “En lo que es exhibición de
precios también estamos controlando supermercados, hipermercados, para que
exhiban los precios como corresponde, que figure el precio de unidad de medida,
esto es el precio por kilo, por metro, por litro, de manera de poder comparar
cuánto se está pagando en una presentación de distintas marcas, eso para
favorecer que el consumidor tome la mejor decisión. Además, controlamos la
coincidencia entre precio de góndola y precio de caja”.

Bien detallado
El tema no acaba sólo en negocios sino que al ser exhibición de precios
abarca también a la folletería que recibimos en nuestra casa sobre algún local
comercial. Allí también deben figurar los precios bien claros: “Todo lo que
esté exhibido tiene que tener precios en pesos, tiene que ser el precio final y
todo apuntando a lo mismo, a que el consumidor no tenga que andar haciendo
cuentas. Me tiene que informar cuál es el precio final con IVA, con impuesto,
con sellado. Decir ‘100 pesos y cuotas’ no sirve, decir ‘30 pesos más IVA’ es
ilegal, ‘30 pesos más intereses o más sellado’ también es ilegal. Yo tengo que
tener el precio final en pesos, bien legible y en forma horizontal”.
Algunas opciones que tiene el comerciante son agrupar productos de una misma
clase y marca y poner únicamente un precio para no tener que marcar producto
por producto; o también disponer de listados de productos con sus respectivos
precios: “Estamos también en una etapa de concientización en lo que son playas
de estacionamiento que también tienen la obligación de exhibir los precios. Hay
un artículo especial de la Ley 22.802 que habla sobre los carteles que tienen
que tener en el ingreso con los precios finales. Este tipo de rubros tiene
precios por hora, por fracción, por día, nocturnos, precios por mes. Todo eso
tiene que estar, de forma tal que uno desde la calle pueda advertir cuáles son
los costos por cualquiera de las formas de contratación”.
Ahora bien, ¿cuál es la razón por la que no se ponen precios? El argumento más
utilizado tiene que ver con la exposición a la competencia: “Si yo pongo un par
de zapatillas a 30 pesos, el temor es que el comercio de enfrente lo ponga a 29
y se arme la guerra de precios y yo tenga que volver a bajar. En definitiva,
eso es beneficioso para nosotros y a lo que apunta también esta normativa es no
sólo a la información sino a transparentar el comercio y fomentar la
competencia”.
Según De Arriba Arévalo, el rubro comercial que más incumple la ley es el de
las zapaterías. Por otro lado, informó que el costo de las sanciones arranca en
los 3.000 pesos. La OMIC se encarga de armar el expediente de infracción siendo
la Dirección Provincial de Comercio la que aplica o no la multa: “Tenemos 48
actas hasta ahora, es mucho realmente sobre todo pensando en la etapa previa de
concientización, en que hemos salido por los medios, en que hubo publicidad, se
han hecho un sinnúmero de notas para instalar el tema. Nuestro consejo es
comprar en aquel lugar donde exhiban los precios, que son los lugares que
respetan la ley y respetan los derechos”. La norma ya lleva varios años y es
hora de que sea cumplida por todos. Pero también merece que la hagamos cumplir,
una opción es mediante la denuncia a la OMIC sin necesidad de llenar
formularios ni quedar expuestos.

¿Dónde dirigirse?
La OMIC tiene sus dependencias en Donado 242 y atiende de lunes a viernes
de 8 a 16 hs. Sus teléfonos de atención son el 0800 222 7024 y el 4550383.
También tiene una página de Internet: www.omicbahiablanca.gov.ar.

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2011-05-02 11:57:00
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