Este mes se realizaron las III Jornadas HumHA, organizadas por el área Historia del Arte del Departamento de Humanidades de la Universidad Nacional del Sur. El tema de las jornadas fue «Representaciones e identidades».
El taller “Sexualidad e identidades; cruces y fugas” estuvo organizado por el colectivo feminista Autoconvocatoria Mujeres, MODIS (Movimiento por la Diversidad Sexual) y el grupo lésbico Entramadas.

Autoconvocatoria Mujeres surgió hace varios años ante un hecho de violencia extrema hacia una niña que fue violada, quedó embaraza, y para quien se solicitó un aborto, recomendado por su salud integral, cuestión que fuera desestimada por la justicia. “A partir de ese hecho nos autoconvocamos y conformamos un grupo de trabajo con el que continuamos hasta hoy en temáticas de género, de sexualidad, violencia y la despenalización del aborto”, detalló Viviana Beker, quien junto a Helen Turpaud, coordinó el taller en las III Jornadas HumHA.
EcoDias entrevistó a Beker para conocer detalles de la actividad y conocer de un tema que nos pertenece a todos y todas: la sexualidad y la identidad.

Representaciones e identidades
“Las jornadas fueron muy interesantes, tuvieron que ver con representaciones e identidades, y por lo que percibí intentaron abrir el ámbito de lo específicamente académico, rompiendo con lo estanco de las disciplinas, con las concepciones esencialistas, en esta búsqueda de indagar lo que tiene que ver con las temáticas de representación e identidades”, comentó Viviana acerca de las jornadas de la UNS, y agregó que: “La Universidad Nacional del Sur está muy retrasada comparada con otras universidades, particularmente en la formación de docentes, en la inclusión y visibilización, de temáticas que tienen que ver con los cuerpos, las sexualidades y relaciones de género; en cuanto a su vínculo y relación con lo que pasa cotidianamente en nuestro hoy, ahora y en nuestra ciudad”.
En particular, el taller de Sexualidad e Identidades se basó en el análisis de cómo influye la sexualidad en la identidad. La metodología del taller intentó generar un espacio de pensamiento colectivo “donde se ofrecieron recursos que permitan pensar colectivamente y generar una discusión colectiva en un tema para nada sencillo que es la sexualidad”.
Beker destacó que este tipo de talleres se inicia “poniendo el cuerpo, intentando que lo que se analice, lo que se perciba, no sea desde las ideas únicamente sino también desde el cuerpo, desde las sensaciones”.
Es por eso que el taller se inició con La Cuerda, de El Peladero, y con un grupo de cuatro alumnas de la Escuela de Danzas de Bahía Blanca que realizaron una performance relacionada con la sexualidad, el cuerpo y los roles de los estereotipos, a partir de la expresión corporal y musical.
Luego continuó con un trabajo de fotografías y textos, con el objetivo de relacionarlas y con la puesta en común del trabajo de cada grupo.
“En los textos trabajamos con la historia de la sexualidad, la definición de alguna manera de lo que conceptualmente. Desde nuestra idea pensamos qué es la sexualidad, y esto de las sexualidades disidentes”, remarcó Beker.
Finalmente, se proyectó un video denominado “The Dog Who Was A Cat Inside” (El perro que tenía un gato adentro), y a partir de él se generó un buen debate de ideas, para cerrar con el sonido de los tambores, invitando a bailar a los participantes.

La sexualidad y su historia
“La sexualidad es una construcción histórica, que reúne una multitud de distintas posibilidades biológicas y mentales, identidad genérica, diferencias corporales, capacidades reproductivas, necesidades, deseos y fantasía atravesada por las relaciones de poder. Por eso es difícil de entender y de aceptar que este tema todavía en las escuelas no se esté trabajando para la aplicación de la Ley Integral de Sexualidad. (De hecho) se está educando en sexualidad todo el tiempo: por ejemplo, cuando se divide en filas a varones y mujeres, cuando se le dice a una niña que debe comportarse de una u otra manera, cuando se la obliga a usar un guardapolvos y no así al varón”.
Si bien con estas acciones se educa en sexualidad, el problema es que “no hay una preparación, no hay un debate, no hay espacios abiertos para cuestionar esto que estamos enseñando, teniendo o no alcance de lo que estamos transmitiendo”, determinó Viviana.
“Cuando hablamos de género está claro que es cultural, que es una asignación que se hace a alguien porque anatómicamente nació varón o nació mujer, del rol que va a desempeñar, las conductas, lo esperable o no. Cuando hablamos de sexualidad la cosa no está tan clara, parecería que está totalmente signada por la cuestión anatómica, si nació con pene o con vagina, pero la sexualidad también es una construcción donde lo cultural y las relaciones de poder son fundamentales”.
Según Beker en la sexualidad hay un silencio, un ocultamiento que hace que se hable del tema pero desde otros lugares, limitaciones y normas, que van desde el pecado, hasta las enfermedades y la seguridad.
“Raramente, y especialmente en las escuelas, cuando se habla de sexualidad se habla de placer, cuando es uno de los puntos fundamentales el placer de estar vivo”.
Sirve y ayuda la mirada histórica. Como todo lo relacionado con la humanidad, la sexualidad ha sufrido un desarrollo y una transformación cultural en el rol que se le ha asignado a lo largo de los siglos.
“No siempre la sexualidad estuvo normatizada y reglada, como lo es en este momento. Hubo una etapa donde fue todo mucho más distendido y los cuerpos eran vistos de otra manera. A partir de la época victoriana se ejerce un control absoluto que tiene que ver con asignarle el rol fundamental de la reproducción, creo que la iglesia tiene mucho que ver en esto. Porque cuando la sexualidad queda supeditada a la cuestión reproductiva, se establecen todo otro montón de normas, entonces es pecado tener relaciones prematrimoniales en nuestra cultura occidental y cristiana”.
Pero esta historia también es dinámica, porque se han generado espacios de discusión de estos temas, “espacios porque hay mujeres, hombres y grupos que tienen preferencias sexuales disidentes o no normatizadas que vienen trabajando en esto hace mucho. Y se está abriendo porque atravesamos otro momento histórico y político en el cual todo lo que en la modernidad se tapó y se calló. Empieza a surgir”. Y pone como ejemplo las actividades que se desarrollan en el gremio docente de Suteba, con el dictado de talleres sobre esta temática como parte de la capacitación gremial.

Identidades
El título del taller es significativo: “Sexualidad e identidades; cruces y fugas”. Hay una relación entre esos términos, empezando por las identidades.
“Identidad es aquellos que nos identifica, y puede transformarse en un hecho político o no, porque una identidad se transforma en algo político cuando intenta alguna modificación en el medio, en la forma de pensar, en la mirada que se tiene”.
Para profundizar la reflexión, Beker recordó una anécdota que dejó Ochy Curiel, una investigadora y cantautora afrodescendiente dominicana, en su visita a Bahía Blanca.
Ochy decía que se definía como afrodescendiente, porque decir negro era decir que era de color oscuro, algo puramente biológico, pero aclaraba que si decía que era afrodescendiente, estaba diciendo que provenía de un pueblo que fue oprimido y esclavizado, y que además era color negro. Aquí la identidad implica una posición política.
“Con la sexualidad ocurre lo mismo, alguien se puede definir o identificar formando parte de una sexualidad disidentes, siendo gay, lesbiana, transexual o travesti, y no representar un hecho político. Pero aquel que quiere modificar la mirada, transforma su identidad en un hecho político, lo mismo ocurre con la mirada del otro que le pone carga a la identidad”, aclaró Viviana.

Noviembre: Mes de la diversidad
Desde hace tres años se realiza en la ciudad el Mes de la Diversidad, en que converge una serie de actividades organizadas por Autoconvocatoria Mujeres, el Movimiento por la Diversidad Sexual (MODIS) y Entramadas.
“El Mes de la Diversidad no es una nota de color que le queremos dar a la ciudad, es querer construir colectivamente una mirada social para todos y todas aquellas que somos vistos y vistas como no legitimados por ser mujeres, tener capacidades diferente, ser parte de los pueblos originarios, no acatar la heteronormatividad. En fin, destacar la riqueza que implica la diversidad en todas las manifestaciones, considerando las diferencias sin valoración sino como partes de un todo”.
Este año, como en los dos anteriores, habrá música, cine, muestras, talleres, charlas, debates, actividades abiertas a todas y todos aquellos interesados en aprender a construir una nueva mirada.