En el marco del mes de la Ingeniería, la Facultad Regional Bahía Blanca de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y el Departamento de Ingeniería de la Universidad Nacional del Sur (UNS), junto al Colegio de Ingenieros realizaron una charla sobre el arroyo Napostá en la dinámica urbana.

El arroyo Napostá nace en Sierra de la Ventana, a 120 kilómetros de la ciudad, y atraviesa a Bahía Blanca en dirección norte a sur. En la intersección de la avenida Urquiza y Casanova comienza el entubado que finaliza en la Terminal de Ómnibus San Francisco de Asís. De esa manera, continúa su recorrido hasta desembocar en el estuario.

Hablar de dicho espacio implica referirse a “un tema prioritario para poner en agenda y más luego de la última inundación”, comenzó el ingeniero y uno de los disertantes de la charla propuesta por la UTN, Horacio Varela.

Por su parte, Juan Carlos Scheffer y Pablo Antonelli, “hablaron de la cuestión técnica hidráulica, mientras mi aporte fue sobre la visión del arroyo como un espacio público y cómo en la ciudad lo tenemos visto de distintas formas: tenemos en claro que es el que pasa por el Parque y llega hasta el Paseo de las Esculturas, pero después lo perdemos de vista siendo que mide 15 kilómetros de largo”, dijo.

Siguiendo esa línea, agregó: “Vemos nada más que, aproximadamente, 1.200 metros. Es decir, un 10% de su longitud. Y cuando aparece en la zona sur, en los barrios en los que cuando llueve deben estar en problemas, Villa Talleres, Serra, Villa Rosario, toda esa zona, nadie lo ve o nadie quiere mirar. Entonces plantee como el arroyo en la ciudad va teniendo distintos tratamientos en función del lugar por donde pasa”.

Acciones de valor

Según Varela se podría utilizar el arroyo “como un vehículo de equidad; que tenga un tratamiento equitativo, durante toda su longitud; que sea interesante, por ejemplo, como un lugar para sentarse a tomar mate, pero que eso se pueda hacer a lo largo de todo el recorrido independientemente del lugar donde residan”.

De esa manera, “brindaría la posibilidad de contar con un sitio de encuentro, un espacio público de mejor calidad. Además permitiría que el arroyo funcione mejor, al tenerlo limpio, y sacaría de la vulnerabilidad a las inundaciones que hoy tiene muchos barrios”.

Asimismo, “permitiría construir algunas conexiones, como una pasarela para que la gente no tenga que pasar sobre los caños. Me parece que, por ese lado, el tratamiento del arroyo como espacio equitativo sería un buen comienzo”.

Respecto a la parte entubada, Varela expresó que propondría “sacarle la tapa, por donde se pueda, para volver a verlo. Y después, para poner en valor todo ese sector entre Villa Mitre y la calle Parchappe, haría lo mismo que se realizó en Brandsen: demoler el puente que había sobre el arroyo y hacer un cruce. Eso modificaría mucho todo ese sector que está bastante degradado”.

La ciudad de Bahía Blanca, se hizo alrededor del arroyo. “Napostá fue puerto originalmente y por ahí ingresaron las cosas para hacer el fuerte. Después fue frontera, provisión de agua, río para las quintas y hoy es paisaje urbano. Siempre fue una amenaza, un riesgo, porque inundó la ciudad en distintos lugares y momentos. El arroyo atraviesa la Bahía física y socialmente”, cerró.

Autor: Redacción Ecodías