El Foro por los Derechos de los Niños y Adolescentes, el Consejo Local y la Escuela Especial Nº 514 realizaron una jornada de debate sobre el anteproyecto de Ley Mental de la provincia de Buenos Aires.

El objetivo de la jornada fue promover la discusión sobre la necesidad de la Provincia de Buenos Aires de contar con una Ley de Salud Mental, en concordancia con los instrumentos normativo internacionales vigentes.
El lugar elegido fue la Sociedad de Fomento del Barrio Palihue, donde se congregaron representantes de distintos sectores relacionados al trabajo con personas con enfermedades mentales y con niños en general.
Una de las organizadoras habló con EcoDias para detallar los pormenores de la actividad que tuvo como referentes a dos integrantes de la comisión de redacción del proyecto.
“Las jornadas consistieron en una discusión sobre un proyecto de salud mental para la Provincia de Buenos Aires, para esto han venido dos asesoras que estuvieron trabajando en este proyecto para la provincia y queríamos darle el marco filosófico y teórico desde donde partía este proyecto, progresista, avanzado, cuya principal características es que los recursos los sacan de las familias de los pacientes con enfermedades mentales, de los propios enfermos, de los mismos usuarios de salud mental, y obviamente también de los profesionales de la salud que trabajan en el día a día y que ponen el cuerpo en esta situación”, dijo Amanda Heguilén, directora de la Escuela Especial N° 514, y participante del Foro de los Derechos del Niño y del Consejo Local de la Municipalidad.
“Por eso conocimos el proyecto y pensamos en hacerlo aquí en Bahía Blanca, desde el Foro y desde el Consejo Local surgió la idea de armar una jornada. La escuela 514 acompaña en la organización porque es una escuela específica donde se trabaja con niños, adolescentes y jóvenes vulnerados en sus derechos con respecto a la salud mental, porque la mayoría de ellos no están siendo atendidos y todos tienen un trastorno emocional severo”.

La jornada
La jornada contó con una representación de los alumnos de la Escuela de Teatro de una expresión dramática que puso en discusión el tratamiento que se les da a los pacientes, porque “nos olvidamos que además de tener una enfermedad: son personas, dejan de ser el síndrome para ser personas”.
También participaron los alumnos de la 514 con la murga que se desarrolla en la institución. Por otro lado, también se escucharon testimonios de jóvenes mayores de edad que están dentro de la unidad laboral 514 que compartieron la experiencia de su pasaje por la salud mental en la provincia, cómo se sintieron ellos tratados por sus psicólogos, por sus psiquiatras, siempre dentro del campo de la salud pública.

Voces
Otra referente del tema fue la trabajadora social -ya jubilada- María del Carmen Martín, quien se desempeñó en el la Región Sanitaria I.
“Trabajo en la protección de los derechos del niño y del adolescente y formo parte del Consejo del Niño, yo estoy en Región Sanitaria y tuve acceso a todo los directores de salud de los partidos que integran la región entonces hice una encuesta de todos los recursos de salud mental que están en este momento accionando en la región. Lo concreto es que hay muy poco recurso humano, lo que más hay son psicólogos y hay recursos como todos los que menciona la ley, de estimulación temprana, de psicopedagogo, pero están compartidos con salud siendo de educación, lo mismo que los trabajadores sociales, y donde más o menos tienen un proyecto más armado es en Tres Arroyos y en Bahía Blanca”.
“Aquí hay un Hospital de Día (calle Necochea) que está trabajando y el sistema PREA que es el sistema alternativo de internación donde están tratando de trabajar con los pacientes de salud mental del hospital. Por ejemplo, en toda la región sanitaria I que abarca desde Tres Arroyos y todo el sur de la Provincia, hay una sola psiquiatra infantojuvenil para todo esa área, incluso esta pagada por el seguro de salud, que tiene muchos problemas para pagarles y tienen un retraso de 3 meses en el pago de los sueldos”.

Proyecto de ley
Una de las disertantes más esperadas de la jornada fue la abogada María Bermejo que es integrante de la comisión de redacción del proyecto de salud mental, y fue convocada por su especialidad en Derecho Internacional Público. Además, está realizando un master en Derechos Humanos.
“El proyecto ya tiene estado parlamentario, ya ha sido presentado en una jornada que se hizo el 5 diciembre de 2008. A la diputada provincial Laura Berardo la acompañaron otros diputados. El proyecto está presentado, ingresado en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados de la Provincia, y esperamos que antes de pasar al Senado haya un gran debate”.
“Somos consientes que es necesario un amplio debate porque como el modelo de la ley es salir del esquema como de “propiedad de la corporación médica”, y la importancia de la visión comunitaria del abordaje de la temática de salud mental, nos pareció que en ese mismo marco lo interesante era hacer distintos consensos y discutir los disensos en una mesa amplia”.
En relación con el texto del proyecto de ley, que prevé la concordancia con los instrumentos normativos internacionales vigentes, Bermejo explicó: “Algunas cuestiones vienen de formaciones académicas de distintas escuelas, incluso desde el propio derecho. Un positivista o una persona formada hace un tiempo atrás que son los que en general ocupan los altos cargos en el poder judicial, si no se han actualizado, toda esta temática de que los tratados tienen jerarquía superior a las leyes y de que hay algunos que tienen la misma jerarquía que la Constitución, creen que es así porque lo dice la ley, como digo yo cuando doy clases, “Tratado mata código”, qué importa lo que diga la ley si hay un tratado que regula ese ámbito. La otra obligación que asumen los estados cuando forman parte de estos instrumentos internacionales es adaptar la legislación interna a esta obligación internacional, para poder cumplir estos tratados de buena fe, entonces lo que estamos haciendo, es cumplir lo que dice la ley, la obligación del estado, adaptando lo que había a los nuevos paradigmas que vienen de estas obligaciones internacionales y que cada comunidad los ira adaptando, conforme a los recursos, las disponibilidades y las ganas que tengan. En algunas comunidades cerradas serán más reticentes o estará acostumbrados a hacer las cosas como antaño”.

Generalidades y diferencias
“En la ley proponemos la creación de unos efectores distintos que la internación clásica monovalente. Nosotros pensamos que no puede ser que el único recurso para atender la problemática de salud mental sea la internación en institución monovalente. En algunos sentidos se parece bastante a una privación de la libertad y consecuente privación de algunos derechos. Seria cambiar este modelo asistencial de internación por el ofrecimiento de 12 efectores de salud”.
Esos nuevos efectores serian: Centros de salud mental, atención en centros de salud y acción comunitaria, atención e intervención comunitaria, consultorios externos, equipos de interconsulta, Hospitales de día y de noche, sistema de intervención en crisis y urgencias con equipos móviles, equipos de salud mental en guardias de hospitales, casas de medio camino, casas de convivencia, de convivencia con apoyo, centros de capacitación sociolaboral, dispositivos laborales de trabajo, emprendimientos sociales, atención especializada de salud mental infantojuvenil, hogares y familias sustitutas, granjas terapéuticas, cooperativas de trabajo y micro emprendimientos.
 “Nosotros lo que decimos es que básicamente cuando hablamos de igualdad, hablamos de no discriminación, creemos que las personas pueden acceder a todo tipo de actividad igual que el resto de las personas sin discriminación de discapacidad por la enfermedad, o como puede ser por su genero, por ser niño, por su elección sexual, por ser parte de la población originaria o ser anciano”.

Novedades que se aportan
Respecto a los cambios, Bermejo aclaró que “algunas de las cuestiones más controvertidas y mas nuevas que introduce el proyecto son las instrucciones anticipadas. También el establecimiento del asistente, que sería el que recibe en el momento de mayor lucidez de una persona con padecimiento mental, una serie de opiniones de lo que realmente desee y lo plasma en las instrucciones anticipadas. Cuestiones concretas como la determinación de medicamentos, con la elección de médicos, y todo lo que hacer frente a la crisis de la persona. Esto es un proceso, en algunos casos no va a ser posible, o va a ser posible con los que ya han sido usuarios de una experiencia previa. Pero si hacemos una lectura sin discriminación, en cualquier situación uno puede elegir de antemano que hacer, como puede ser el caso de un tratamiento de cáncer, donde el enfermo puede pedir que no lo mantengan artificialmente, pero sin embargo es muy difícil oponer a la resistencia médica y llama la atención que no entienden que se vulneran muchos derechos”.
A partir de este nuevo modelo de tratamiento, quedaría bajo la mira la internación como la conocemos hasta ahora, sobre lo cual la profesional dijo: “La internación en general lo que también decimos es que muchas veces, salvo alguna cuestión orgánica, el ‘loco’ que presenta el síntoma, es emergente de un grupo familiar enfermo y lo que hace la familia es deshacerse de el, muchas veces es un alivio deshacerse, pero el asunto es cuando vuelve a esa familia. Y por eso estas casas de convivencia estarán entre iguales y nadie molesta a nadie y todos tienen más o menos la misma patología y han pasado por los mismos sufrimientos y deterioros. Las largas internaciones producen una reubicación de los roles familiares donde el ‘loco’, es un estorbo, y si hablamos de un sector más vulnerable y de mayor pobreza o de peores condiciones sociales, es una boca más para alimentar, es así de patético por ese criterio de utilidad, de que las personas son valiosas porque son útiles”.