¿Es posible escuchar ruidos de puertas,
chirridos, gritos dramáticos y pies que arrastran en un programa radial en
vivo? Esta es la forma en que el grupo Encuentro actualiza el radioteatro y
suma humor con los compañeros de teatro de PAMI.

“Somos alrededor de 18 a 20 personas», cuenta Guillermo Herrera, profesor
de los talleres de Radioteatro y Teatro en PAMI. «Estoy dando dos
talleres, teatro y radioteatro. El de radioteatro se desarrolla los lunes de 17.30
a 19.30 hs. y teatro los días viernes en el mismo horario, los
estoy dictando en el salón de usos múltiples de PAMI, Las Heras 82, primer
piso».
Algunos de los que hacen radioteatro capitalizan habilidades para llegar a
componer, también, el grupo de actores. «Si bien hay gente que participa
de los talleres, hay gente que participa de uno solo. Cuando hacemos
presentaciones llevamos los dos talleres para cumplimentar un poco más y para
darle actividad, fundamentalmente, a la gente que está haciendo el taller. Mi
política fue que puedan desarrollarse, presentarse y mostrar lo que saben
hacer».

Orientados
Según Herrera, “tienen predisposición distinta los que se inclinan para un
taller u otro. «Hay quienes tienen ganas de mostrarse en público y son un
poco más inhibidos para el micrófono, como así los que están en radio no se
quieren mostrar en teatro. Una de las cosas fundamentales es que trabajamos con
gente adulta, por lo tanto pueden no retener en la memoria y esto ser una
dificultad en teatro”.
En cambio, el radioteatro está obligado a la lectura de un libreto, “se hace la
actuación diferente, es un juego distinto. El teatro se juega mucho más con el
cuerpo, con el movimiento. Lo de radio es interpretación directamente. Son dos
artes muy nativos. Nosotros lo que hacemos en radioteatro es homenajear
aquellos grandes, primeras figuras en el país”. La iniciativa pone al día un
género radial representativo del siglo pasado, la validación de la voz como
único instrumento para imaginar personajes y acciones que envuelvan al público,
que lo transporten al drama, a la risa y hasta la reflexión.
Herrera rememora que se inició en el radioteatro con la compañía de Mario
Mauret en LU3, “allí estuve desde el año ´64 hasta el año ´77, que desapareció
el radioteatro en Bahía Blanca, hacíamos las dos facetas radioteatro, después
íbamos y nos presentábamos en distintos lugares con la obra teatral.
Trabajábamos profesionalmente, con gente mucho más experimentada. Acá, si bien
me sorprendió mucho la gente con la que estamos trabajando, porque si tenemos
en cuenta las edades algunos lo hacen mucho mejor que otros, eso no quiere
decir que sean mejores sino simplemente que hay una predisposición diferente
pero el entusiasmo los lleva a que todos los días mejoren un poquito. En ese
aspecto, dentro de los valores razonables soy un poco exigente, no me gusta que
hagan el ridículo en ninguna de las dos facetas, porque entiendo que no hay
necesidad tampoco”.
Los histriónicos van desde los 60 a los 80 años, «hay una señora de 83, es
cierto. Tienen una predisposición tremenda, te da gusto trabajar con
ellos». El 90 por ciento de las personas que concurren a los talleres,
«en algún momento de su juventud por razones familiares, sus padres no se
lo permitieron nunca y entonces es como una materia pendiente, hoy gracias a
esta iniciativa de PAMI se están pudiendo expresar, están volcando todo aquello
de la mejor manera posible, te digo más hay una de las integrantes escribe los
libretos, entró un día para ver de qué se trataba, se quedó mirando, vino dos o
tres días, se fue, después volvió y un día vino con un cuaderno y me dijo: mirá
yo estoy escribiendo esto. Le digo: sí, querida metele para adelante. Eran 7
capítulos de una obra campera. Ahora todos los libretos los está haciendo ella,
hay obras de cuatro o de siete capítulos, depende cómo esté ella de inspirada
para realizarlos”.
“Los oriento de la mejor manera posible, además entregarles las herramientas
para que se puedan desarrollar mejor”. En las presentaciones donde ambos
talleres comparten escenarios, salen a la luz los sketchs, “los arman ellos
mismos, les doy una pequeña idea porque me gustan que se desarrollen en ese
aspecto, les facilita mucho más, no se encuentran presionados por determinados
momentos, lo arman ellos a su manera. Después lo voy acomodando de acuerdo a la
capacidad de cada uno de ellos. Todas las presentaciones que hacemos se
realizan de igual modo. Hacemos una obra de radioteatro, que por lo general son
cortas, de 30 o 35 minutos y después hacemos el desarrollo de los sketchs preparados”.

Un objetivo mayor
La práctica y puesta en escena es uno de los pilares del trabajo grupal. Se han
presentado en la cocina del Museo del Puerto en 2014, hicieron doblete durante
el 2015 y “ahora retornamos, porque nos reciben bien, el espacio propicia la
escucha y la puesta en escena de las producciones en una forma atractiva para
nosotros y para el público que asiste, aunque muchas veces vayan con otros
objetivos”. También el Hogar del Anciano se convirtió en escenario y micrófono,
“estuvimos dos veces en Tardecitas materas en los Pampeanos, en Poetas de la
Bahía, en fin, tratamos de ir donde nos den el lugar para demostrar lo que
sabemos hacer”. ¿Qué sería de un radioteatro sin radio? “Lo que tenemos es una
gran aceptación en la radio, lo estamos emitiendo todos los días a partir de
las 20 horas por FM de las Américas, en un espacio cedido por sus dueños en
forma desinteresada y gratuita, que aprovechamos para la práctica y el
aprendizaje de este arte”.
Para Herrera, los talleres son un tiempo dedicado al total esparcimiento,
“compartimos hermosos momentos con todos ellos”, aunque los parámetros como
docentes sigan sosteniendo y dirigiendo la actividad, con organización,
asesoramiento y aprendizajes “en la medida de lo que cada uno pueda realizar”.
Uno de los grupos, el más grande ya completó el segundo año, mientras que el
otro cursa el tercero. “Arrancamos en los talleres de UPAMI, por un tiempo
realizaron la actividad en forma independiente y luego ingresamos al sistema de
oferta educativa de PAMI”. Los radioescuchas y espectadores dan su veredicto,
“el público nos recepciona una barbaridad, lo que entregan es el respeto con el
silencio cada vez que están actuando”. Herrera recorre su propio camino como
profesor y como adulto mayor, “también tengo mis añitos, ya voy por los ´70” se
ríe. “Lo que fundamentalmente hacemos es cobijarlos, darles las posibilidad de
que ellos se desarrollen, que tengan un lugar para entretenerse, pasarla bien,
armar un lindo grupo”.

NUEVO PARADIGMA
Los adultos mayores son poseedores de derechos, la Convención Interamericana
sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores (OPS)
promueve, protege y asegura el reconocimiento y el pleno goce y ejercicio, en
condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades
fundamentales de la persona mayor, “a fin de contribuir a su plena inclusión,
integración y participación en la sociedad”.
La declaración habla acerca de optimizar las oportunidades de bienestar físico,
mental y social, de participar en actividades sociales, económicas, culturales,
espirituales y cívicas, además, contar con protección, seguridad y atención,
con el objetivo de obtener un envejecimiento activo y saludable “así seguir
contribuyendo activamente a sus familias, amigos, comunidades y naciones. El
concepto de envejecimiento activo y saludable se aplica tanto a individuos como
a grupos de población».

DERECHO A LA CULTURA
La persona mayor tiene derecho a su identidad cultural, a participar en la vida
cultural y artística de la comunidad, al disfrute de los beneficios del
progreso científico y tecnológico y de otros producto de la diversidad
cultural, así como a compartir sus conocimientos y experiencias con otras
generaciones,
en cualquiera de los contextos en los que se desarrolle.
«Los Estados Parte reconocerán, garantizarán y protegerán el derecho a la
propiedad intelectual de la persona mayor, en condiciones de igualdad con los
demás sectores de la población y de acuerdo con la legislación interna y los instrumentos
internacionales adoptados en este ámbito» asegura OPS. Promoverán las
medidas necesarias para asegurar el acceso preferencial de la persona mayor a
los bienes y servicios culturales, en formatos y condiciones asequibles.
Fomentarán programas culturales para que la persona mayor pueda desarrollar y
utilizar su potencial creativo, artístico e intelectual, para su beneficio y
para el enriquecimiento de la sociedad como agente transmisor de valores,
conocimientos y cultura. Además, impulsarán la participación de las
organizaciones de personas mayores en la planificación, realización y
divulgación de proyectos educativos y culturales. «Los Estados Parte
incentivarán, mediante acciones de reconocimiento y estímulo, los aportes de la
persona mayor a las diferentes expresiones artísticas y culturales».
Nuestro país adhiere a la Convención, que establece un cambio de
posicionamiento frente a los adultos mayores, en pos de promover su autorrealización, independencia, autonomía e inclusión
en la comunidad. Para
conocer más derechos es posible consultar en la página del Ministerio de Salud
de la Nación.

www.msal.gob.ar