El lunes 24 de noviembre se presentó en la sede de la Unión Obrera Metalúrgica el documental “Un gigante dormido”. Refleja la historia y actualidad de los Talleres Ferroviarios de Tafí Viejo (Tucumán). Inaugurados en 1921, llegaron a ser los más importantes de Latinoamérica en la década del 50, para iniciar el camino del despojo diez años después.
El estreno en Bahía Blanca contó con la participación de uno de sus realizadores, Julio Tejada, quien comentó a EcoDias que fue la también cineasta de Avellaneda, Sandra Godoy, quien le propuso hacer un documental sobre los ferrocarriles argentinos.
Así comenzó la tarea con un año de investigación sobre la realidad ferroviaria y las primeras grabaciones en los talleres de Tolosa, las estaciones de La Plata y Constitución y un viaje norte sur que los dejó asombrados en Tafí Viejo, donde todo era desolación.
“Nos dimos cuenta que el taller en sí era una historia y que a partir de ahí podíamos empezar a contar algo. Estuvimos tres días ahí haciendo investigaciones más específicas para ver cómo era la problemática dentro del taller y cuando volvimos reestructuramos la idea y surgió ‘Un gigante dormido’”, recordó Tejada.
Al llegar al poblado tucumano se encontraron con “un taller dividido y con obreros esperanzados en que realmente iba a haber una reactivación posible”. Aunque ya entonces estaba dilatándose, los trabajadores habían logrado tener representantes en una comisión formada cuando el ex presidente Néstor Kirchner reabrió los talleres en 2003.
“Después, de a poco, los empezaron a sacar de sus puestos y a poner otra gente como para generar una pelea. Nosotros no hacemos mucho hincapié en este tema dentro de la película sino que más bien marcamos los puntos más importantes de la reactivación del taller que nunca se produjo”, aclaró el documentalista.

Deshecho en Argentina
En su época de esplendor el taller fue el más grande de Latinoamérica, desde su creación hasta la década del ’50 contuvo a unos cinco mil obreros trabajando. “De esos talleres salía un vagón de tren absolutamente armado. En distintas secciones, ajustaje, herrería, inclusive hasta tenía su propia electricidad y generaba para el pueblo ferroviario”.
Toda la vida en Tafí Viejo giraba alrededor del taller y por ello fueron diluyéndose de la mano, incluso hasta borrarse “de la memoria de la gente”.
“En nuestro primer arribo, para encontrarlo, preguntamos a un adolescente dónde quedaba y no nos supo decir. Fijate el nivel de desconocimiento de las generaciones nuevas. Ellos pertenecen a un pueblo donde había un taller que era el más importante de Latinoamérica y no lo saben, hubo un quiebre cultural. Inclusive los conocimientos que había de los ferroviarios que no se han pasado de generación en generación desde esa época también se van a perder”, relató.
El codirector siguió manifestando las sensaciones que les provocaba recorrer los talleres y no poder “entender la magnitud de la destrucción”.
“Está totalmente en ruinas. Inclusive alguna de su tecnología reparada hoy en día es obsoleta, reactivarlo es una gran apuesta pero creo que no hay un plan ferroviario que lo contenga. Se habla de privatizaciones y concesiones aisladas pero no se toma a la red ferroviaria como un gran conjunto para poder planificar, reactivar o reconstruir lo que se destruyó”, lamentó.

1500 kilómetros de ineptitud
La documentación para el film continuó en Buenos Aires porque el taller “está manejado a distancia”. Los agentes que intervienen en su administración son “en primer lugar la Secretaría de Transporte y dentro de la misma hay una oficina que se llama Unidad de Gestión que fue creada para ello”.
Curiosamente, esa oficina está a 1500 kilómetros de distancia de Tafí Viejo. “Por eso para poder contar bien la historia, primero tuvimos que entender bien cómo se estaba manejando, qué cosas habían pasado, que actores habían intervenido para estar así como están”.
En cuanto al futuro, Tejada sostuvo que por lo pronto “no hay coherencia, creo que no hay un plan a nivel país -eso ya sería muy arriesgado de decir- pero por lo menos en materia ferroviaria no hay una implementación de un plan para recuperar lo que éramos. Los ferrocarriles argentinos eran una herramienta importante, todo pasaba por esas vías”.
Tiempo atrás hubo otro anuncio. Se reinauguró vía teleconferencia. Se les volvió a hacer una promesa de reactivación a los obreros pero, hasta el momento, “no sabemos qué es lo que va a pasar”.

Causa y consecuencia
Esta idea de mostrar con la realidad de los talleres de Tafí Viejo un reflejo de “la Argentina dormida” apunta, sobre todo, a la juventud “que no sabe muy bien donde está parada ni tiene un panorama de lo que les pasó a sus padres, a sus abuelos ni lo que les espera. Argentinos de 12 años para arriba que puedan generar aunque sea un mínimo de conciencia sobre las cosas que nos han pasado y qué parte nuestra hay de responsabilidad en esos hechos”.
En las presentaciones anteriores de “Un gigante dormido”, según su realizador, fue el pueblo tucumano el que obviamente se sintió mucho más tocado y afectado porque “son casi todos familiares de ferroviarios y sus descendientes”.
“Por supuesto hablar de su pueblo y ver su historia en la pantalla les pega distinto que a la gente de Buenos Aires. El panorama que te queda al ver la película, te pega en un punto porque aunque no sean taficeño ni tucumano, sos argentino. ¿Quién no se tomó un tren alguna vez? ¿A quién no le da bronca decir ‘el tren no llega más el pueblo se murió?”, culminó.
 
FICHA TÉCNICA

Género: Documental
Duración: 42 min.
Realización: Sandra Godoy y Julio Tejeda
Edición: Julio Tejeda
Investigación: Sandra Godoy
Locución: Julián Rodríguez
Música: Felipe Jacome
Cámara: Alfredo Carbonel; Claudio Remedi y Julio Tejeda
Masterización de Sonido: Marcelo Lusdulfo