EcoDias dialogó con Nicolás García, secretario general de la CTA Patagones-Villarino, para conocer su opinión sobre el proyecto presentado por el diputado Héctor Recalde. Se pretende participar a los trabajadores con un porcentaje de la ganancia anual de la empresa para la que trabajen.

La actividad parlamentaria en el Congreso Nacional encuentra, después de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, una serie importante de temas y proyectos a debatir. Entre ellos se cuenta con el presentado por el diputado Héctor Recalde.
Los treinta y tres artículos que contiene el proyecto de ley procuran ir en una dirección, la que marca el título con que fue presentado: la implementación de un “régimen de participación laboral en las ganancias de las empresas”. De aprobarse por ambas cámaras, se lograría la concreción de una histórica reivindicación obrera, es decir, la participación del 10 por ciento en las ganancias de cada ejercicio obtenidas por la empresa para la que prestan servicios.
“Nosotros tenemos una premisa: todo proyecto que impulse un avance de los trabajadores, tenemos que acompañarlo con organización y con todas las herramientas que tenemos a disposición”, dice el secretario general de la regional Patagones- Villarino de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Nicolás García. El representante sindical accedió a repasar junto a EcoDias los principales aspectos del proyecto presentado.

Excepciones e inclusiones
El artículo 10 del proyecto de ley establece los casos en que las empresas pueden verse exceptuadas de distribuir ganancias a su personal. Entre ellos, se incluyen a firmas nacientes hasta los dos años, cooperativas, otras entidades sin fines de lucro y a las “empresas cuya ganancia anual no supere el mínimo”, que será determinado por el Consejo propuesto como autoridad de aplicación.
“Me parece bien que toda institución sin fines de lucro esté incluida. Y yendo al tema de los períodos, creo que hay que tener una contemplación especial con las PYMES. Lo digo como secretario general de una regional chica, donde lo que predomina precisamente son las PYMES”, reflexiona García sobre el tema.
“También creo que este proyecto tiene que ir vinculado con evitar que siga creciendo el empleo en negro. Me parece que se tiene que contemplar, para lograr que las cosas se fortalezcan y esos trabajadores puedan adquirir un mayor nivel de formalidad. Que sería otro shock distributivo”, añade.
El artículo 11, a su vez, puntualiza en qué casos la ley no será aplicable para un asalariado. Así, se excluye al personal jerárquico cuyo salario sea superior en cinco veces al promedio pagado por la empresa.
Consultado por su concepto sobre este aspecto, el titular de la vecina regional de CTA se mostró “absolutamente de acuerdo. Escuchaba en una radio que un diario de Capital salía diciendo que hay muchos directores que ganan menos que los trabajadores. A lo que yo digo: bueno, entonces que hagan el trabajo de los trabajadores, a ver si es tan así”.
El inciso “b” del mencionado artículo, en tanto, excluye a su vez de la participación a los trabajadores que presten servicios a una empresa por intermedio de otra. Es decir, a los tercerizados.
“Más allá de este proyecto, que es un legítimo avance en cuanto a los derechos de los trabajadores, el tema de las empresas tercerizadas tiene otras aristas que hay que contemplar, como es el abuso que genera”, comenta García. “Deberíamos ver qué otras herramientas se ponen en juego para lograr que esos trabajadores queden en una situación de menor precarización”, agrega.

Pensando en todos
El capítulo séptimo de la normativa que se procura aprobar marca la creación de un Fondo Solidario, para el que se prevén fuentes de financiamiento y cuyos destinatarios serán los trabajadores no registrados del país.
“A título personal, me parece una herramienta interesante para combatir el trabajo en negro. En la medida en que aquel trabajador que está en negro entre en algún circuito donde se identifique esta situación”, reflexiona García junto a EcoDias, aunque “es importante que nosotros, como organización, busquemos otras herramientas para combatir el trabajo en negro”.

De ahora en más
La eventual sanción de esta ley abrirá nuevas perspectivas para miles de trabajadores. Sin embargo, para la regional Patagones-Villarino de la CTA también implicará repensar y continuar la lucha para que se cumpla. “Lo vivimos los docentes cuando se derogó la Ley Federal de Educación y accedimos a una nueva ley. No es que se logró todo así, sino que a partir de ahí comenzó otro plan de lucha. Con la Ley de Medios lo mismo”, compara el secretario general.
“Ahora tenemos una primera gran batalla que es (en torno a) que se apruebe. La burguesía ha salido con todas sus armas a desprestigiar a la clase trabajadora. Y una vez que se apruebe, a pelear para que se cumpla”, anticipa.

En lo formal, la CTA ausente
Para la aplicación y control de la normativa, el artículo sexto del proyecto de Recalde promueve como autoridad competente a un Consejo Nacional de Participación Laboral en las Ganancias, que pasaría a funcionar bajo la órbita del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.
La particularidad del ente propuesto se marca en su composición, que detalla el artículo siguiente. Sus doce miembros provendrán en partes iguales del Estado nacional, la Confederación General del Trabajo (CGT) y representantes de “asociaciones de empleadores suficientemente representativas”. Es decir que la otra central obrera, la CTA, quedó fuera de la enunciación en el aspecto formal de la presentación.
“Es una lástima que la CGT lo haya planteado así. Consideramos que va a depender de nosotros, como CTA, hacernos valer para estar presentes. Hay muchos espacios formales donde la CTA se ha ganado esa presencia. Y digo que es una lástima porque nosotros consideramos que ante situaciones concretas tenemos que tener unidad en la acción, que permita el avance de todos los trabajadores”, opina García. “Creemos que por la historia reciente merecemos estar presentes, y así lo articularemos por todos los medios”, amplía.
“Estando presentes ambos (núcleos obreros) se van a beneficiar todos los trabajadores, independientemente de las centrales”, comenta. Y vuelve a remarcar: “Más allá de eso es un proyecto de avanzada, que permite avanzar a los trabajadores”.
Antes de finalizar el diálogo, este medio vuelve a preguntarle acerca de cómo estructurarán su posición si no logran ser incluidos finalmente con representatividad en la autoridad de aplicación.
“Son dos luchas simultáneas. No imagino a la CTA afuera”, es la respuesta.