En una jornada pensada exclusivamente para integrantes de los medios de comunicación de la ciudad y estudiantes de la carrera de periodismo, se llevó a cabo una capacitación sobre Grooming y Ciberseguridad en el recinto del Concejo Deliberante, organizado por el Observatorio de Redes Sociales y la participación de profesionales que pueden brindar sus conocimientos e inviten a reflexionar sobre las prácticas periodísticas.

Estuvieron presentes por Bahía contra la Trata, Rocío Moa; del dispositivo Escuelas en Paz de la Municipalidad, Adriana Tassara; del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil y Missing Children, Natalia Giombi; de la ONG Centro La Misión y Consejo local de Niñez, Vanesa Troncozo y la concejala a cargo del observatorio de Redes Sociales, Gisela Caputo. También participaron la concejala Fabiana Úngaro y Emiliano Aguirre, encargado de las capacitaciones a colegios e instituciones.

La jornada se inició con el testimonio de la mamá de Micaela Ortega, Mónica Cid, quien se refirió a lo que sintió en relación al tratamiento que dieron los medios de comunicación a la desaparición de su hija, que fue una víctima fatal de un caso de grooming en 2016. “Sufrimos el maltrato a través de los medios y sabemos que fuimos un caso bisagra, por eso estamos acá. No para enseñar a comunicar, sino para modificar ciertas actitudes que muchas veces se tiene por desconocimiento”, anticipó.

Cid leyó cinco titulares y dejó una pregunta de reflexión al final. “Una niña de 12 años se fue de su casa para irse con su novio después de pelearse con su mamá, había una foto de Mica sin poner datos de la búsqueda, se mostró una carta que hablaba de su intimidad y de su familia. Mientras era intensamente buscada, lo único que se logró dar a conocer fueron los sentimientos, que nada sumaban a su búsqueda: “Eso fomentaba opiniones, y la gente decía que ya iba a volver. Como me dijo la policía en su momento, ‘normalmente se van los sábados y vuelven los lunes’”, lamentó.

En ese fuerte análisis reflexivo que trajo la mamá de Micaela Ortega a la mesa, aseguró que “desde el primer momento, me concentré en que salga la foto de Mica en los medios. Aprendí a no leer ni los titulares, ni los comentarios. Sólo quería que se sepa que se la estaba buscando. ¿Cómo creerían que Mica se hubiera sentido con todo eso, si hubiera estado viva? Es una simple reflexión para ponerse un poquito en el lugar de víctima y más cuando se trata de niños y niñas”.

Informar con responsabilidad

El eje central del debate fue el tratamiento que los medios deben dar a los casos de desapariciones de niños, niñas y adolescentes, por eso la convocatoria fue dirigida a periodistas y estudiantes, para que puedan ir repensando y cambiando ciertos conceptos que se utilizan de forma errónea y que a veces contribuyen a culpabilizar o revictimizar a las familias.

Por el lado de Missing Children, Natalia Giombi aseguró que en el portal únicamente se publica la foto, los datos de la persona desaparecida o que no es encontrada y se añade la denuncia. Una de las premisas de la agrupación es que sin la denuncia efectiva no se realiza la difusión, para asegurar la seriedad de la información ante una situación de vulnerabilidad.

Ante esta metodología surgió la consulta sobre la posibilidad de difundir la fotografía de una persona menor de edad en el medio y cuál. “En la Convención Internacional de los Derechos del Niño, está contemplado el derecho a la privacidad y el resguardo de su intimidad. Esta medida encuentra un límite cuando existe un riesgo de vida de ese niño, niña o adolescente. Lo que se tiene que tener en cuenta es que una vez que aparece la persona, la imagen en el medio se tiene que borrar”, explicó.

Por su parte, la referente de Bahía Contra la Trata, Rocío Moa, también alertó sobre la fotografía que el medio elige para difundir la desaparición: “A veces se utiliza una foto sexualizada de las redes sociales, que forman parte de la vida privada de la persona y eso también forma opinión”, sostuvo. “Hay que repensarlo, porque los medios de comunicación tienen una responsabilidad social como formadores de opinión y la foto que se elige para publicar, crea conceptos que hacen revictimizar a esa niña o adolescente, además de la familia”, añadió.

También se mencionó el Alerta Sofía, que pone de relieve la posibilidad de hacer la denuncia inmediata, “Si un niño, niña o adolescente se pierde, los papás o quien esté al cuidado, va a la comisaría con la foto, la denuncia debe ser recibida, siempre que se pueda, se recomienda hacer la denuncia en Comisaría de la Mujer, porque tienen un equipo interdisciplinario, personal con otra perspectiva y formación sobre cuestiones vinculadas a Niñez, Adolescencia y Familia”, especificó la referente del Consejo local de Niñez, Vanesa Troncozo. Aunque a la vez reiteró que la denuncia se puede efectuar en cualquier comisaría.

Un dato final sobre el rol fundamental de los medios es justamente la posibilidad de hacer la onda expansiva de difusión ante situaciones que necesitamos que se comuniquen y por eso la corresponsabilidad en el valor de la palabra escrita y oral.

Por último, enfatizaron en el cambio de paradigma en la perspectiva de la niñez y adolescencia. “La familia, la sociedad y el Estado somos responsables en su atención, en su cuidado y en su protección. Por eso invitamos a repensarnos. Porque muchas veces sin querer, en nuestras prácticas tendemos a la derivación y no a la corresponsabilidad”, concluyó Giombi.

Autor: Redacción Ecodías