El galardón, que otorga la Academia Nacional de Ciencias, a cada disciplina cada tres años, en la edición 2022 evaluó el conocimiento en Matemáticas. En ese marco, el elegido fue el doctor Emilio Lauret, profesor asociado del departamento de Matemática de la UNS e investigador independiente del Conicet en el Instituto de Matemática de Bahía Blanca (Inmabb). “Me presentó la directora del instituto, María Julia Redondo. Es un premio de estímulo a la trayectoria y fue compartido con Daniel Galicer, un profesor de Buenos Aires”, comenzó.

Emilio es licenciado y doctor en Matemática de la Universidad Nacional de Córdoba, realizó un postdoctorado en la Universidad de Humboldt y estadías en el Instituto de Matemática de Oberwolfach, ambos en Alemania; y desde 2019 se desempeña en Bahía Blanca como profesor en las asignaturas Complementos de Análisis A, Geomoetría II y Matemática Además, cuenta con 27 artículos publicados en revistas de prestigio internacional, en diversas áreas de la matemática; ha participado en comisiones de evaluación, referatos, organización de seminarios y eventos en numerosas oportunidades, y también como anfitrión de profesores visitantes.

Respecto a su rol docente dijo: “Ya estoy en edad de dirigir tesis de doctorado. Así como cuando hice la mía, elegí a alguien que me dirija, ahora dirijo una tesis de doctorado y otra de licenciatura. Me toca a mí el trabajo de formar y no ser formado”; y sobre la investigación, explicó que trabaja en el área de geometría espectral inversa: “Surgió de un problema de Física y una forma de explicarlo es con una pregunta muy elocuente: ¿Se puede oír la forma de un tambor? Es un poco contradictoria porque uno no oye las formas. Las toca. Entonces la respuesta es ‘no’. Hay dos tambores que cuando uno los hace sonar, suenan exactamente iguales, pero tienen distinta forma. Yo esencialmente trabajo en eso pero con objetos mucho más abstractos dentro de la temática”.

Un campo apasionante

Según su visión, el nivel formativo que se ofrece en la UNS es muy bueno. “Lo más importante es que tiene una pendiente positiva: Está creciendo a pasos agigantados. Quizás en cuestiones numéricas, y si uno ve los rankings, estamos por debajo de ciudades grandes, pero crecemos. Todavía no se ha aplanado y eso se logra muchas veces trayendo gente de afuera, no siempre con la formación que hay acá alcanza. Y en eso estamos, con la intención de continuar agrandando el departamento de Matemática. Especialmente trayendo gente que haga investigación de calidad”, detalló.

Lo mismo ocurre frente a las posibilidades y oportunidades de continuar desarrollándose en alguna otra parte del mundo. “Casi es una condición necesaria. Estimulamos mucho a los estudiantes para que salgan y conozcan por fuera de la UNS. Es súper importante que en algún momento de sus vidas vivan una experiencia en el exterior y sepan cómo se manejan las cosas en otro lado. Eso abre la cabeza en la cuestión académica y en la vida misma”, sostuvo.

Al momento de elegir su carrera, una vez finalizado el secundario, el profesional ya contaba con alguien que se dedicaba a la matemática en su familia: “Mi hermano Jorge que, por cierto, ya ganó este premio hace 15 años. Entonces yo entendía que me gustaba la Matemática y tuve esa opinión experta de alguien que me hizo entender qué hacía un matemático, a diferencia de todos los otros jóvenes de secundaria que se inscriben un poco a ciegas en cualquier carrera”, recordó.

Fue durante el curso de nivelación que supo que estaba en el camino correcto. “En el momento en que me presentaron una demostración. Los matemáticos producimos teoremas, que son cosas que valen siempre porque vos lo tenés que demostrar. Cuando vi la primera, quedé fascinado con la matemática. Hoy se podría decir que somos una familia de matemáticos ya que mi esposa y la de mi hermano también se dedican a dicha área”, finalizó.

Autor: Redacción Ecodías