El Rotary Club Almafuerte propuso en nuestra ciudad un proyecto destinado a personas invidentes, que a pesar de tener características de ciencia ficción, es real y casi un hecho para algunos privilegiados.
Un sistema para que los ciegos puedan ver. Una máquina que capta imágenes y se las trasmite a las personas no videntes por medio de la lengua. La posibilidad de ver imágenes y formas.
Situaciones propias de películas futuristas, novelas de ciencia ficción o algún avance de esos que se experimentan en países lejanos. Pero el Proyecto Visión 2005 es una realidad que está muy cerca, y que pretende brindar una nueva forma de vida a personas ciegas.
El neurocientífico mejicano Paul Bauch y Rita estudió durante 30 años la posibilidad que a través de un sistema mecánico, las personas sin visión pudieran recibir las órdenes que el cerebro de cualquiera de nosotros recibe a través de los ojos. Así encontró lo que llamó plasticidad cerebral, que le permitió detectar que si no es el ojo el medio por el cual se decodifican las imágenes, puede haber otro órgano que cumpla esta función: la base de la lengua, con su importante concentración de terminaciones nerviosas, y que tiene mayor capacidad de recepción que los ojos.
Es por eso que comienza con el proceso de creación de un sistema que soporte el descubrimiento.
Volver a ver
El sistema parte de la premisa de que no vemos con los ojos, sino a través de los ojos, que vemos con el cerebro. Los ojos son un medio de recepción de imágenes, pero es el cerebro el que las decodifica. Por eso este proyecto Visión 2005 se llama sistema de sustitución sensorial, nos explica Genoveva Febrero, actual tesorera del Rotary Almafuerte, una de las afortunadas de ver el funcionamiento del Visión 2005 en la ciudad de Neuquén.
Justamente, el sistema llegó a Neuquén por intermedio del presidente del Rotary de esa provincia, Alberto Pesinei, quien viajó a Cuernavaca, Méjico, y tuvo contacto con los continuadores del fallecido creador que donó todos los derechos de su descubrimiento al Rotary Internacional para asegurarse del carácter solidario de su innovación.
En este momento en Neuquén este proyecto está funcionando en un ala del Concejo Deliberante porque no tiene un espacio. Pero gracias a un convenio que firmó el ministro de Salud de la provincia de Neuquén, se está realizando en Villa El Chocón un espacio para hacer la práctica del proyecto.
Tres etapas de una esperanza
El trabajo real de los invidentes con este proyecto consiste en 3 fases (en Neuquén se desarrolla el primer nivel de la capacitación). La primera es el trabajo del no vidente en gabinete, o sea sentado frente a un escritorio, con un panel de fondo oscuro al que le van agregando imágenes blancas, y que él puede percibir por medio de una cámara de video que se le coloca sobre el hueso frontal.
La cámara capta imágenes que transmite a un transductor, un aparato eléctrico del cual sale una cinta con 144 electrodos. Este equipo se apoya en la base de la lengua del ciego, produciéndole pulsiones eléctricas, que se transforman en vibraciones, llegan al cerebro, que las decodifica y las transforma en imágenes.
Yo tuve la posibilidad de ver cómo funcionaba este proyecto Visión 2005 y realmente no lo podía creer. Cuando lo vi no me quedó más remedio que creer, porque ver como un invidente empieza a percibir formas realmente es muy conmovedor, shockeante y a la vez muy maravilloso
En la primera etapa, todo se desarrolla con un panel oscuro de fondo, sobre el cual se aplican figuras de distintas formas, con el fin de poder desarrollar en aquel que nunca tuvo visión, la memoria visual. Cuando lo vi, el psicólogo le decía que suelte el cuello, porque el invidente no tiene movilidad en el cuello, porque ese movimiento que nosotros tenemos ellos no lo tienen. En la rehabilitación el paciente está conectado a una computadora que capta la imagen de la cámara de video y la imagen que trasmite el cerebro al invidente, lo que te permite tener noción de lo que percibe el invidente. El terapeuta por ejemplo le dice Buscame donde ves una luz. Entonces, la cámara capta el movimiento de la persona y la búsqueda de la luz y el recorrido que hace con la vista por el objeto, la cámara oscila y se fija en el objeto. Después se utilizan otras formas, números, cruces, de todo, realmente te das cuenta que ven, que pueden distinguir objetos, nos contó emocionada Genoveva.
La segunda fase será la de trasladarse con este equipo en un ambiente, y la tercera fase es la de salir al exterior, poder cruzar una calle, y descubrir un nuevo mundo oculto para los ciegos.
El problema con las fases futuras es el peso que tiene el equipo, por lo que un grupo de científicos de la Universidad de Wisconsin está trabajando en la miniaturizacion de los aparatos para poder trasladarlos fácilmente: Se habló de incorporar la cámara a un par de anteojos, incluso he visto imágenes donde hay dos cámaras, una para ver de lejos y otra para ver de cerca, que el invidente la va a poder mover con un zoom. Esa banda, con los electrodos que se pone en la base de la lengua, posiblemente va a ser montada con una corona en una muela.
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