En marzo de 2010 la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal había confirmado la sentencia del juez Ares de responsabilizar al periodista local Germán Sasso por difundir nombres y domicilios de menores en su programa de radio. Sasso apeló y el caso pasó a la corte provincial. Desde aquellos días hasta hoy nada se sabe del tema.

En un primero momento, el doctor José Luis Ares había decidido condenar al periodista Germán Federico Sasso a 4.000 pesos y dos días de arresto por infracción al Art. 94 quater del Decreto Ley 8031 ya que en septiembre de 2008, Sasso había difundido nombres y domicilios de menores en conflicto con la ley en su programa de radio “La Brújula”, que se emite por la repetidora local de Radio 10. La repudiable actitud, enmarcada en las peores prácticas profesionales -independientemente de que se cuente o no con título habilitante de “periodista”- le valió al periodista la apertura de la causa 5375/08 “Páez Alejandrina A. denuncia presunta infracción al Art. 94 quater el Decreto Ley 8031/73” que finalmente derivó en la condena de Ares.
En el transcurso del procedimiento Sasso buscó desentenderse del delito cometido, alegando excusas banales tales como que los nombres de esos niños ya se habían difundido por Internet e invocando la presencia de sus compañeros Martín Noir, Jéssica Rípodas y Virginia Pascual. Ninguno esgrimió la defensa de su irreverente colega. Ya condenado, el periodista que alardea el cumplimiento estricto de las leyes en materia penal, apeló la decisión del juez por lo que tomó intervención la Sala II de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal. Sus integrantes, doctores Alfredo Hernán Mones Ruiz, Hugo Ángel Cavallaro y Guillermo Emir Rodríguez, confirmaron la responsabilidad de Sasso aunque se diferenciaron de Ares en cuanto a la condena, bajándola a 1 día de arresto y 2.474 pesos.
La confirmación de la sentencia no significa que el periodista haya cumplido su condena. Sasso volvió a apelar, pasando la cuestión a la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires. Esto ocurrió en marzo y desde aquel mes hasta estos días nada se supo del caso Sasso y la condena que debería cumplir por haber revelado nombres y domicilios de menores, una violación cuyo conocimiento es básico hasta para los ingresantes a cualquier carrera comunicacional.
Se trata del mismo Sasso que hoy, borroso en los colectivos de Plaza junto a su compañero de andanzas, con arreglo de por medio hace lo mismo de siempre en Radio Universal, cuyo dueño habría sido denunciado por agarrar a los sopapos en la sala de prensa de la Municipalidad a una periodista, justamente compañera de Sasso en el programa La Brújula.
Condenado por revelación de nombres de menores, no arrepentido de sus actos, seguro de volverlos a repetir y nada solidario con su compañera aparentemente agredida físicamente. Pareciera que ese, el de Sasso, es uno de los modelos de periodista mercenario que se intenta imponer en Bahía Blanca desde algunos sectores.

Los dichos lamentables
Uno de los comentarios nada felices realizados por Sasso en La Brújula durante 2008 y que le valió la denuncia fue el siguiente (luego siguió la lista de nombres y domicilios de los menores): “Vamos a dar la lista de los cinco, diez menores más bravos, más -¿como podríamos decirlo?- más peligrosos, más incontenibles de la ciudad de Bahía Blanca, con nombre, apellido y domicilio. Más allá de que sean menores, el interés público está por sobre todas las cosas”. Notable…