Micaela Mato es una de las tantas jóvenes que eligen el fútbol como deporte. Hace un año comenzó a entrenar, primero como defensora y luego, quedó en el arco. Sin dudas que obtener el campeonato del Torneo Pampeano la motivó para seguir apostando por su formación en ese puesto.

En febrero del 2022, arrancó en el puesto de defensora en el club Armonía. “Me torcí el tobillo, por lo que estaba retomando los entrenamientos y un día no vino la arquera y me lo proponen a mí. Empecé con dudas, jugué una semifinal, donde atajé un penal y la final”.

Cuando decidió que ese sería su puesto, continúo en la búsqueda de formación, así surgió el cambio de club y llegó a Municipales, que tiene a la Pitu, una arquera con años de experiencia. “Arranqué en julio, con ganas de que me transmita todo lo básico para seguir jugando y seguir aprendiendo, todavía no jugué mucho en municipales, pero se me abrió esta posibilidad de la selección que no lo esperaba y la verdad no tenía tantas expectativas”, recordó.

La convocatoria fue en agosto del 2022 para jugadoras de todos los clubes: “No fui convocada en el primer llamado. Me incorporé en la tercera semana, porque era nueva en el puesto y había otras arqueras con más experiencias. Cuando se bajó una arquera que iba de titular, me llamaron para sumar una cuarta arquera en el plantel, así que cuando me sumé era todo nuevo para mí” relató Mato.

En la lista fueron convocadas alrededor de cuarenta mujeres de los diferentes clubes, pero con el transcurrir de los días se fueron bajando, porque tenían que priorizar otras cosas, como el club, la familia o el trabajo. Por lo que el plantel fijo era de veinte personas.

“Fue muy difícil también para aquellas que decidieron estar, porque algunas de las chicas son mamás, otras trabajamos en clubes o en otros lugares, y teníamos que organizar todo para ir a entrenar, nos ayudaron mucho con los horarios, para cumplirlos antes o después, cada una se arregló para poder estar”, sostuvo.

Ser arquera

En general este puesto requiere de un entrenamiento aparte y para Mato, eso es lo que atrasa a las arqueras, que en los clubes no tienen un entrenamiento específico.

“Se están abriendo escuelitas de arqueros y de arqueras, pero muchas veces no tenemos dónde aprender las chicas, porque la prioridad es el masculino, si hay un entrenador en el club ese se dedica a la primera, reserva, cuarta o quinta”.

“En nuestro caso tenes que pagar un entrenamiento diferenciado, estoy haciendo la inversión de pagarme dos o tres clases por semana. En el fútbol femenino todo lo que hagas sale de tu bolsillo, no te lo banca nadie, salvo que vayas a un club y pagues una cuota altísima, tal vez podrás tener algún beneficio”, sentenció.

A pesar de esta realidad, agregó que “cada vez hay más jugadoras para casi todos los puestos, menos para arquera. Hay cada vez más, más jóvenes y mejores”. “Creo que el fútbol femenino está creciendo mucho. Tanto en la reserva como para las más chiquitas, que recién arrancan. Esto también, surge de la familia, y se está abriendo más, se acercan a la cancha y aceptan que también las nenas puedan jugar al fútbol y obviamente va creciendo el nivel y va a ser cada vez más interesante”, auguró.

Recorrido del Torneo

Se lanzó de lleno a los entrenamientos de la selección, aunque “sentía que estaba un pasito más atrás, hasta que pasó un mes y dije estoy al mismo nivel que el resto. Estaba igual que todas las que estaban yendo a entrenar, porque le ponía actitud, porque miraba videos, porque entrenaba diferenciado y pagaba aparte mi clase”, se dijo internamente.

Fue avanzando, entrenaba también con el equipo de Municipales, recibió el apoyo de la familia y sus amistades. “Tenía compañeras que me decían, Mica no estás lejos de nada, sólo tenés que tener la actitud de querer mejorar y aprender, y así fue”.

“Después de la semifinal en Tandil empecé a recibir mensajes de felicitaciones de gente que ni me conocía. Vi tus pasos, estás creciendo como arquera, mejoraste un montonazo y eso te ayuda a tenerte confianza” argumentó.

En la primera etapa del torneo jugó solo un partido, luego del receso de verano, en febrero arrancó como titular. Jugó los partidos de ida y vuelta de semifinal y final.

“Sentí que estuve en la instancia más importante, eso sirvió para pulirme, darme confianza y poder estar lo más motivada posible, porque al principio iba con dudas si iba a jugar o no, si iba a ser tenida en cuenta, me sirvió mucho conocer al resto, aprender, ver a otras compañeras, te motiva muchísimo. Iba como cuarta arquera y un día había una menos, después otra menos y así terminé en el arco” sintetizó.

Autor: Redacción Ecodías