La fiesta del Bicentenario superó las expectativas de la población, los medios y el gobierno nacional. Hay quienes piensan que fue un giro histórico cuyas consecuencias se vislumbrarán con el paso de los meses. La Agencia DsD (Diarios sobre Diarios) publicó sus informe del día 26 y 27 analizando cómo lo vieron los medios de la ciudad de Buenos Aires.
 
La clausura de la celebración por el Bicentenario brilla en las tapas (día 26)

Todos los matutinos porteños destacan que los espectáculos de cierre reunieron a “más de dos millones” de personas en el centro de la Ciudad de Buenos Aires. Para Ámbito, fue la movilización “más grande en la historia del país”.

El día 26 de mayo, y por quinta jornada consecutiva -según el impecable análisis realizado por la Agencia DsD-, casi todos los matutinos porteños alteraron el diseño habitual de sus primeras planas para amplificar la celebración por el Bicentenario de la Revolución de Mayo. El énfasis estuvo puesto en la muchedumbre -se habló para la jornada del 25 de “más de dos millones de personas”- reunida en el centro porteño, donde se realizaron los eventos de clausura del festejo, con la presencia de los principales presidentes sudamericanos. 
Clarín destinó casi la totalidad de la tapa al Bicentenario, titulando “Festejo histórico, más allá de las diferencias”. Debajo de una imagen de una avenida 9 de Julio repleta, anunció que “dos millones de personas participaron durante todo el día en el final de las celebraciones”, opinando que “Culminaron así cinco jornadas con una concurrencia inédita y un fuerte sentimiento compartido”. En recuadro, agregó que “Cristina destacó el ‘patriotismo y alegría’ de las celebraciones”.
Ese día 26 el conservador diario La Nación construyó una portada dedicada exclusivamente al festejo patrio. “El país se volcó a las calles y coronó un festejo histórico”, titulaba comentando que en la “Capital, más de dos millones de personas asistieron a la celebración del Bicentenario”. Por supuesto, en continuidad con el enfrentamiento ideológico que mantiene con el gobierno nacional contrapuso que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner “llamó a la unidad, aunque excluyó de los festejos a casi toda la oposición”. Por otra parte, el periodista Joaquín Morales Solá sólo tuvo ojos en esos días festivos para atribuirle a la presidenta una “obsesión por dividir y fracturar”. 
Bajo el rótulo “Canción con todos”, Página/12 consignó que “Millones de personas protagonizaron en las calles la culminación de los festejos por el Bicentenario”, y rescató que Cristina Fernández “convocó a construir una nación para todos ‘con más libertad, más igualdad, más distribución de la riqueza’, al inaugurar el Salón de los Patriotas Latinoamericanos”. 
Ámbito Financiero utilizó la mitad superior de la portada para anunciar que el “Bicentenario logró la movilización más grande en la historia del país”, ya que hubo “Casi siete millones de personas durante cinco días; más de dos millones ayer (25) sólo en la Capital Federal”. Según Ámbito, se “trató de una fiesta magistral que pareció ignorar, además, las pujas políticas”. 
El Cronista salió el 26 de mayo a las calles con un diseño de primera plana retro, como era su tapa hace cien años. Priorizó que “Los argentinos inundaron Buenos Aires y se adueñaron de la celebración del Bicentenario”, incluyendo en página 3 que “El Bicentenario cerró con fiesta y discursos conciliadores pero con actos separados”. 
Los diarios Popular y Crónica pusieron también el acento -desde la imagen- en la importante presencia de mandatarios latinoamericanos en la fiesta del 25, exhibiendo a Cristina Fernández rodeada de los presidentes Lula Da Silva (Brasil), Hugo Chávez (Venezuela), José Mujica (Uruguay), Sebastián Piñera (Chile), Rafael Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia) y Fernando Lugo (Paraguay).

Disienten sobre el sentido de la participación del Bicentenario (día 27)

Tan sólo un día después, se pudo visualizar la disputa que las grandes empresas periodísticas mantienen con el gobierno nacional. La Nación -sin más fuente que su palabra- comunicó que el Gobierno buscaba réditos tras el Bicentenario mientras Clarín posaba su mayor atención -e interés- en el “inusual gesto de concordia” manifiesto entre diputados de diversos bloques. Alineado, Página/12 concluía que la masiva movilización había beneficiado al Ejecutivo.

Pese a perder el elevado protagonismo mediático de las jornadas anteriores, la celebración por el Bicentenario de la Revolución de Mayo seguía el día 27 bajo la lupa de la prensa gráfica editada en la Ciudad de Buenos Aires. Con matices, algunos diarios porteños se dedicaron a analizar los efectos políticos de la histórica concurrencia a los festejos. 
Desde perspectivas diferentes, Clarín, La Nación y Página/12 destacaron las derivaciones políticas del festejo patrio, mientras los llamados diarios económicos retornaban a su materia: Ámbito Financiero priorizaba un reclamo de un funcionario brasileño por trabas en el comercio bilateral, y El Cronista editaba al “plan financiero argentino” en problemas. En tanto, el matutino Crítica cumplía semanas fuera de circulación por un profundo conflicto salarial. 
Clarín usó la parte superior de la tapa para presentar “Congreso: inusual gesto de concordancia política”. Al respecto, planteaba que “Los diputados de todos los bloques dejaron de lado peleas y chicanas habituales” y “en la plaza del Congreso se juntaron en un homenaje a Mariano Moreno”. La pequeña imagen fotográfica exhibía a una docena de legisladores, entre oficialistas y opositores. 
“El Gobierno busca un rédito político del éxito de los festejos”, encabezó el 27 La Nación, y destacó que la “Casa Rosada lo tomó como un ‘respaldo’ de la gente y habla de una suerte de relanzamiento de cara a 2011”, incluyendo “posibilidad de que haya cambios en el gabinete para consolidar la nueva imagen”.
Bajo el título “El Efecto Bi”, Página/12 se hizo eco inmediato de los encuestadores que aseguraron que el festejo popular “‘marcó una gran necesidad de participar’, que dejó al Gobierno mejor posicionado que a la oposición y que quedó en evidencia que no existe la crispación generalizada que plantean algunos medios”. Además, consignó en su edición que funcionarios del Ejecutivo le “atribuyeron a la Presidenta el rol central en la concepción de los festejos y consideraron que perdieron fuerza ‘los mitos instalados por la oposición’”.