Nació en Bahía Blanca, estuvo secuestrada en “La Escuelita” y se refugió en los Estados Unidos en 1979.
Autora de varias obras y luchadora por la Verdad y la Justicia, Alicia Partnoy escribe contando su experiencia en los años del Terrorismo de Estado.
“Venganza de la manzana” es uno de sus libros, que vuelve a reeditarse, y que Alicia quiso presentar en Bahía Blanca para, señala, seguir construyendo el camino a la justicia.

“Me aislaron de mi gente y hoy a mi pueblo vuelve mi canto doble como un eco. Y a pesar de los obscuro de este destierro, se enciende hoy mi poesía contra un espejo”.
Este es uno de los párrafos de “Canción de la Exiliada”, poema del libro “Venganza de la manzana” de la autora bahiense Alicia Partnoy. No es un párrafo cualquiera, sino aquel al que podría acudirse cada vez que Alicia vuelve a pisar la ciudad, su ciudad.
Nacida en Bahía Blanca en 1955, Alicia estuvo secuestrada durante la última dictadura militar en el centro clandestino de detención “La Escuelita”, que funcionara en dependencias del V Cuerpo de Ejército de Bahía Blanca.
Por esa razón en 1979, debió partir hacia Estados Unidos, donde actualmente reside. Allí continuó su militancia en búsqueda de la Verdad y Justicia respecto a lo que sucedió durante la dictadura genocida.
Fue de aquella dura experiencia que nace una de sus obras, “Venganza de la Manzana”, cuyos poemas van relatando lo vivido en “La Escuelita”. “Canción de la Exiliada y “Testimonio” son quizás los testimonios más claros.
El libro vio la luz a principios de los años 90, y vuelve a reeditarse en la actualidad. Por ello la autora arribó a Bahía Blanca, días atrás, para presentarlo nuevamente en sociedad.
EcoDias pudo dialogar con Alicia quien trasmitió la importancia de reeditar los poemas: “Es fundamental para mí que este poemario vuelva a mi tierra, a mi ciudad, después de haber transitado por el mundo en edición bilingüe durante 18 años. Esto se da por iniciativa de Diego Rosake, editor de Hemisferio Derecho Ediciones, quien encuentra algunos poemas de ese libro en un sitio del Internet y decide darme esta oportunidad”.
Presentarlo en su Bahía tiene un toque especial y son diferentes los sentimientos que se cruzan en Alicia cada vez que vuelve a su tierra: “Las sensaciones son distintas, pero siempre es un lugar marcado por el recuerdo del horror y también de una solidaridad sin límites, la de quienes dieron la vida por un cambio social, y la de sus familiares, que con el dolor a cuestas, son tremendamente generosos a la hora de valorar mi trabajo de testigo”.

Espacio de encuentro
Se trata de un momento muy especial, reconoce Alicia al hablar del libro y de la presentación. Por ello no puede dejar de recordar un evento similar por otra obra suya cuyas sensaciones desea que se repitan: “En el 2006 volví a presentar otro viejo libro que circulaba hacía dos décadas en traducción al inglés. En esa oportunidad cientos de personas vinieron al evento en la UNS, donde cursaba allá por los setenta con mis amigos desaparecidos. Fue muy emocionante leer el relato del nacimiento del bebé de Graciela Romero de Metz en presencia de su hija y sus nietos. Advertí allí la necesidad de ese espacio de encuentro, para mí y para quienes asistieron”.
Esa experiencia sirvió para fortalecer los recuerdos y los testimonios en un momento que no era cualquiera para la Argentina ya que reinaba la angustia por la desaparición de Jorge Julio López y las amenazas a los testigos de las causas que investigaban a los represores de la dictadura: “Ahora se trata de un poemario cuya obra ha circulado en pósters en los subterráneos y colectivos de ciudades como Nueva York y Washington. Ha sido musicalizada y cantada por diversos artistas y estudiada en cientos de escuelas y universidades del exterior. Los poemas, recitados inicialmente en la cárcel de Villa Devoto y difundidos gracias a la solidaridad de Olga Vallasciani en Bahía en los ochenta, podrán al fin encontrar un lugar en las bibliotecas de los bahienses y en los corazones de quienes sientan que esa música es también la de ellos. Nuevamente espero que la presentación sea un foro para seguir construyendo hacia la justicia”.
Tal vez haya muchos que, por una cuestión de edad y porque recién se están arrimando a conocer la historia, no conozcan lo vivido por Alicia y por cientos de personas en “La Escuelita”. Tal vez “Venganza de la manzana” sirva para acercarlos a aquellos años de Terrorismo de Estado: “Este es mi primer poemario, es un libro joven escrito entre los 20 y los 30. Muchos de los poemas tienen que ver con la resistencia directa a la represión y al silenciamiento al que te lleva el exilio forzado en una tierra donde se habla inglés. El trabajo de los poetas de la guerra civil española produjo un gran impacto en mí en aquellos días y se pueden ver sus huellas en estos poemas”.

Siempre presente
La labor de Partnoy respecto a la lucha por los derechos humanos, la Verdad y la Justicia no acaba solamente en su faceta poética. Alicia es testigo en las causas que se siguen a los represores, espera con ansiedad el juicio y se esperanza en la gente que trabaja para que la justicia llegue: “Siempre estoy al tanto y dispuesta a continuar mi labor de testigo hasta que la justicia sea realidad. Creo que hemos avanzado mucho pero queda bastante por hacer. Me esperanza ver la labor de gente joven, que continúa lo comenzado por los pioneros. Me da fuerzas ver el trabajo de aquellos que nunca dejaron Bahía Blanca y siguieron su batalla por la justicia y la conciencia”.