Diez años después de que Estados Unidos lanzara la bomba nuclear sobre la ciudad de Hiroshima, una de las supervivientes, Sadako Sasaki contrajo leucemia debido a las radiaciones de la misma.
“Eso ya nos unió. Así que comenzamos a investigar, tanto sobre las grullas como el origami y encontramos que la grulla simboliza el amor, la amistad, la esperanza, la bondad, los buenos sentimientos”, contó la referente de Ayuda Le, Teresa Castillo: “Cuando uno dobla una grulla para sí mismo, es por un anhelo personal pidiendo un deseo”.
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La grulla en Japón es símbolo de vida, y se lleva a las personas enfermas para desearles pronta curación. Doblar una grulla significa cien años de vida, y doblar mil grullas alarga la vida un millón. Como para no entusiasmarse con tanta información más allá de cada creencia, solo un poco de alimento a nuestra alma deseosa de buenas noticias.
Por ese motivo, desde la agrupación decidieron proponer a cada persona que quiera participar, elaborar una grulla de papel para llegar a los mil ejemplares que estarán en la Plaza Rivadavia el 15 de febrero, en la actividad que se realiza anualmente por el Día del Cáncer Infantil.
“Habrá miles de grullas volando. Miles de grullas silenciosas de papel, que se mecen, que bailan con el viento”, expresó Castillo, en comunicación con El Digital de Bahía.
En esa línea, afirmó: “Apostamos a la esperanza como bandera en cada caso que se presente de esta enfermedad que acosa a tantos niños; desde cada paciente y familia en particular, como en la investigación para su cura, en cada grupo solidario u ONG como nosotros que trabajan cada día para una mejor calidad de vida acompañando, ayudando, difundiendo, concientizando”.
Las grullas serán recibidas en la sede de Ayuda Le, Roca 298, hasta el 1 de diciembre.
HISTORIA DE SADAKO Y LAS MIL GRULLAS
La consigna de crear las mil grullas de papel se remonta a la historia de una de las pequeñas víctimas de la bomba de Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial.
Sadako Sasaki tenía dos años cuando cayó la bomba en Hiroshima. A los doce años como consecuencia de la irradiación los médicos le diagnosticaron leucemia. Cuando la pequeña Sadako estaba en el hospital, su amiga Chizucho le contó la historia de las mil grullas de papel. La historia consiste en que, si deseas algo con mucha fuerza y construyes mil grullas de papel con papiroflexia, el mayor deseo que anhelas se hará realidad.
A pesar de que su familia no podía pagar por papeles, Sadako continuó haciendo grullas de origami con otros materiales, como envoltorios de su medicina y papeles de regalo.
Es así como Sadako deseó curarse de su terrible enfermedad y para ello se propuso construir por sí misma mil grullas de papel, aunque no logró conseguirlo porque falleció mucho antes de poder acabarlas todas.
Murió en octubre de 1955 y sólo había conseguido plegar 644 grullas de papel. Sus amigos continuaron su misión y completaron las mil grullas, con la esperanza de la sanidad y la paz entre todos los países del mundo.
La estatua de Sadako con una grulla en su mano está en el Parque de la Paz de Hiroshima.
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