El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) fue creado el 5 de febrero de 1958 a través del Decreto Ley N° 1291, como una respuesta a la necesidad de contar con un espacio académico que promoviera la investigación científica y tecnológica en el país.

Su primer presidente fue el Doctor Bernardo Alberto Houssay -Premio Nobel de Fisiología y Medicina en el año 1947-, quien le infundió una visión estratégica expresada en claros conceptos organizativos, que sostuvo a lo largo de un mandato que duró hasta el momento de su muerte en 1971.

Se lo creó como un organismo autárquico o autosuficiente, que sólo dependía de la Presidencia de la Nación y fue dotado con una amplia gama de los instrumentos que se juzgaban adecuados para elevar el nivel científico y tecnológico al promediar el siglo XX.

Se dedicaba a los mismos ejes de acción que aún mantiene: Las carreras de investigador científico y tecnológico y de personal de apoyo a la investigación, el otorgamiento de becas para estudios doctorales y postdoctorales, el financiamiento de proyectos y unidades ejecutoras de investigación y el establecimiento de vínculos con organismos internacionales -gubernamentales y no gubernamentales- de similares características a las propias.

En el presente, conserva su categoría de ente autárquico del Estado -bajo la órbita de Jefatura de Gabinete de Ministros- y su misión de promover y ejecutar actividades científicas y tecnológicas en todo el territorio nacional en las distintas áreas del conocimiento: las Ciencias Agrarias, de Ingeniería y de Materiales, las Ciencias Biológicas y de la Salud, las Ciencias Exactas y Naturales y las Ciencias Sociales y Humanidades.

El Conicet, reúne a investigadores de todas las áreas disciplinarias, quienes desarrollan sus tareas mayoritariamente en Universidades Nacionales, en organismos de investigación en ciencia y tecnología y en unidades ejecutoras propias o en asociación con otras instituciones; también promueve la investigación y el desarrollo científico-tecnológico en todo el país y la formación de recursos humanos de excelencia y cuenta con un sistema de evaluación actualizado según la experiencia propia y la internacional acumulada, que contempla y pondera la calidad de los proyectos de investigación presentados, la productividad derivada de ellos, así como la trayectoria de individuos y de grupos de investigación.

Además de representar una fuente de información y asesoramiento tanto para los distintos estamentos del Estado Argentino, como para la actividad privada.

Producir una mejor calidad de vida

Mientras el organismo estatal atraviesa un gran déficit en cuestión salarial, continúan manteniendo su compromiso social. Una de las investigaciones recientes y más avanzada es la de encontrar un antídoto para la enfermedad del dengue.

El periódico Ecodías consultó con la directora del Conicet Bahía Blanca, Silvia London, para conocer la visión de este periodo del organismo a nivel local y nacional, a lo cual, la entrevistada sostuvo que “se pueden destacar diversos aportes, dar un ejemplo concreto es difícil porque uno tiene que ver que en cada periodo se realizaron distintas investigaciones”.

Para poder mencionar un ejemplo se situó en el periodo actual del organismo y eligió el área de biotecnología, que consideró “muy prolifera” en este tiempo y que tuvo reconocimiento en la comunidad científica: “La tecnología HB4, que permite obtener semillas de trigo y soja más tolerantes a la sequía, como las patentes de fotosíntesis y rendimientos de cultivos; El ácido ribonucleico, ARN, que es una biomolécula que contiene información genética copiada del ADN para una agricultura sustentable; biofármacos que tienen propiedades neuroprotectoras. Lo más reciente fue la búsqueda de para prevenir y tratar la infección que transmite el dengue con la cáscara roja del maní. Hay avances importantes en este sentido”, enumeró la investigadora, sólo para mencionar algunos.

En una visión general sobre la situación actual del organismo estatal, London sostuvo que la principal dificultad es mantenerse en funcionamiento por el escaso presupuesto destinado a los salarios. “Son muy bajos y pocos competitivos para que las personas decidan permanecer haciendo investigación”, afirmó.

Asimismo, esto conlleva a otra problemática, que es la falta de nuevas incorporaciones, ya que “cuando uno tiene una nueva línea de investigación, necesita tener personal que ingresa a la carrera de investigación o becarios, además del personal de apoyo, que es una carrera específica que tiene Conicet”, y agregó que además, “este equipo tiene que ir formándose en el mantenimiento y uso del equipamiento específico”. Por ese motivo, los equipos de trabajos de investigación que usualmente cuentan con personal de apoyo, en este momento, deben prescindir de él.

Organismo local

El Conicet Bahía Blanca fue creado el 13 de junio de 2007 se conforma por doce instituciones de investigación. Todas tienen una doble dependencia, responden a la Universidad Nacional del Sur (UNS) y al organismo a nivel central. Ellas son el Centro de Recursos Naturales Renovables de la Zona Semiárida (Cerzos), el Instituto Argentino de Oceanografía (IADO), el Instituto de Investigaciones en Ingeniería Eléctrica (IIIE), el Instituto de Matemática de Bahía Blanca (Inmabb), el Instituto Geológico del Sur (Ingeosur), el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Bahía Blanca (Inibibb), la Planta Piloto de Ingeniería Química (Plapiqui), el Instituto de Ciencias e Ingeniería de la Computación (ICIC), el Instituto de Física del Sur (Ifisur), el Instituto de Ciencias Biológicas y Biomédicas del Sur (Inbiosur), el Instituto de Química del Sur (Inquisur) y el Instituto de investigación especializado en Ciencias Económicas y Sociales (Iiess).

También se creó la Unidad de Apoyo Territorial (UAT) que coordina los recursos humanos y establece el nexo con la sede central y brinda algunos servicios específicos para investigadores locales, nacionales y algunas empresas como pueden ser Rayos X, microscopía electrónica, y microplastía.

“El organismo tiene un vínculo muy estrecho con el medio, y una larga historia”, aseguró la máxima referente, y puntualizó que “hay una gran presencia territorial en la ciudad, si bien la sociedad en su conjunto no tiene mucho conocimiento de estos servicios. También hay una relación con el medio socioeconómico y autoridades locales, que puede variar de acuerdo al gobierno de turno, pero el intercambio siempre existió”.

En esa línea, remarcó que las áreas más exploradas son la portuaria, la agrícola, la agroindustrial, la química y la bioquímica.

CONOCÉ EL CONICET
A sus 67 años de existencia y a pesar del contexto adverso que vive desde el año pasado por el ajuste de su presupuesto al mínimo histórico, los despidos de parte de su personal y la baja de muchas becas, entre otros obstáculos a su desempeño; el Conicet resiste, sigue trabajando y constituyendo uno de los activos más importantes del capital nacional en materia científica y tecnológica.
Una celebración opacada por la situación ya mencionada, aunque recibe el apoyo y las felicitaciones por el aniversario y las palabras de aliento de instituciones colegas y todos quienes valoran el Conocimiento.
Toda la información sobre los trabajos de investigación que están llevando a cabo desde el Conicet se puede encontrar en la página web: www.conicet.gov.ar

Autor: Redacción Ecodías