La emblemática entidad cumplió 52 años el pasado 19 de septiembre, una reivindicación que sigue fiel a su misión de rehabilitar a toda persona ciega o con baja visión para que pueda disfrutar la vida social, laboral y educativa.

Desde el comienzo de la emergencia sanitaria, se adaptó a las nuevas condiciones. “Las actividades que se están haciendo al día de hoy son todas vía online. Se están haciendo atenciones psicológicas, la trabajadora social está atendiendo, el profesor de informática también. Todas las actividades que no necesitan de presencialidad se están haciendo de manera remota”, expresó la presidenta de la Comisión Directiva, María Elena Busso.

Actualmente, “estamos en preparativos para poder tener todos los recaudos necesarios para iniciar las actividades en este tiempo venidero con la presencialidad de manera progresiva y flexible ante cualquier situación de aparición de contagios. Todo esto lo estamos haciendo muy cuidadosamente porque los destinatarios de Braille son personas adultas, en edad de riesgo, con enfermedades autoinmunes y discapacidad visual”, destacó.

El Centro Luis Braille se sostiene gracias a su Comisión Directiva, el soporte de colaboradores y colaboradoras, el aporte de socios y socias, el respaldo de la Red Nacional de Talleres Protegidos e instituciones afines, la ayuda de empresas locales y el apoyo estatal que incluye a Nación, Provincia y Municipio.

“La Red nos ayudó a visibilizar la temática de la Discapacidad y poder instalarnos de a poco en la agenda política. Para esto necesitamos políticas públicas que realmente se ocupen de estos sectores más vulnerados e invisibilizados desde hace mucho tiempo”, especificó Busso.

En los últimos meses, la Institución firmó convenios con Anses, el Honorable Concejo Deliberante y el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca. Además, logró que la Agencia Nacional de Discapacidad le aprobará un proyecto que potenciará y fortalecerá a su Taller Protegido de Producción.

Autor: El Digital de Bahía