CreeSer Bahía es una ONG creada en el 2010 a raíz de la iniciativa de un grupo de padres, madres y docentes de la escuela Nº 503. La idea comenzó por la preocupación de las familias de personas en situación de discapacidad que tenían la inquietud de saber qué hacer cuando sus hijos e hijas egresaran del sistema educativo. El cuadro de situación refería a la escasez de oportunidades, sobre todo en la utilización del tiempo libre, la autonomía para su vida adulta, y la inclusión en el mundo del trabajo.

El grupo original comenzó a funcionar en calle Manuel Molina 9, en un espacio cedido por la familia Adrover, hasta el 28 de diciembre de 2021, fecha en la que pudieron mudar su trabajo y sueños a la sede propia. La primera evaluación señala que es fruto del trabajo totalmente voluntario de integrantes de una organización a la que la comunidad bahiense le brindó su apoyo a través de personas, empresas e instituciones.

El accionar de CreeSer está atravesado por la decisión de contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de las personas en situación de discapacidad, trabajando en beneficio de su inclusión social y laboral en igualdad de oportunidades. Brega, además, por el cumplimiento de sus derechos ciudadanos, así como el logro de una plena autonomía y autodeterminación.

La coordinadora de la ONG, Graciela Guerra, en el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, conmemorado todos los 3 de diciembre, expuso: “Lo que se trata es de hacer valer sus derechos por su condición de persona, a partir de allí seguimos trabajando y creciendo y nuestro gran objetivo fue obtener un lugar propio”.

En el año 2017 el Municipio de Bahía Blanca les cedió un terreno en comodato y desde 2019 pudieron comenzar a construir. Resaltan el trabajo del martillero público Francisco Casquero, titular de la firma Fin del Mundo Remates e hijo de una de las voluntarias de la ONG, quien se solidarizó con la causa. Bajo su coordinación, diferentes empresas y personas apoyaron la iniciativa de contar con casa propia.

“Como dijimos en la inauguración, cada uno de los participantes es un pedacito de historia, desde la primera comisión, los primeros voluntarios, profesores voluntarios hasta los que están hoy. Es muy gratificante el logro”, expresó Guerra. La sede lleva el nombre de Francisco Casquero, a pedido de la juventud que integra CreeSer, en una decisión colectiva de reconocimiento hacia quien se constituyó en padrino de la organización.

Como no podía ser de otra manera, la estructura también tiene características inclusivas por su accesibilidad arquitectónica. Se trata de un edificio con rampa de acceso para personas con movilidad reducida o sillas de ruedas, llegando desde la calle hasta el interior sin dificultades. Posee además baldosas podotáctiles, con un color contrastante para que las personas con dificultades en la visión puedan acceder. También presenta facilidades para personas ciegas, ya que existen guías y baldosas de prevención para que detecten los obstáculos con los bastones.

En el interior poseen mesadas accesibles para personas en sillas de ruedas, baño también accesible. Los carteles indicadores son utilizables por personas que no tengan lectura según el alfabeto convencional, ofreciendo de manera adicional en pictogramas y Braille. “Todas estas cuestiones nos gratifican doblemente”, expresó la coordinadora.

“Lo que hicimos fue pensar cada espacio, que es muy simple, y no construir algo inaccesible, porque justamente estamos trabajando para eliminar barreras a la accesibilidad, a la participación y al aprendizaje. Por lo tanto no podíamos obviar en construcción este derecho a nuestros jóvenes”, sostuvo en el diálogo mantenido con la Cooperativa de Trabajo Ecomedios.

Actividades inclusivas

Desde CreeSer brindan charlas, capacitaciones, articulación con otras ONGs de la comunidad. Se realizan talleres a los que asisten personas desde los 6 años hasta otras de más de 60. Una de las características principales es que las personas que participan pueden optar por elegir cuál taller van a realizar según sus propios intereses.

Los talleres y clases se dictan de lunes a viernes y se trata de alfabetización, autonomía para la vida adulta, panificados, cocina y repostería, arteterapia, tiro con arco adaptado, radio, comedia musical y servicio de vajilla, lo que lleva a una salida laboral, autonomía y autodeterminación, lo que ratifica uno de los propósitos de la entidad.

Actualmente asisten cuarenta personas en situación de discapacidad apoyadas por sus familias y profesionales que la coordinan. “Nos autodenominamos la gran familia CreeSer”.

Entre quienes voluntariamente dictan talleres se menciona a Natalí Baridón, Julia de Gaetano, Gimena Valdemorros Patrault, Waly Ortiz, Diego López Guevara, Sofía Bouzón, Marisa Canosa, Jorge Manzini, Fernanda Adrover, Agustina Casali, Carolina Romano Daglio, María Rey Chapur, y Sonia Ponte a cargo del servicio de vajilla.

Autor: Redacción Ecodías