La ONG desempeña su trabajo en Bahía Blanca y la zona desde el año 2005, cuando se formó como respuesta al silenciamiento social que había sobre el tema. Si bien, a comienzos de los 2000, se había modificado el código procesal penal, donde se tipificaba este tipo de delito y se creó el Centro de Asistencia de Víctimas, aún no había una organización que acompañara y asesorara a las víctimas o a las familias.

La referente de Creer Sí, Clelia Severini, explicó: “La gente todavía tenía mucho temor, mucho prejuicio para hacer una denuncia y pedir ayuda. Es por eso que muchos profesionales que trabajamos en distintas instituciones decidimos fundar esta ONG”.

“En un principio, el objetivo fue difundir, dar a conocer este tema, crear conciencia, enseñar a la gente que debía pedir ayuda, debía solicitar orientación, debía denunciar. Comenzamos dando talleres en escuelas, en instituciones barriales, organizábamos jornadas con profesionales que traíamos de Buenos Aires, hacíamos cine debate, intensificábamos las tareas el 19 de noviembre”, enumeró: “Estamos convencidos de que cuanto más se sepa de un tema, mejor se lo va a poder enfrentar”.

Con el tiempo, detectaron la necesidad que tenían tanto niños y niñas como adolescentes, de recibir tratamiento psicológico. Así, se propusieron sumar un nuevo objetivo, y a partir de 2010 cuentan con la posibilidad de ofrecer ese servicio de forma gratuita, y acompañamiento a sus grupos familiares. Si bien estos servicios no tienen costo para las familias, la ONG abona a las y los especialistas de acuerdo a un convenio realizado con el Colegio de Psicólogos de la ciudad, que fija los honorarios.

Estar presentes

“La importancia de que existan instituciones como Creer Sí, es que nosotros cubrimos una necesidad que no es cubierta por las políticas municipales”, expuso Severini, e indicó que trabajan en articulación con otras agrupaciones, ya que forman parte de la Red Local de Violencia de Género, del Consejo Local de Niñez, y del Observatorio del Buen Uso de Redes Sociales.

También, señaló el hecho de que en Bahía Blanca se está dando un aumento en el número de denuncias radicadas, y que “si bien no podemos asegurar que haya mayor cantidad de casos, sí podemos decir que a lo largo de los años hay una mayor visibilización, y esto tiene que ver con que el tema se habla en las escuelas, en los medios, está la Educación Sexual Integral (ESI) que se debería dar en todas las escuelas”.

“Por otro lado, hay más familias que se animan a denunciar. Hay denuncias que llegan a juicio, a debate oral, y hay condenas. Y esta respuesta por parte de la sociedad, ya sea por la atención que se brinda a los chicos, o la respuesta desde lo judicial, anima a las familias a que denuncien más. Es un hecho reparatorio, significa salir de lo privados a lo público, y es más reparatorio aún cuando hay condenas”, afirmó la referente.

Detección y acción

La mayor parte de los abusos se da en el grupo intrafamiliar, o personas muy cercanas: “Deben darse dos características en la relación del niño, niña, y abusador, que son la confianza y el cariño que existen entre ellos. Esto es lo que utiliza el abusador para llevar adelante sus conductas abusivas. Primero trata de captar a los niños y niñas, distinguiéndolos, diciendo que son sus preferidos, generalmente les da un premio. Y cuando comienza a llevar adelante las conductas abusivas, y el niño se resiste, estos premios los cambia por amenazas, y habla de que la situación es un secreto entre ellos y no lo debe divulgar porque nadie le va a creer y lo van a castigar”.

Entre los aprendizajes que deben transmitirse a las y los menores, están: Que nadie debe tocar su cuerpo, conocer sus partes íntimas, que existen distintos tipos de caricias y que a aquellas que les molestan deben decir no y pedir ayuda. Además, enseñar que conozcan, valoren, controlen y disfruten de su cuerpo, que puedan expresar sus sentimientos, estimularlos para que manifiesten lo que les gusta y lo que no, definir qué es un secreto y que no deben existir secretos entre adultos y niños, y dentro de la familia tratar de establecer canales de comunicación, un clima de cariño, seguridad, de confianza, y hablar de estos temas para que, llegado el momento, también puedan hablarlo.

Las denuncias se realizan en la Comisaría de la Mujer, Berutti 636, todos los días de la semana, las 24 hs. del día; o en la Mesa de entrada de la Fiscalía Departamental, Moreno 25, de lunes a viernes de 8 a 14 hs.

Autor: Redacción Ecodías