Los asociados de la Cooperativa de Trabajo Textiles Pigüé Limitada, hacemos llegar, como pares que nos sentimos, un fraternal abrazo a todos los trabajadores del mundo, principalmente a los actualmente desempleados y que lamentablemente todavía esperan su oportunidad.

Estamos viviendo con mucha preocupación lo que está pasando en nuestro país en cuanto a lo referido al trabajo. Políticas de destrucción del empleo, con estadísticas pesadas y nefastas. Cierre de fábricas, de comercios, apertura de importaciones que terminan arrojando a la marginalidad y escupiendo del mercado laboral a cientos de miles de personas. Pero hay algo más preocupante y lo es la desidia gubernamental, con un complemento de ineficacia y por supuesto de falta de políticas activas para dar remedio a esta problemática.

Los últimos ejemplos del Hotel Bauen y de Acoplados del Oeste demuestran que ante semejante escenario social, con familias fragmentadas y olvidadas, claramente no está en la agenda de los actuales gobiernos, tanto el nacional como el de la provincia de Buenos Aires, la posibilidad de intentar por el camino de la autogestión obrera.

Veto a las expropiaciones y desalojos violentos para quienes lo intentan confirman nuestra sospecha de que estamos ante un modelo de país que no prevé la posibilidad al menos de tomar estas buenas prácticas de producción y solidaridad que implementamos en nuestras organizaciones de trabajo. Un gobierno oligárquico, ya ni siquiera neo liberal, que sigue insistiendo en profundizar una fenomenal transferencia de recursos desde los sectores más humildes hacia los más ricos, como lo expresa muchas veces la connivencia entre el Poder Político y el Judicial para seguir beneficiando a empresarios inescrupulosos que no pagan los sueldos ni hacen aportes; y que en casi todos los casos vacían las fabricas y las quiebran fraudulentamente.

Seguiremos insistiendo en nuestra propuesta, tenemos una idea desarrollada. No es nueva pero lleva muchos años de singular éxito. Porque a grandes macanas, grandes soluciones. Más de veinte mil personas y casi cuatrocientas fábricas y empresas recuperadas lo demuestran. Colectivos de trabajo que con muchísima valentía ocupamos las unidades productivas, resistimos heroicamente y nos ponemos a producir inteligentemente. Con un Estado presente, esto significaba una solución política a la conflictividad social reinante mediante la conformación de cooperativas de trabajo a través de leyes de expropiación. Siempre a derecho, como se ha podido observar. Y produciendo para generar economía y una justa distribución de las riquezas que con nuestro esfuerzo practicamos. Con inclusión, invirtiendo en puestos de trabajo nuestra rentabilidad. Para que se comprenda, en Textiles Pigüé un tercio del total de los ciento cuarenta trabajadores aportan en tres talleres productivos de mano de obra intensiva, apenas el 7 por ciento de nuestra facturación. Lujos de la autogestión. Todos adentro, nadie afuera. Los asociados con trabajo y con proyectos. Ni la especulación financiera ni el mercado decidiendo la suerte de ninguno de nosotros.

Los que recorremos este camino, luego de tener que recuperar las empresas ante el abandono y el fraude patronal, y que sabemos de derechos perdidos por haber sido desocupados, necesitamos políticas publicas inteligentes y de manera urgente para ser reconocidos como trabajadores plenos en temas tan importantes como las aseguradoras de riesgos de trabajo, la jubilación y las obras sociales. Debemos profundizar el diálogo con las centrales obreras de nuestro país que ya se han acercado al movimiento de empresas recuperadas, tarea que saludamos con mucha alegría y expectativa.

Este contexto actual, terrible por donde se lo mire y no solo argentino sino regional y mundial, nos ubica, lo sabemos perfectamente, ante una responsabilidad histórica. Ni más ni menos que la de recoger la lucha de tantos hombres y mujeres y continuarla hacia el éxito definitivo, que no es otra cosa que poder trabajar, generar riquezas y compartirlas equitativamente.

¡Siempre Venceremos!