La iniciativa surgió del Programa Cambio Rural que genera articulación entre el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), con el objetivo de nuclear familias productoras y crear nuevas opciones de comercialización.

De esta manera, el grupo organizado comenzó las gestiones para formalizar su actividad a través de la figura legal de una Cooperativa.

Respecto a la actividad para el 2024, el ingeniero agrónomo y técnico del INTA, Pablo García, contó: “El año comenzó duramente, por las secuelas que dejo el tornado del 16 de diciembre en Bahía Blanca. La tormenta de ese sábado dejó muchos invernaderos y estructuras de riego inutilizadas, más allá de los destrozos que vivieron otras familias, de viviendas y en los accesos. Estas personas vieron muy complicada la situación, con perdidas casi totales, en un momento donde estaban empezando a cosecharse las frutas y verduras de temporada”.

“Además, tantos días sin corriente eléctrica impidió hacer un correcto riego de los cultivos y generó la pérdida de varios. El año prometía una campaña de verano muy buena, pero fue bastante dañada”, puntualizó, en comunicación con la Cooperativa de Trabajo Ecomedios.

Sin embargo, pese a los destrozos generados por las condiciones climáticas, García destacó la colaboración de la comunidad productora, quienes rápidamente se organizaron para recomponer los espacios.

Próximos proyectos

Más allá de los contratiempos, el grupo apunta a fortalecer los espacios de comercialización directa: “En Bahía Blanca están muy posicionados desde las experiencias que ellos sostienen, y abasteciendo a otras propuestas de comercio directo”, indicó el referente.

Actualmente, Productores Hortícolas lleva adelante una pre venta de bolsones de verduras que se entregan los días jueves de 10 a 12hs en Espeche 654, en su centro de acopio y distribución, en la sede del Instituto Juan XXIII y en Alborada. Otro canal de comercialización que sucede en el mismo centro de distribución, es la venta a comercios minoritarias, destinada a personas elaboradores de alimentos, con una lógica más mayorista de pedidos a granel, que permite a los pequeños emprendimientos de la ciudad puedan abastecerse de productos frescos, de calidad, y a un precio competitivo.

En esa línea, aclaró que este modelo se está replicando en conjunto con el Centro Cultural La Macanuda, FerroWhite, Cáritas, en el Centro San Roque, y en entidades barriales.

“Fuimos encontrando distintas organizaciones e instituciones que el grupo puede abastecer y hacer participar, y el canal es a través de la organización interna, con productores vinculados cooperativamente, que pueden sostener distintas experiencias. La idea es darle continuidad, más solidez, y darle una dinámica distinta, no solamente a la entrega de bolsones como se viene haciendo hace años, sino darle una dinámica más de feria y de mercado, en el mismo lugar donde se hace entrega de bolsones”, expuso García.

Asimismo, una de las metas del grupo consiste en sostener los espacios de abastecimiento y sumar productos como frutas, huevos, mermeladas, conservas, panificados, pescado de los Pescadores Artesanales de Coronel Rosales, aceite de oliva y hongos: “Una diversidad de productos realizados a través de la agricultura familiar, que permita a los consumidores poder acercarse y abastecerse”.

Comer mejor

Hay una cierta calidez que se genera en el encuentro entre quienes producen los alimentos, y quienes se acercan a buscarlos. En ese intercambio se ponen en juego los preconceptos de cada uno de los grupos. Por un lado, las y los compradores pueden visualizar el trabajo que de otra forma permanece oculto, y comprender que los alimentos salen de la tierra, y que eso tiene como contrapuntos las plagas, lluvias, heladas, falta de riego, que afectan a la calidad y la cantidad de los productos. Por otro, ese diálogo favorece a las familias productoras ya que les permite conocer qué gusta, qué funciona, y qué no, y generar nuevas propuestas.

“Los primeros meses de año fueron con un gran crecimiento en la cantidad de gente que se acercó. Entendemos que hay una tracción muy fuerte por el tema del precio, que es bastante más accesible que el que hay en los comercios, que la calidad es muy buena por la frescura del producto cosechado el día anterior, y porque la gente de a poco fue incorporando esta dinámica de comprarle directamente a los productores, de apoyar el mercado local”, afirmó García.

Y agregó: “Es la construcción de un canal de comercialización que se construye de esa manera. Entre productores, consumidores, y también los técnicos de los Programas públicos y del Estado. Desde nuestro rol, es una satisfacción total poder construir este tipo de espacios”.

Otras ventajas en la forma de comercialización tienen que ver con la posibilidad de acceso a alimentos nutritivos por parte de las poblaciones más vulnerables; y los aumentos de precio moderados que buscan brindar estabilidad a las y los consumidores.

“La experiencia es muy enriquecedora. Venimos trabajando desde 2017 esta lógica de comercialización, y el crecimiento ha sido muy grande. Los productores se han afianzado en un canal de comercialización en el que no confiaban del todo, con participación activa en el sostenimiento de este espacio, en la mejora, en la propuesta creativa de cómo sostenerlo. Es un indicador que es una experiencia que llegó para quedarse”, concluyó.

Autor: Redacción Ecodías