Por Francisco Martínez

Todos los días, al ingresar a nuestra empresa autogestionada, nos recibe este cartel que nos llena de orgullo como trabajadores. Porque nada más lindo que te cuiden, nada más lindo que poder cuidar, nada es tan disfrutable como cuidarnos entre nosotros y ofrecer seguridad a quienes nos visitan.

Fueron duros esos primeros dos o tres años en donde estábamos imaginando la empresa. No había salario o retiros en términos cooperativos. Tampoco obra social. Pero estábamos sabiendo del posterior triunfo de la autogestión, porque claramente nos encontrábamos diseñando la seguridad de los trabajadores, recibiendo derechos, a través de elementos para la seguridad personal y de estructuras sólidas pensadas por nuestros compañeros profesionales para la salud colectiva. Lamentablemente, estos derechos hoy parecen ser los primeros en ser descartados por empresas que no se preocupan por la sanidad de los empleados y son tan angustiantes y repudiables como los despidos finales que nos ofrecen día a día. Sobre llovido, mojado. Poco cuidados para luego ser descartados.

Recuerdo que lo primero que hicimos fue contratar a la empresa MyS Ingeniería, quirografaria en el concurso y posterior quiebra de Gatic (acreedor quirografario, en derecho civil, significa que era acreedor de suma de dinero que no gozaba de ninguna garantía particular para la recuperación de su deuda). Y apostó a trabajar con Textiles Pigüé. Y se formaron trece foguistas cuando la anterior firma contaba con apenas cuatro. Y hoy, quienes operan ese sector, casi que pueden almorzar en el piso de lo que brillan esas calderas a cargo de los compañeros Néstor Jaime y Marcelo Ulovec.

Y la organización fue creciendo y debieron atenderse cada uno de los 17 mil metros cuadrados cubiertos de capacidad instalada y los 50 mil totales. Y se diseñó el departamento de Seguridad e Higiene a cargo hoy del compañero Ricardo Trotta, nada nuevo comparado con otras empresas pero tomada la responsabilidad al ciento por ciento, trabajando en las señalizaciones, otorgando la ropa de trabajo y los calzados adecuados para la producción. O los compañeros trabajadores profesionales, como Mariné Ganeau, Leandro Murguía y Marcos Santicchia en su rol de presidente de la firma además, en áreas claves vinculadas a las certificaciones de aptitud ambiental con el Organismo Provincial de Desarrollo Sostenible (Opds) o con la Autoridad del Agua (ADA). Todo al día, todo impecable, todo listo para seguir produciendo, generar así economía y distribuir equitativamente.

Y desfilan por la planta los Bomberos Voluntarios de nuestra ciudad haciendo relevamientos de las instalaciones, abriendo nuevas salidas de emergencias y capacitándonos. Como también nos capacita y cuida nuestra médica Julieta Arduín, que nos atiende y nos habla de diabetes, adicciones, glucosa, nos pesa y nos mide, a veces intuyo que tal vez piensa que podemos seguir creciendo. Y yo digo que sí, que estamos todos los días creciendo.

Esto es, a mi modesto entender, lo que le vamos a transferir a los compañeros de la Puma de la provincia de La Rioja cuando nos visiten las próximas semanas. Que se cuiden, que entiendan que los trabajadores protegidos van a hacer la mejor producción, y que así, más temprano que tarde, podrán demostrar al mundo que hay una manera nueva de trabajar y que llegará para instalarse definitivamente desde las fábricas recuperadas como bandera de lucha y organización de la clase obrera autogestionada.

¡Siempre Venceremos!

Francisco Martínez es director de la Cooperativa de Trabajo Textiles Pigüé Ltda.