El proceso de conformación del emprendimiento asociativo se inscribe en el de empresas recuperadas. Recuerda Miriam Jara, presidenta de la Cooperativa de Trabajo Manos Unidas, de Esquel, provincia de Chubut, que “todo empezó a mediados de septiembre 2011, cuando la titular del Hogar de abuelos Tiuke Wuillitu, un emprendimiento privado, nos notificó que iba a presentar quiebra. En ese entonces éramos nueve trabajadoras, todas mujeres, de las cuales cuatro renunciaron porque se asustaron por el hecho de quedar sin trabajo, y quedamos cinco”.

Convocaron a otra trabajadora y así fue que Miriam, Nancy, Gladys, Berta, Gloria y Marta se pusieron el hogar al hombro.

La primera acción, después de varias noches sin dormir, fue informarles a los familiares de la nueva situación, “de que la dueña se retiraba del lugar. Inmediatamente, todos nos dieron su plena confianza en que nosotras podríamos llevar adelante el emprendimiento”.

Esa inyección de ánimo tenía como contrapeso otra dificultad, recurrente en la mayoría de los trabajadores, que es el desconocimiento del modelo asociativo laboral que se expresa en la cooperativa de trabajo: “Poco a poco nos fuimos convenciendo de que podíamos hacerlo, teníamos mucho miedo e inseguridad para poder enfrentarlo por lo que estábamos padeciendo en ese momento. Hicimos una capacitación en cooperativas, vino gente de Rawson (capital provincial) para dictar un curso”.

La capacitación fue central desde ese momento en adelante, “también hicimos cursos de cuidadoras domiciliarias, para capacitarnos en las tareas que estábamos realizando”, rememora Miriam, mientras sus compañeras, mate en mano, asienten con la cabeza.

Primeros pasos

Inicialmente adoptaron el nombre Hogar de Abuelos Manos Unidas Esquel Ltda. y con ese nombre comenzaron a trabajar el 1 de enero de 2012. Marcela, Gloria y Nibia completaron la nómina de compañeras fundadoras.

“Osvaldo Salinas fue nuestro asesor en todo momento, él nos fue diciendo qué hacer en cada paso que dimos, para presentarnos como cooperativa, y poco a poco fuimos completando los papeles. El día a día nos llevaba mucho tiempo en lo que respecta al trabajo de cuidado de los abuelos”, señala la dirigente cooperativista.

La aprobación de la documentación demoró cuatro años en total, y esa es la noticia que circuló en varios medios de comunicación chubutenses: “La Cooperativa de Trabajo Manos Unidas de Esquel, orientada al cuidado de adultos mayores, es la primera entidad en su tipo que recibe su matrícula nacional definitiva. Luego de cuatro años de trámites, el subsecretario de Asociativismo y Economía Social, Exequiel Villagra, hizo entrega días pasados de la matrícula nacional N° 55.809, emitida por el INAES”, reseñan por caso El Oeste, de Esquel, y el Diario de Madryn.

El crecimiento del Hogar fue progresivo: “En un primer momento comenzamos con doce adultos mayores, pese a tener una disponibilidad para diecisiete personas. Con el tiempo alcanzamos el cupo completo, y actualmente tenemos una lista de espera porque hay mucha necesidad de tener en buenas condiciones a los adultos mayores”.

El lugar en el que funcionan es alquilado: “Con mucho esfuerzo fuimos reformando el edificio, fuimos adaptando los baños para trabajar con las sillas de ruedas, precisamente las inspecciones nos fueron marcando las cosas que teníamos que cambiar, hacer o reformar. Más allá de que no tuviéramos la matrícula oficial, todo el tiempo fuimos recibiendo inspecciones de parte de la Municipalidad, lo cual nos parece importante. Con mucho esfuerzo de todas nosotras hicimos el lugar lo mejor posible para los abuelos”.

“Somos dos cuidadoras por turno, con turnos rotativos, el servicio que ofrecemos a los abuelos incluye la higiene personal de los abuelos, para nosotras el Hogar es una familia. Todo lo que nosotros hacemos en nuestras propias casas, se hace para con los abuelos. Es un grupo fuerte, hemos pasado por muchas situaciones difíciles”, finaliza diciendo esta mujer que con otras trabajadoras encontraron en la autogestión un camino de realización colectiva.