¡Que sea Ley! nació de la necesidad de Alcaraz de dejar un registro de la lucha por la Ley de interrupción voluntario del embarazo en Argentina. El libro aporta información de los inicio de la campaña por la legalización y despenalización del aborto, y el debate que se dio en el Congreso el año pasado, cuando se trató el proyecto por primera vez. “En el 2018 surge la necesidad de poder tener un registro de todo lo que estaba pasando, todo lo que había pasado antes y lo que estaba pasando en este año tan importante en el que se llegó a debatir en las dos Cámaras el derecho a decidir de las niñas, adolescentes, mujeres y varones trans”, contó Alcaraz. Agregó que “me preocupaba la necesidad de dejar un archivo para la memoria feminista a futuro y también para el presente, porque advertí que eran muchas más las jóvenes que se acercaban a esta lucha y me parecía importante que pudieran tener un registro del recorrido de lo que se había hecho hasta llegar a estos pañuelazos, que todas y todos recordamos, que tuvieron tanta potencia”.
Antes de 2018, la periodista escribía sobre el tema en los distintos medios en los que trabajó, antes que la problemática del aborto se instalara como conversación pública. “Cuando estudié periodismo en la Universidad Nacional de la Matanza, (el aborto) no era un tema del que se conversará en la universidad o en la formación académica. De las notas periodísticas que recuerdo de ese momento era que había que abordar las famosas dos campanas, que si había una postura también tenía que estar la otra, como si fuera un tema que solamente pudiera tratarse desde perspectivas totalmente binarias y dicotómicas”, recordó.
Alcaraz contó que luego de publicar una nota en revista Anfibia, sobre las pioneras de la Campaña por la legalización del aborto, vio la necesidad de que la historia, más la lucha del momento, quedara plasmada en un soporte papel, por lo que la idea de escribir un libro fue tomando forma y peso. “El libro tiene un ritmo muy acelerado, porque además de su escritura iba cubriendo lo que pasaba en el Congreso, yendo a las audiencias y acompañando todo el proceso. El libro tiene el tono de lo que fue el debate del año pasado que empezó con mucha fuerza y potencia, hasta junio que se logra la sanción de diputados y diputadas. Luego, la verdad es que tiene un componente de bastante enojo con lo que fue el Senado, porque se fue a buscar una respuesta política y no nos encontramos con esa respuesta política acorde a la época, nos devolvieron a 1921, que era la última vez que se había discutido este tema en el Congreso”.
Sobre la presentación en la Feria del Libro La Rioja 2019, expresó que “me parece que es una provincia en donde el tema tiene que estar en conversación, que es muy importante pensarlo desde la salud pública, que tiene que abordarse también como un derecho. No es una obligación, ni imposición, es un derecho para mejorar la calidad de vida de las niñas, mujeres y adolescentes. Es inadmisible que hoy en Argentina 50 mil personas gestantes, por año, tengan que internarse en hospitales luego de pasar por la inseguridad del aborto fuera del sistema de salud pública”.
En el mismo sentido, agregó, “me parece importante que se hable del tema en todas las provincias, pero sobre todo en las del norte, porque eso lo demuestran los números del Senado y de Diputados, con relación a los votos. Las provincias patagónicas fueron las que más apoyo le dieron al proyecto. Hay una conciencia mayor sobre el tema, mientras que del centro para arriba creo que tenemos un desafío de poder dar argumentos sólidos y trabajar sobre ellos, para que quienes nos representan entiendan que tenemos que dar una respuesta política a esta demanda”.
Previamente había compartido un conversatorio sobre periodismo feminista con colegas de La Rioja y otras provincias. La joven es la codirectora e integrante fundadora del portal de noticias feministas Latfem (https://latfem.org) y desde 2015 integra el colectivo Ni Una Menos. También forma parte de la Red de Periodistas de la Argentina con Visión de Género.
“Me parece muy importante que se hable en la Feria del Libro y estoy muy agradecida a Fadiccra de dar este espacio para conversar sobre este derecho y sobre la lucha de los feminismos en general”, destacó la periodista.
El libro está editado por Marea y puede conseguirse tanto en librerías como en la página web de la editorial. Además tiene su versión ebook para poder llegar a todos los países de la región, muchos de los cuales aún tienen prohibiciones totales para acceder a un aborto. Sobre esta posibilidad, Alcaraz dijo que “el ebook está pensado para que las compañeras de la América Latina puedan conocer cómo se dio la lucha acá y las estrategias que utilizamos para alcanzar el debate”.
Tejiendo alianzas
La periodista destacó la importancia del Encuentro Plurinacional de mujeres, travestis, trans, lesbianas y personas no binarias, que se realiza en el país desde 1986 de manera anual. Alcaraz refirió que se considera feminista luego de participar del Encuentro en 2005, cuando se realizó en Mar del Plata. Desde que empezó a trabajar en medios de comunicación realiza la cobertura de Encuentro, además de participar como activista, “siempre aportando desde el periodismo feminista a contar en los medios que me tocaba trabajar de qué se trataba el encuentro, porque es un espacio muy invisibilizado, o lo ha sido siempre por el periodismo hegemónico. Y la verdad que es muy injusto, porque es un espacio inédito, no hay otra experiencia en el mundo que se sostenga a lo largo del tiempo como el Encuentro Plurinacional de mujeres, lesbianas, travestis y trans de la Argentina. Y se lo ha subestimado y omitido, al menos hasta el 2015 cuando aparece Ni Una Menos en escena como acontecimiento público, que obliga a cubrir la agenda de los feminismos en Argentina”.
En ese sentido, consideró que los feminismos desde el periodismo ayudaron a instalar las problemáticas de las mujeres y personas no binarias. Resaltó particularmente el colectivo Ni Un Menos, contando que “en el colectivo fundador del espacio, que hoy es ya un movimiento social, la mayoría de las integrantes éramos periodistas. Fue una conquista enorme, sobre todo de las trabajadoras de prensa y de las periodistas. Ahí se vio el trabajo persistente y sostenido de las periodistas en las redacciones de todo el país, de tratar, como podían, de infiltrar la agenda de los feminismos. Por eso decimos ‘ahora que sí nos ven’, porque no es que no estábamos antes. Creo que hay varias conquistas en relación al periodismo, como, por ejemplo, cuando empecé a trabajar era habitual hablar de crimen pasional, hoy la palabra femicidio no se discute en las redacciones, porque el agravante por género ha sido incorporado hasta en el Código Penal. Eso es una conquista de los feminismos, porque desde el activismo se logró instalar una forma de nombrar una violencia en particular y eso me parece un gran logro”.
Trabajo en red
Sobre la práctica del periodismo en tiempos de feminismos, Alcaraz resaltó que en el país hay dos redes, las Periodistas de Argentina en Red Por una Comunicación No sexista (RedPar) y la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género, que trabajan la temática desde hace muchos años atrás. “Y que tienen mucho que ver con que hoy nuestra agenda sea protagonista de alguna manera”, consideró.
Sobre el tratamiento de las noticias, dijo que particularmente le parece mejor hablar de periodismo feminista a periodismo con enfoque de género. Contó que en Latfem “tenemos la posición de que periodismo feminista no es solamente que las notas que escribimos cumplan cierto requisito en relación a la agenda, a las palabras que usamos, sino que somos activistas y queremos transformar esa realidad que estamos denunciando”.
“Creo que hay un desafío que es poder abordar todos los temas periodísticos desde este enfoque, por eso el periodismo feminista no se encapsula en una agenda estanca y cerrada, que puede ser los temas más tradicionales como las violencias más extremas, los femicidios, las historias vinculadas a la trata de persona o la violencia sexual, hay como temas y tópicos que son más tradicionales de la agenda feminista, pero el desafío que tenemos es contar todo lo que hacemos por estar vivas, que es un montón y eso a veces cuesta que entre en los medios más tradicionales. Que puedan contarse las redes y agendas de mujeres, de lesbianas, de travestis y de trans que todos los días hacen algo desde distintos ámbitos para poder sobrevivir”.
Nombrar para visibilizar
Sobre el campo del lenguaje también está la disputa y la batalla, porque además del enfoque en cada noticia, importan las palabras que se usan para nombrar o invisibilizar los grupos y situaciones. Sobre este tema, Alcaraz consideró que “estamos dando una disputa de sentido, porque lo que no se nombra no existe”, destacando el uso de las palabras en femenino para desterrar el genérico masculino, que consideró, llevó a las mujeres a desarrollar una capacidad para saber cuándo se hablaba de ellas y cuando no.
“Empezar por el desdoblamiento del todos y todas fue un principio, un primer paso, pero no deja de ser binario. Entonces el uso de la X o la E, me parece que rompe, es una modo más irruptivo, llama más la atención, en el sentido de que no hay solamente dos géneros, de que hay personas que no se reconocen con ninguno de los dos géneros establecidos por el sistema. Su uso es un desafío pero es verdaderamente más incluyente”, resaltó la periodista.
Luego, realizó un repaso por los cambios en el lenguaje inclusivo, cuando inició con la utilización del arroba, luego la equis y actualmente se llegó a la e. “La E es una letra con la que se llegó a un consenso mayor, y me parece interesante, porque el feminismo es un movimiento que incomoda y la E incomoda. Me parece que mientras estemos en el lugar de incomodar, vamos por un camino correcto”.
Agregó que cree que el lenguaje inclusivo llegará a los medios de comunicación, tanto los alternativos como los hegemónicos, destacando que Página 12 tiene notas publicadas con el uso de la E. “Quizás en otros medios todavía se lo toman a tono de burla, pero creo que se está dando el cambio”.
Asimismo, mencionó el caso de Perfil y Clarín que cuentan con una editora de género. “Me parece que ahí hay algo que tomar y pensar, que tiene que ver con lo que pasa en la sociedad. Si les pibes están hablando con e y como el lenguaje no es una cuestión estanca, dura, rígida, y se va transformando, me parece que el periodismo tiene que hablarle a esa sociedad que está usando esa forma de hablar”.
Por otro lado, se refirió a la situación de los medios de comunicación y les periodistas, señalando que “estamos en un momento muy hostil para les trabajadores de prensa en la Argentina, y para les trabajadores en general. Estamos frente a un gobierno que despidió masivamente, que hizo un ajuste y precarizó las vidas de todas las personas. Y eso tuvo un impacto en los medios, en Buenos Aires tenemos al menos tres mil despidos, medios que cerraron, el caso de Tiempo que tuvo que rearmarse como cooperativa. Creo que en ese escenario los medios cooperativos tienen un desafío que es que conocen trabajar en climas hostiles, conocen cómo es hacerse desde abajo y ahí hay una práctica que los posiciona más delante de los medios más tradicionales y hegemónicos. También los posiciona más adelante en estos temas, porque se supone que están más cerca de las demandas sociales y de lo que pasa en la sociedad, porque no representan intereses económicos o grandes corporaciones, sino que representan a la sociedad en su conjunto”.
Añadió que los medios alternativos y cooperativos también avanzaron un poco más en las cuestiones de género de les trabajadores, replanteando los lugares que ocupan las mujeres dentro de ellos, qué lugar tiene la agenda feminista y lo que sucede en los espacios de trabajo respecto al acoso y abuso laboral. “Se están pensando varios protocolos o formas de acción que son interesantes y creo que ya está la pregunta instalada y eso ya es una conquista enorme, que se abra la posibilidad a conversar estos temas, es un logro”, resaltó Alcaraz.
Interpelar a les candidates
En el marco de la campaña electoral para la Presidencia del país y las gobernaciones provinciales, la periodista expresó su deseo de que se les consulte sobre la agenda feminista. En ese marco, destacó que estos serán los primeros comicios con los que comienza a regir la paridad de género, la cual implica que un 50 por ciento de la listas esté integrada por mujeres. “Creo que el tema feminista entró en agenda por el movimiento que hubo previo al cierre de las lista, en las redes sociales, con la campaña: feministas en las listas”, consideró.
Por otro lado, destacó que el candidato a presidente Alberto Fernández se pronunció en reiteradas oportunidades a favor de la despenalización y legalización del aborto. “No recuerdo que otros candidatos a presidente se hayan pronunciado con tanta contundencia como él lo hizo”, indicó, y añadió que “de ahí que hay que revisar, ver las formas y ver qué propuestas tienen en relación a las demandas que tiene el feminismo en general. Es un tema que luego de 2015 nadie puede hacerse el tonto o la tonta. No después de Ni Una Menos, con el cual este tema entró en la agenda mediática, política y pública, y nadie puede evadirlo o evitarlo, porque fue la real conciencia de que se trata de un problema estructural, la violencia machista en todas sus formas”.
“Entonces en ese sentido creo que les candidates tienen que empezar a hablar un poco más y también les periodistas tenemos que preguntarles un poco más sobre estos temas, que tienen que estar en la agenda de las preguntas y las inquietudes que tenemos como periodistas”, sostuvo.
Feminismos y educación
Respecto a los movimientos feministas, Alcaraz dijo que siempre se refiere a los feminismos, en plural, porque hay diferentes corrientes que componen todo el colectivo feminista en Argentina, que no es uniforme. Agregó que el movimiento es intergeneracional, con participación de las históricas, que pelearon por derechos hoy inimaginables, como el derecho al voto. Mientras que las generaciones más nuevas crecieron con una Ley de Identidad de Género, una Ley de Matrimonio Igualitario y una Ley que le puso nombre a la violencia machista como tal; una generación que creció junto al movimiento Ni Una Menos y que hoy protagonizan la lucha feminista en el país. “Me parece que estas generaciones rejuvenecen al movimiento, lo hacen más dinámico, pero siempre han estado las jóvenes, quizás hoy de manera mucho más masiva, porque también porque el feminismo es masivo en sí”.
En ese sentido, comentó que “creo que un gran desafío, sobre todo para las juventudes, es que se cumpla verdaderamente con la Ley de Educación Sexual Integral (ESI), porque es una ley que lamentablemente no se cumple de igual manera en todas las escuelas, no entra de igual forma a todas las aulas y creo que en todas las carreras académicas las perspectivas de género tienen que estar y tiene que ser transversal, no un cursito, o seminario optativo en un rincón de la currícula”.
Profundizando en la visión feminista en el ámbito académico, sostuvo que “la mirada tiene que estar, y si no es transversalmente tiene que haber materias o seminarios obligatorios para poder pensar, desde todos los ámbitos, desde el Periodismo, la Medicina y desde el Derecho, porque ya no se puede evadir esa forma de mirar el mundo, porque estamos hablando de un problema estructural y de un movimiento que en la Argentina es protagónico”.
Resaltó que “de todo el mundo nos están mirando cómo los feminismos lograron disputar un montón de sentidos, instalar la violencia machista como un problema de derechos humanos, logrando disputar en el Congreso una Ley de interrupción voluntaria del embarazo. Es de verdad inverosímil que las universidades o los espacios de formación en general no tomen este tema y no que hagan solamente una jornada, sino que de verdad sea transversal y pueda repensarse todo. Ahí está la clave, en patear el tablero desde cero. En la formación académica está quien después te va a atender cuando vayas a una ventanilla a pedir ayuda a la justicia, o en una comisaría o en un centro de salud o quien va a cubrir las noticias de una manera sexista, machista y discriminatoria, o lo va a hacer con perspectiva feminista porque tuvo formación específica”.
Pararse ante la avanzada neoliberal
La periodista también señaló el resurgimiento y avance de los grupos ideológicos machistas y retrógrados: “Creo que estamos en toda América Latina con un accionar que implica una repatriarcalizacion. Por ejemplo, en toda la región no tenemos ni una presidenta mujer, que haya una mujer tampoco es garantía de feminismo, pero es un mensaje, es algo para mirar y leer. No hay ni una mujer en los lugares máximos de poder, en toda América Latina y el Caribe. Estamos ante una avanzada neoliberal que a la vez se combina con una avanzada repatriarcalizadora y una restauración conservadora, porque estos grupos fundamentalistas van en contra de todos los derechos o intentan callar los derechos ya conquistados, lo cual nos pone como feministas en alerta”.
“Me parece interesante repensar estas discusiones de una manera más compleja, creo que cuando hablamos de feminismos, hablamos en plural, tenemos un pañuelo verde que es nuestro símbolo, pero hay un montón de verdes que componen a ese pañuelo, como hay un montón de celestes que lo componen al pañuelo celeste”, consideró Alcaraz, señalando que “para mí no es todo lo mismo, no me gusta polarizar las discusiones, y ponerlas en términos de los antiderechos y las feministas, porque creo que en el medio hay un montón de posiciones, que no todas las personas que están en contra de que el aborto sea legal seguro y gratuito son fervientes militantes de que las mujeres se mueran por abortos clandestinos”.
“Pero sí preocupa esta avanzada neoliberal, neomachista, neoconservadora y de restauración conservadora total. Es una preocupación y es un clima de toda la región desde Donald Trump, hasta Bolsonaro y en Argentina”, reseñó.
Sobre la posición de las religiones, pidió distinguir lo que es la cúpulas de las iglesias, tanto católica como evangélicas y otras de les fieles. “El aborto no es un tema que tenga que ver con la religión, pero sí creo que las cúpulas de las iglesias se entrometen con este tema e intentan frenar y obstaculizar que se convierta en ley, pero pienso que hay que abordarlo de manera más compleja”, comentó.
En ese sentido, considera que “el desafío de les periodistas es poder hablar, interpelar a aquellas personas que todavía no llegaron al tema, que no comprenden que se trata de un tema de salud pública, que se va la vida de las mujeres en este contexto con esta falta de acompañamiento del estado y que estamos hablando de poder elegir, de no imponer nada”.
“El desafío que tenemos los medios es abordar formas de comunicación que llegue a este público que todavía no entiende de qué se trata esta ley que estamos disputando”, finalizó.
Reseña
Sobre la profesional: María Florencia Alcaraz (1985) es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de La Matanza. Colaboró y colabora en diversos medios gráficos como Cosecha Roja, Infojus Noticias, Revista Anfibia, Las 12, Vice y El Destape. También hizo radio y televisión.
En 2013, por su trabajo en Infojus Noticias, recibió el premio Lola Mora que entrega la Dirección de la Mujer de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En 2016 fue galardonada con el premio estímulo que entrega la escuela de periodismo TEA por su labor en periodismo digital.
Por Camila Cárbel
Fotos: Juan Siracusa
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