La cooperativa nace por la acción convocante del jesuita José Marx. Al ver la problemática de los pequeños agricultores y su situación de indefensión, el sacerdote apostó a agruparlos en una cooperativa y los acompañó en su desarrollo a mediados de 1960. El fin era poder comercializar en forma conjunta la fécula que se producía en el Departamento L. G. San Martín, de la provincia de Misiones.

El procesamiento de la raíz de mandioca cultivada localmente, en una fábrica donde se procesa y se obtiene la fécula, es el eje productivo de la cooperativa. En 1970 se procesaron 2.700 toneladas de mandioca, actualmente se cuenta con maquinaria con capacidad instalada para procesar 250 toneladas diarias.

De esta manera se le mejora el precio al agricultor, y se le brinda otros servicios, como por ejemplo “un mercado propio donde obtiene beneficios porcentuales en cuanto a las compras. Asimismo, asistencia en campo con un ingeniero agrónomo. Y campos experimentales donde se busca mejorar las variables sembradas”, nos cuenta Guillermo Casabella, responsable comercial de la Cooperativa Agrícola e Industrial San Alberto Ltda. Además, poseen el supermercado “El Julián de Puerto Rico”, con una afluencia importante, a través del cual la cooperativa ha logrado una trascendencia notoria en la comunidad y en la zona del partido de San Martín.

Producción y certificación

La cooperativa está compuesta por 160 asociados. En la zona es una fuente laboral de importancia, cuenta con un promedio de 40 a 60 operarios de acuerdo a la época del año ya que la cosecha es estacional. En tiempo de cosecha -de marzo a octubre- se incrementa el personal.

Con respecto a la producción de la cooperativa su responsable comercial explica que “actualmente la fécula de mandioca es el producto estrella de los alimentos sin Tacc (libres de gluten) que son los que consumen quienes son celíacos. Para su fabricación y elaboración es una trimezcla que contiene fécula de mandioca, de maíz y harina de arroz, es la que reemplaza el uso tradicional de la harina de trigo, por eso es un producto de gran consumo. Muchos de los productos que uno ve en góndolas de los supermercados con el logo sin Tacc, están elaborados con nuestra propia fécula como un aditivo”.

Esto ha caracterizado a la Cooperativa San Alberto en ser pionera en el desarrollo de sus productos a partir de la fécula para darle valor agregado al producido por la misma. “Por ejemplo, desde la premezcla para hacer el tradicional chipá, en el gusto tradicional, gusto cebolla, gusto especias, hasta un puré deshidratado de mandioca. Desde hacer la fariña de mandioca, hasta féculas modificadas a partir de ésta que se utilizan en la industria alimenticia. Inclusive en la industria papelera y textil que son aditivos. También hay una fécula modificada que se utiliza mucho en la elaboración de salchichas y embutidos secos”, enumera el cooperativista.

Todos los productos están certificados y tienen su protocolo de análisis, y su lote identificatorio de libre de gluten y de ausencia de alérgenos. Por esta razón ya están preparados para el mercado de exportación -todavía en desarrollo-. Esto genera un desarrollo comercial que les permite el acceso a ser proveedores de firmas de la primerísima línea del área frigorífica o alimenticia con trascendencia nacional y/o internacional, como Molinos Río de La Plata, Quick Food, Paladini, Piamontesa, Cooperativa Obrera, Frigorífico Calchaquí, entre otras.

Experiencia intercooperativa

En la Cooperativa Obrera se pueden adquirir los productos que fabrica la Cooperativa San Alberto, bajo la marca Aldema, entre otros la premezcla para hacer la chipa y la fécula de mandioca tradicional, que equivalente a la fécula de maíz.

Acerca de su relación con otras cooperativas, el dirigente de la San Alberto nos cuenta: “Tiene dos vertientes: una que cumplimos con el sexto mandato, respecto de interactuar con cooperativas, lo cual nosotros lo hacemos ya en nuestra región, y ahora desde hace un par de años lo hacemos con la Cooperativa Obrera. Y la relación hasta ahora ha sido altamente fructífera, y esperamos ir acentuándola con nuevos productos sobre los cuales estamos trabajando”. En materia de proyectos, la Cooperativa San Alberto está trabajando en desarrollar féculas pregeladas, que no necesitan realizar su disolución en agua caliente, sino que pueden ser solubles en frío. Estas féculas son muy solicitada para el avance de la industria petrolera, en el sellado de los pozos, explotación en la cual la cooperativa apuesta a participar. También sostiene los proyectos de dextrinas y terminar de afianzar el puré deshidratado.