Desde
la Subsecretaría de Niñez municipal continúa una campaña destinada a prevenir
cualquier tipo de violencia en los noviazgos entre jóvenes.

Allá
por el verano de 2013 titulábamos una nota “Amor sin curitas” para dar cuenta
del inicio de la campaña “Noviazgos libres de violencia: el amor no duele”. La
misma se puso en marcha en el Balneario Maldonado aprovechando la gran cantidad
de jóvenes que suelen concurrir allí en los meses de más calor.
Señalábamos en aquella oportunidad que el objetivo era prevenir y concientizar
sobre la problemática teniendo en cuenta que la violencia puede ser no solo
física sino también emocional y psicológica.
Pasó un tiempo ya de ese verano de 2013 pero la campaña originada en la Subsecretaría
de Niñez, Adolescencia y Familia de la municipalidad, sigue su curso
involucrando a diferentes instituciones y entidades.
Por Radio Nacional Bahía Blanca pasó para ser entrevistada Patricia Olea,
abogada y coordinadora de Articulación y Gestión Judicial de la mencionada
Subsecretaría: “El cargo que hoy me toca ocupar a mi tiene que ver con lograr
una comunicación fluida con los referentes de la justicia, atento que desde la
Subsecretaría de Niñez tenemos un montón de temas en común ya sea por situación
de violencia de género, situaciones que tienen que ver con vulneración de
derechos, con la intervención de jueces de familia, fiscalías y un poco se
buscó institucionalizar la comunicación entre ambos espacios y de esa manera
optimizar los resultados”, explicó Olea de alguna manera adelantando, sin
decirlo, que la charla sobre noviazgos sin violencia iba a derivar en otros
temas que están relacionados entre sí como es el de la violencia de género,
desigualdad, cuestiones culturales, etc. “La propuesta que tenemos nosotros
desde la Subsecretaría es no solo con la justicia sino con los distintos
actores que uno le toca interactuar cotidianamente, buscar la forma de hacer el
trabajo más llevadero a todos y de potenciarnos entre todos para buscar mejores
soluciones a los problemas”.
Según destacó, desde el organismo municipal que dirige Lucía Martínez Zara, se
toma como prioritaria la temática de género.
“Está dentro de lo que es la agenda de Niñez hoy en día y a raíz de eso es que
se generan un montón de dispositivos pensados para abarcar la temática de
género desde distintos ámbitos y todas las franjas etarias que están
involucradas.
En relación a este tema de los noviazgos, nosotros iniciamos una campaña que se
llama El Amor no Duele que en su momento tuvo su origen en el verano del 2013
que estuvimos visitando el balneario Maldonado y empezó a ser conocida la
campaña, y para darle una continuidad durante todo lo que fue el 2013 estuvimos
en los cuartos años de todos los colegios de Bahía haciendo prevención desde la
edad temprana”.
A raíz de la evaluación que se hizo de la iniciativa, para 2014 se estableció
ir por más: “Decidimos iniciarla aún más temprano a partir de los segundos
años, articulamos con la materia Construcción de la Ciudadanía y la idea es
justamente brindarles herramientas a los chicos para que ya desde las primeras
relaciones que tengan, desde los primeros noviazgos que surgen en esas edades,
empiecen a detectar aquellas cuestiones que el día de mañana si no se detectan
a tiempo pueden derivar en un caso de mucha gravedad”.
Hablamos de noviazgos de jóvenes y de una Subsecretaría de Niñez, Adolescencia
y familia cuyo nombre reducimos en la palabra Niñez. En ese sentido es bueno
aclarar, tal como contó Olea, que las políticas de Niñez están abocadas a los
chicos desde su nacimiento hasta los 18 años.

Cruzar el cerco
La violencia de género parte de cuestiones culturales puntualizó Olea y
agregó: “Justamente nosotros desde la Subsecretaría actualmente estamos con un
programa que se llama Promotores de Igualdad en los Barrios que de alguna
manera busca hacer una mirada transversal de la cuestión de género.
No solamente ocuparnos de lo que es la violencia, cuando ya la violencia está
consumada sino empezar a trabajar sobre estas cuestiones culturales que uno las
tiene tan arraigadas que ni siquiera las detecta”.
Durante las charlas que se dan por ese programa, se hace hincapié en la
diferencia entre sexo y género: “El sexo es una realidad biológica mientras que
el género es una construcción cultural”.
Al respecto, Olea mencionó algo importante como es la asunción de los roles.
“Esta cuestión de que socialmente el hecho de ser mujer o de ser hombre es como
que viniera con un decálogo de cuestiones a las cuales hay que responder y que
no necesariamente es así. Entonces, empezar a trabajar desde la reflexión
colectiva para poder erradicar de esa manera la violencia”.
En cuanto a relaciones y noviazgos, comentó que si se empieza a rastrear se
puede visibilizar la violencia: “Si uno empieza a ver la historia de esa
relación empieza a detectar muchas cuestiones que muchas veces tienen que ver
con el poder, esta cuestión del poder de uno sobre el otro, de la desigualdad”.
En casos de violencia en matrimonios suele pasar que a la mujer no se le
permite trabajar y la dependencia de su marido a nivel económico priva la
denuncia de la situación violenta: “Encontramos mujeres que en general han sido
privadas de la posibilidad de tener un trabajo, justamente siempre la violencia
está apegada a una cuestión de dependencia económica, entonces nosotros también
desde el fortalecimiento de las víctimas de violencia tratamos de trabajar esa
cuestión”.
Olea rescató el trabajo local que se hace de manera conectada entre los
diferentes actores que se ocupan de problemas de este tipo: “Tanto la Comisaría
de la Mujer como las ONGs que están abocadas a la temática como la gente de los
juzgados de familia, digamos a raíz de eso se pudo armar localmente una movida
muy importante en lo que tiene que ver con género. Una red bastante bien
entramada que permite brindar soluciones a la temática y también uno de los
ejes que tenemos es la cuestión de capacitar a las víctimas de violencia para
poder justamente empoderarlas, poder darles herramientas como para que puedan,
a raíz de descubrir sus propias potencialidades, salir adelante”.
Acerca de la labor que se hace con los más jóvenes, señaló que se apunta a
brindarles a ellos las herramientas para la detección de situaciones: “Empezar
a detectar la cuestión de los celos excesivos, la cuestión del control de uno
sobre el otro, de cómo un noviazgo que en principio pareciera que tiene que ser
una relación fundada en el amor y en la confianza, cómo se va transmutando en
una cuestión que genera angustia, que genera malestar, que genera aislamiento.
Sobre todo en los adolescentes muchas veces hay relaciones que por la dinámica
que generan apartan a los chicos de su grupo de amigos, apartan a los chicos de
su familia, plantean a los padres como enemigos”.
Se crea así una suerte de cerco alrededor de la persona violentada: “A medida
que ese cerco se hace más alto, la persona queda más a merced del agresor”.
Ya llegando al final de la entrevista, Olea habló de una propuesta de la
Subsecretaría en torno a llevar la temática de género al territorio “porque
muchas veces encontramos esas situaciones en mujeres que son víctimas,
silenciosamente en el hogar y que de repente llegar al espacio donde pueden
encontrar ayuda, acercarse a la Comisaría de la Mujer, acercarse al servicio de
asistencia a la violencia PROMOVER que es de la municipalidad, lleva todo un
recorrido que una mujer debilitada, con una autoestima baja, sin recursos
económicos muchas veces, genera graves dificultades para llegar a la
asistencia”.
Lo que se busca es invertir la lógica y que la víctima no tengo que ir por
ayuda sino que la ayuda llegue a la víctima: “A raíz de eso es que se generan
dispositivos como están los equipos móviles de violencia que son equipos que
recorren los barrios, van a las sociedades de fomento, a las delegaciones, a
las ONGs que trabajan en el territorio para de alguna manera lograr que las
mujeres encuentren referentes dentro de su propio territorio. Siempre hay
alguna persona dentro del barrio que puede facilitar la llegada a la ayuda”.

Esta nota tiene como fuente la entrevista realizada
en el programa Tarde Pública, que se emite de Lunes a Viernes de 15 a 17hs por
Radio Nacional Bahía Blanca AM560.