Con extraordinaria violencia se llevó adelante el desalojo el pasado 10 de
octubre de varias familias en la zona de Av. Arias y 18 de julio.

Los y las vecinas denuncian que sin avisos les voltearon las precarias
viviendas, “somos gente pobre, no somos gente de plata sino no estaríamos en
esta situación” dicen mientras narran los hechos y muestran los impactos de las
balas de goma sobre espaldas.
Es una situación que tiene correlato con la grave crisis económica que profundiza
el gobierno macrista y que lleva a más personas a estar sin empleo y a no tener
sustento.
En los videos hechos públicos se ve cómo las personas del asentamiento a los
gritos les pedían a los funcionarios que fueron a desalojar que les dejaran
desarmar los ranchos para salvar las chapas pero de nada sirvió ya que con la
maquinaria sin contemplaciones destruyeron todo.
Alquileres impagables, nulas políticas locales habitacionales, son los
condimentos en los que la represión y la violencia del propio estado son la
respuesta fácil y obvia del gobierno de Gay a sus vecinos y vecinas.