Autoridades provinciales le
exigieron la renuncia a Carlos Arrigoni, delegado local del Ministerio de Trabajo.
Organizaciones gremiales salieron en apoyo de Arrigoni y se sostiene que la
movida viene del lado del ex intendente Breitenstein que intentaría poner
hombres de su riñón en la cartera laboral.

Días
atrás se vivieron momentos de tensión en la sede local del Ministerio de
Trabajo de la provincia de Buenos Aires y hasta el cierre de esta edición la
situación era de incertidumbre respecto al futuro de ese organismo. Es que
autoridades provinciales le exigieron la renuncia a Carlos Arrigoni, delegado
del ministerio en Bahía Blanca, en una maniobra que no pocos veían venir y que
se denuncia como una jugada política proveniente del ex intendente Cristian
Breitenstein. La intención de éste sería colocar al frente del ministerio a
hombres de su entorno y llevar a cabo una política diferente a la de Arrigoni.
Enseguida, gremios vinculados a la CGT Bahía Blanca salieron en apoyo de
Arrigoni y tomaron el edificio del ministerio en contra de la medida que
intenta desplazar al titular de la cartera.
EcoDias quiso hablar con el propio Arrigoni quien prefirió no hacer
declaraciones y esperar el fin del conflicto.
Por su parte, hasta la sede del ministerio se había acercado un coordinador
regional que venía a cumplir los trámites administrativos hasta que se designe
nuevo delegado pero tuvo que irse sin cumplir sus objetivos ante la situación
que en el edificio se vivía.
Para el jueves 6 de febrero se esperaba una reunión con el ministro de Trabajo,
Oscar Quartango en la que la CGT local iba a reiterar y ratificar la
permanencia de Arrigoni en su cargo.
Como ya se dijo, la idea de toda esta movida sería poner un hombre de
Breitenstein ya que se vendrían ajustes y por ende conflictos laborales. Si
bien la idea de los gremios es firme respecto a la continuidad de Arrigoni, se
pudo saber que en caso de que la misma no se logre, podría surgir algún nombre
elegido por la CGT, previa transición en el puesto.
Si bien no se pudo conseguir la palabra de Arrigoni, EcoDias entrevistó a
Octavio Alvarado quien se desempeña al frente del Sindicato Argentino de
Televisión de Bahía Blanca quien señaló que ya se sospechaba que algo de lo que
finalmente ocurrió podía pasar: “Se venía hablando, sobre fines del año pasado,
hemos elevado notas al ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires,
ratificando nuestro apoyo a la gestión del compañero Arrigoni frente al
Ministerio de Trabajo”.
Para Alvarado, la situación esconde un trasfondo político: “Obviamente, esto
tiene mucho que ver con la interna política que se ha desatado en Bahía Blanca,
a raíz de los resultados de las últimas elecciones”.
“Nosotros creemos que hay sectores en Bahía Blanca que están buscando
posicionamiento político. Creemos que esto obedece a una interna que hay en el
Partido Justicialista, los sectores vinculados al ex intendente Breitenstein
con la conducción actual del municipio, sobre todo por las especulaciones y los
nombres que se barajan”.
Alvarado afirmó estar en contacto permanente con Arrigoni de quien destacó su
trayectoria al frente de ministerio: “Arrigoni es un compañero muy valioso para
nosotros, nosotros lo que nos llama la atención digamos es que no podemos estar
equivocadas 50 organizaciones gremiales que somos los que estamos adhiriendo a
la gestión de Arrigoni frente al ministerio. Acá hay un apoyo también explícito
de los compañeros de distintas agrupaciones políticas que ven con mucho agrado
la gestión llevada a cabo por Arrigoni durante toda su estadía en el Ministerio
de Trabajo en Bahía”.

Volver a los 90
EcoDias consultó a Alvarado acerca de lo que se viene, lo cual pinta un
panorama de gestión dentro del ministerio en caso de que finalmente Arrigoni
sea reemplazado: “Nosotros creemos que se viene un ajuste feroz, que se viene
una lucha muy importante, que va a haber una conflictividad social en
crecimiento a raíz de los últimos acontecimientos y de los avatares económicos
de nuestro país. Vemos que esto es parte de esa coyuntura, obviamente que no
nos causa gracia para nada, sabemos cómo termina, esta situación ya la hemos
vivido en otro momento. En algún momento el Ministerio de Trabajo habíamos
perdido todo el amparo que naturalmente debe brindar el Ministerio de Trabajo a
los trabajadores. Y eso es lo que se ha modificado en la gestión de Arrigoni,
la conflictividad, tratar de arreglar siempre por vía de acuerdo que el
trabajador se haga prontamente de las cuestiones que demanden que son propias
de las relaciones laborales entre trabajadores y empleadores”
Más allá de que se barajan nombres para ocupar el puesto del ministerio,
Alvarado restó importancia a esa cuestión específica: “Nosotros los conocemos,
me parece que tampoco tiene mucho sentido hablar de nombres. No es una cuestión
de nombres, es una cuestión de perfil político, el contenido político que se le
de a la gestión. Nosotros entendemos que técnicamente puede haber alguna
cuestión que no esté de acuerdo a las normas internas o de procedimiento
administrativo en el ministerio, creemos que puede haber algún error, supongo
que puede haberlo, tampoco tenemos nada en concreto con eso. Ahora, lo que a
nosotros nos interesa sí destacar es el rol político o la gestión política del
compañero que tengamos frente al ministerio. Eso es lo que ha cambiado
sustancialmente sobre todo desde 2003 en adelante. Los trabajadores hoy nos
sentimos protegidos por el Estado nacional, por los organismos públicos y en
este caso en el ministerio. Los que tenemos algunos años ya en la trayectoria
gremial, conocimos el ministerio de los 90 y también conocemos el ministerio de
2003 para acá”.
Consultado sobre si con maniobras de este tipo se quiere volver al perfil de los
90, Alvarado respondió: “Nosotros creemos que si. Por eso es necesario analizar
dos cuestiones que son importantes, una es la operatividad técnica del
ministerio y otra es la cuestión política, hacia dónde orientamos la gestión
políticamente hablando. Si la orientamos al ejercicio pleno de los derechos de
los trabajadores, a que el trabajador sea el beneficiario principal en todos
los casos, a bajar esta tendencia que había en los 90 de que por muchos años
cualquier reclamo que hacia un trabajador generaba una litis, íbamos a parar a
tribunales por cuestiones que muchísimas veces, que está demostrado desde 2003
para acá, que hemos podido zanjar diferencias en base al dialogo. Con una
prontitud para que el trabajador se haga de su salario, de sus derechos que
correspondan. Eso es lo que ha cambiado, entendemos que le debe hacer ruido a
los profesionales del Derecho Laboral que hoy no tienen una quinta done ir a
buscar litigios para después ir a cobrar honorarios. Este es un punto de vista
que compartimos muchos compañeros en los gremios”.
Alvarado subrayó el apoyo que recibe Arrigoni: “Me gustaría que me presenten
algún dirigente político que consiga las adhesiones a la gestión que hoy por
hoy tiene el compañero Arrigoni. La verdad que me gustaría mucho que me
presenten algún funcionario del gobierno municipal o del gobierno provincial o
de algún estamento político que cuente con el apoyo con el que cuenta Arrigoni.
Y nosotros no estamos dispuestos a resignar primero porque también se trata de
una organización con una fuerte incidencia en la vida nacional, en la vida
laboral y en todos los estamentos, tanto en la provincia como en el municipio,
como es la CGT Bahía Blanca”.
Respecto a si son optimistas acerca de lo que pueda suceder, declaró:
“Quisiéramos que esta situación arribe a buen puerto, que se escuche la voz de
los compañeros que somos representantes de las entidades gremiales en Bahía
blanca. Dios quiera que lleguemos a un entendimiento. No es una actitud
caprichosa, nosotros no podemos estar equivocadas 50 o 60 o una cantidad
importantísima de organizaciones gremiales que estamos apoyando esta gestión.
No le queremos imponer nada al ministro porque tampoco es la forma, lo que sí
queremos advertirle es que nosotros estamos más que conformes con el desempeño
de nuestro compañero al frente del Ministerio de Trabajo en Bahía Blanca y
queremos que eso siga orientado de la misma manera. Después los nombres son
circunstanciales y los hombres somos circunstanciales, lo que debe primar y
debe quedar en pie son las instituciones”.