Estuvo en la ciudad el doctor Carlos Constenla, defensor del Pueblo de Vicente López, brindando una conferencia y asesorando a un grupo de vecinos que intenta instaurar ese cargo para Bahía Blanca.

Uno de los reclamos más recordados de 2008, fue el que realizaron un
grupo de vecinos y vecinas por el aumento del impuesto de ABL. Algunos de
quienes integraron ese grupo siguieron trabajando y formaron la ONG
Conciencia Cívica Bahiense. Actualmente, están trabajando en un proyecto,
ya presentado en otras oportunidades en el Concejo Deliberante, que tiene
que ver con la posibilidad de tener un defensor del Pueblo en Bahía Blanca.
Como argumento para esa petición aducen la necesidad de arbitrar
mecanismos de control administrativo que simultáneamente garanticen la
atención de reclamos vecinales en tal sentido, fomenten la participación
ciudadana en la mejora de la administración municipal, y aseguren una
actitud positiva en el ejercicio de dichas tareas; receptando una
institución que ha mostrado su eficacia en los ámbitos internacionales,
nacionales, provinciales y municipales, como es la de la Defensoría del
Pueblo.
El proyecto del grupo es que la comunidad bahiense cuente con un
defensor del Pueblo que propicie la supervisión de la actividad
administrativa del Departamento Ejecutivo, entes descentralizados, Juzgados
de Faltas, accionar de concesionarios o prestatarios de obras o servicios
públicos y de los concesionarios o permisionarios de uso de bienes de
dominio municipal.
Según el proyecto, la función del defensor del Pueblo “se limitará a
receptar las quejas y, una vez admitidas, investigarlas, efectuar
recomendaciones, y elevar informes, pudiendo dar cuenta pública de sus
gestiones. No obstante, no podrá realizar actos jurisdiccionales,
enmarcando su actuación en un espíritu de colaboración con la
administración al indicarle precisamente aquellos errores o desviaciones
que estuvieren alterando el cumplimiento de su cometido”.

Fortalecimiento del sistema democrático
Con la intención de llevar a cabo el proyecto, Conciencia Cívica
Bahiense invitó a la ciudad a Carlos Constenla, defensor del Pueblo de la
localidad de Vicente López, quien brindó una conferencia abierta y asesoró
respecto a la realización de la idea en Bahía Blanca.
En diálogo con EcoDias, Constenla calificó de interesante la propuesta
de la ONG ya que, considera, la Defensoría del Pueblo es el aporte más
importante del moderno Derecho Público al mejoramiento de la calidad
institucional: “Desde el punto de vista orgánico institucional, es una
organización nueva que aporta el fortalecimiento del sistema democrático,
encauza la participación popular y se convierte en una eficaz herramienta
de garantía de los derechos de la población”.
Constenla explicó que el defensor del Pueblo es un funcionario estatal
no gubernamental porque no forma parte del gobierno, pero sí del Estado. Su
función es proteger a todos los habitantes de arbitrariedades, injusticias,
demoras o abusos que pueda cometer la administración: “Es independiente del
poder político, lo designa el cuerpo deliberativo por una mayoría
calificada de sus miembros. El defensor del Pueblo no tiene poder para
hacer nada pero recomienda, aconseja, sugiere y eventualmente está
legitimado para actuar en la justicia contra alguna arbitrariedad o alguna
violación a la ley”.
Los casos judiciales no son frecuentes dice Constenla a quien se le
preguntó si un defensor del Pueblo hubiera podido interceder en casos como
el del aumento de tarjebus: “Ponderará si le corresponde o no intervenir.
Primero, que el aumento se haga cumpliendo todas las normas previstas para
un aumento, y, en segundo lugar, si el aumento responde a una racionalidad.
Se analizará si hay legalidad en el procedimiento; si la hay no puede hacer
otra cosa pero puede controlar ese proceso de legalidad que muchas veces se
vulnera y se desconoce. No está para juzgar sino para verificar que todo se
lleve por los caminos legales y que no se violen los derechos humanos sobre
cualquier tema”.
Dada su experiencia en esa labor, contó que las demandas más
importantes son reclamos a nivel municipal, problemas con instituciones
bancarias, con obras sociales del Estado, con Rentas y Pami. “También hemos
intervenido por la interrupción de las prestaciones de obras sociales,
interponiendo recursos de amparo para personas, sin medios para pagar un
abogado, para que le entreguen la prótesis que no le entregan o no le
suspendan el tratamiento oncológico que está recibiendo. Lo mismo con los
problemas de vecindad, de convivencia, de mediación entre sociedad y
Estado, se trata de mediar en la solución del problema”.

Resistencia del poder político
Dado los beneficios que puede traer la figura de un defensor del
Pueblo, se le consultó a Constenla por qué no todas las localidades lo
tienen: “Porque hay resistencia por parte del poder político a este tipo de
cosas. Primero por desconocimiento de esta función. Es una función de
apoyo, contribución y ayuda al poder político no es de obstaculización. Si
soy intendente y tengo a alguien que independientemente, que no está en la
actitud de adulación y chupamedias, me venga a decir lo que está bien o
está mal, y es una persona respetada, me va a parecer interesante”.
Asimismo, destacó la importancia del monitoreo de las políticas
públicas. Esto tiene que ver con ordenanzas que se sancionan pero nunca
terminan de cumplirse. Y puso ejemplos de otro distrito donde “hemos hecho
dos o tres monitoreos, el último fue la aplicación de la ordenanza del
programa de salud sexual y reproductiva y vimos lugares en los que se
cumplía contra lo que pensábamos, y había lugares en donde no se cumplía
como sí pensábamos nosotros. Dónde más se cumplía era en el hospital y
donde menos en la maternidad, algo paradójico. Hicimos las recomendaciones
para verificar que se efectúe el cumplimiento. En escuelas municipales se
cumplía parcialmente, depende de los turnos, por convicciones religiosas de
los docentes que actuaban. Sí allí no se mete el defensor del Pueblo no hay
quien lo haga. No es un adorno la Defensoría, es una necesidad de estos
tiempos”.

Defensor del Pueblo y OMIC
Aclarando que un defensor del Pueblo no puede tener disciplinas
partidarias ni vinculaciones a partidos políticos, Constenla aclaró la
diferencia entre su función y la de una Oficina de Información al
Consumidor: “Las OMIC se ocupan de consumidores, nosotros nos ocupamos de
todos, por eso no se confunde el trabajo de cada uno. Las OMIC tienen
procedimientos formales de los cuales no se puede apartar y a veces el
vecino quiere que le arreglen un problema sin necesidad de tanto papeleo.
Suele pasar que al estar así establecidas no pueden, a veces, solucionar la
medida del problema que plantea el vecino”.