El ex PCI del Ejército Néstor Luis
Montezanti seguirá hasta 2015 en el cargo docente que mantiene en la casa de
estudios, siempre y cuando no prospere el pedido de enjuiciamiento académico
que pesa sobre él. Durante su última sesión, el CSU precisó la fecha máxima
hasta la que podrá extenderse el vínculo laboral entre la UNS y los docentes
próximos a cumplir los 70 años, edad límite para el ejercicio de las cátedras. Gloria
Girotti deberá enfrentar el inicio del Juicio Académico, luego del fallo en su
contra de la Cámara de Apelaciones.

Durante
su última sesión plenaria, desarrollada el pasado 22 de agosto, el Consejo
Superior Universitario (CSU) de la Universidad Nacional del Sur (UNS) abordó
más de dos docenas de proyectos remitidos por las distintas comisiones del
cuerpo.
Particular interés reviste uno de ellos, vinculado a otorgar precisión a las
fechas en que caducarán los vínculos laborales entre la casa de estudios y los
docentes que, habiendo cumplido ya los 65 años, optaron por continuar un lustro
más al frente de una cátedra.
El máximo cuerpo resolutivo decidió fijar las fechas en virtud de que muchas de
las designaciones vencían luego de que los profesores involucrados cumpliesen
los 70 años, edad límite para el ejercicio docente. Así lo marca el artículo 7
de la resolución 380 que el CSU aprobó en 2010, indicando textualmente que cumplida
esa edad “quedará extinguida de pleno derecho la relación laboral”.
Uno de los veinticuatro casos es el del camarista federal y ex “asesor
universitario” del Destacamento de Inteligencia 181 del Ejército durante la
última dictadura cívico militar Néstor Luis Montezanti, que dicta tres materias
en el Departamento de Derecho y cuya última designación vencería el 29 de abril
de 2017.
Montezanti cumplirá sus 70 años en 2015, por lo que el CSU dictaminó que el 15
de noviembre de ese año cesará su servicio docente a la UNS. La despedida de
Montezanti del plantel docente de la casa de estudios se dará de este modo siempre
y cuando no prospere el pedido de Juicio Académico que en octubre pasado elevó
el también docente Dante Patrignani.
Aunque el avance del expediente se encuentra detenido por la apelación de
Montezanti a la Justicia, cabe consignar que el pedido citaba como fundamento
el inciso “d” del artículo primero del Reglamento de Juicios Académicos de la
UNS, que establece como causal de un proceso la “falta de ética en el ámbito
universitario o profesional que se proyecte sobre aquel”, en referencia a la
actividad de Montezanti como agente de Inteligencia de la dictadura.
El texto también descansaba sobre una normativa reciente: la resolución 17 que
la Asamblea Universitaria (AU) de la casa de estudios aprobó durante 2011,
fijando como causal de impugnación en el concurso para el acceso o la reválida
a un cargo docente la participación del concursante en tareas de inteligencia
durante la última dictadura cívico militar.
“La participación en esas tareas de inteligencia están reñida con toda norma
ética y moral aceptable dentro de la comunidad universitaria en particular y en
el marco ciudadano en general”, tipifica explícitamente la norma aprobada por
la AU.
Ante la acusación, Montezanti efectuó en primera instancia un descargo en que
procuraba defenderse. En principio, atacando. En el escrito, que consta de diez
páginas, el docente y ex “asesor universitario”, dijo sentirse ofendido, en su
estirpe calabresa, por la acusación y adjetiva a su denunciante como “un inepto
resentido”. Por otro lado, prefirió restar trascendencia a su rol como PCI que
desmentirlo explícitamente, limitándose a señalar que los hechos ocurrieron en
el pasado, que la tarea de “asesor universitario” era “una industria lícita” y
que tal denominación es “inocente y aséptica”.
Asimismo, indicó como dato exculpatorio que en el periodo en que prestó
servicios como PCI “no ocurrió (ni en el ámbito de la UNS ni en ningún otro)
una sola desaparición forzada ni una muerte ni una detención sin orden judicial
ni un exilio forzado”. De la lectura del documento se desprende, también, que
el camarista prefiere llamar “operaciones de contrainsurgencia” a la mecánica
del Terrorismo de Estado implantada por la última dictadura cívico militar.
Según él, estas operaciones se detuvieron completamente en 1979, luego de la
visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al país.
Por septuagenario o por PCI, su vínculo con la UNS se extinguirá completamente
a más tardar en noviembre de 2015. Será una buena noticia para quienes ingresen
a la carrera de Derecho en 2016.

Libros que no has de usar
Por otro lado, el cuerpo resolutivo también decidió hacer lugar a un pedido
elevado por la dirección de la Biblioteca Central de la UNS para la
desafectación de material bibliográfico “obsoleto y deteriorado”, referente a
“obras con ejemplares multirepetidos, algunos de las cuales pueden ser de
interés para miembros de la comunidad académica”.
El proceso ya había comenzado con una distribución entre las bibliotecas de los
distintos Departamentos de la casa de estudios, que tomaron aquellos volúmenes
de su interés, y se completará en etapas, marcadas en tres de los cuatro
artículos del proyecto de resolución original, elevado al cuerpo por medio de
su Comisión de Economía, Finanzas y Edificios.
El material desafectado por el artículo primero será, de acuerdo a lo que
ordena el segundo, puesto a consideración de los Departamentos de la UNS a
través de un listado electrónico que les será remitido, “para que retiren
aquellos ejemplares de su interés”.
Por otro lado, se establecerá “un plazo dentro del presente año para que el
resto de los miembros de la comunidad académica puedan hacerse del material que
le resulte de interés, dando amplia difusión a este evento”. Para ello, “la
Biblioteca Central de la UNS dispondrá un procedimiento contemplando la
participación de su personal para facilitar esta actividad”.
Finalmente, el tercer artículo dispone que, agotadas estas instancias de
distribución, el material remanente será destinado al Centro de Rehabilitación
“Luis Braille” de nuestra ciudad, entidad que recolecta papel para financiar
sus actividades.

Todos son bienvenidos
Las personas que no hayan terminado sus estudios secundarios pero cuenten
ya con una edad mayor a 25 años podrán inscribirse para cursar carreras de grado
en la UNS durante la primera semana de septiembre próximo.
Entre el 3 y el 7 de ese mes, el Departamento de Ingreso abrirá las
inscripciones para los interesados en comenzar a cursar en 2014. Para
efectivizar el trámite, los aspirantes deberán acercarse a la sede de esa
dependencia, en Avenida Alem 1015, con su documento de identidad.
La posibilidad descansa en el séptimo artículo de la Ley de Educación Superior,
aprobada en el Congreso de la Nación a mediados de 1995, que establece que
“para ingresar como alumno a las instituciones de nivel superior, se debe haber
aprobado el nivel medio o el ciclo polimodal de enseñanza” pero indica que
“excepcionalmente, los mayores de 25 años que no reúnan esa condición, podrán
ingresar siempre que demuestren, a través de las evaluaciones que las
provincias, la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires o las universidades
en su caso establezcan, que tienen preparación y/o experiencia laboral acorde
con los estudios que se proponen iniciar, así como aptitudes y conocimientos
suficientes para cursarlos satisfactoriamente”.

Le dijo NO
La docente del Departamento de Derecho Gloria Girotti no podrá eludir por
vía judicial y en razón de su “depresión reactiva” el proceso de Juicio
Académico que se le inició en la UNS por decisión unánime de las dos instancias
involucradas: el Consejo Departamental de la unidad académica de incumbencia y
CSU.
Así lo determinó la Cámara Federal de Apelaciones, en un fallo emitido el
pasado 16 de agosto y rubricado por los jueces Pablo Candisano Mera y Ángel
Alberto Argañaraz. El también juez de Cámara Néstor Luis Montezanti se excusó
de intervenir en la resolución. Como se ha dicho en esta misma página,
Montezanti también es docente en el Departamento de Derecho, y pesa sobre él
otro pedido de Juicio Académico, a partir de su participación como “asesor
universitario” del Destacamento de Inteligencia 181 del Ejército, durante la
dictadura.
En el caso de Girotti, la acusación es todavía más grave. En diciembre de 2010,
los fiscales Abel Córdoba y Antonio Castaño presentaron el primero de una larga
serie de pedidos de detención y procesamiento hacia la letrada. Durante la
dictadura, Girotti se desempeñó como secretaria del fuero penal del Juzgado
Federal 1, a cargo entonces de Guillermo Federico Madueño, el magistrado que
deliberaba junto al general Acdel Vilas acerca del curso que debía tomar el
accionar de la represión ilegal, que incluía la desaparición y eliminación de
personas.
Además de la dilación en los trámites por hábeas corpus o en dar curso a las
denuncias de las víctimas sobre el accionar represivo ilegal, sobre Girotti
pesan imputaciones vinculadas a la participación en interrogatorios bajo
tortura a prisioneros cautivos en el Centro Clandestino de Detención (CCD)
conocido como “La Escuelita”.
En mayo de 2011, el CSU aprobó en polémica sesión y por mayoría una reválida
docente a que aspiraba la letrada. Pero pocas semanas más tarde, comenzó su
recorrido un pedido de Juicio Académico rubricado por casi seis decenas de
miembros de la comunidad universitaria. Dicho proceso está reservado para casos
gravísimos de faltas que violen los preceptos fijados por el Estatuto de la
UNS, y su veredicto podría determinar la exoneración definitiva de Girotti como
miembro de la casa de estudios.
Ante el aval que al inicio del Juicio Académico dio el propio CSU, Girotti
interpuso un recurso judicial. Solicitaba en él que sea suspendido el proceso
hasta tanto lograse recuperarse de la “depresión reactiva” que, argumentaba, le
había producido la “persecución” iniciada en su contra.
En su escrito, los jueces del Tribunal de alzada indican que Girotti “no
acreditó en autos la dolencia incapacitante que dice padecer ni explicó de qué
modo los efectos de la resolución cuestionada (la del CSU, dando aval al inicio
del proceso) obstarían a su restablecimiento o impedirían una plena defensa de
su parte”.
Con la resolución de la Cámara, la letrada deberá afrontar el Juicio Académico.
Ya se ha sorteado incluso el Tribunal de profesores eméritos que estará a cargo
del mismo. Treinta años después de cometidos los delitos que se le imputan, y
tras la impunidad de que gozó durante ese tiempo, Girotti deberá enfrentar
ahora su destino. Y su pasado.