Entre junio y diciembre de 2014 hubo una
baja del 2,3 por ciento respecto a colisiones viales en Bahía Blanca en
comparación con el primer semestre del mismo año. Ese y otros datos fueron se
desprenden de un informe realizado por un grupo interdisciplinario de la
Universidad Nacional del Sur.

GIECOV es la sigla del Grupo Interdisciplinario para el Estudio de las
Colisiones Viales y está constituido por docentes y becarios de los
departamentos de Ingeniería, Geografía y Ciencias de la Salud de la Universidad
Nacional del SUR (UNS). Recientemente se presentó el Informe sobre Colisiones
Viales en Bahía Blanca correspondiente al período julio – diciembre de 2014 el
cual fue elaborado justamente por el GIECOV.
La presentación se realizó en la Sala Estomba de la municipalidad, allí
estuvieron representantes del Ejecutivo local y el decano del Departamento de
Ciencias de la Salud de la UNS, Pedro Silberman quien dialogó con EcoDias
acerca de la labor del GIECOV y el acuerdo realizado con el gobierno municipal
para la confección del informe: “Tenemos un convenio con la municipalidad y la
universidad para que nosotros semestralmente, el grupo de investigación en
colisiones viales, el GIECOV, realice un relevamiento de la cantidad de
accidentes, la distribución de los mismos, las características de los
accidentes en términos de heridos, de hospitalizados, de móvil por el cuál
ocurrió y dónde se ubican y se georeferencian los accidentados”.
Este tipo de trabajo se viene realizando desde hace cuatro años al tiempo que
el último informe trajo como resultados una baja del 2,3 por ciento respecto a
colisiones viales en nuestra ciudad durante julio y diciembre de 2014.
Silberman explicó cómo trabaja el grupo para la recopilación de la información
y la generación de datos: “Nosotros estuvimos todo el 2009 trabajando en un
software en la municipalidad para que se pueda articular toda la carga de
información y entrenamos a los data entry. Hay una planilla que elaboramos
nosotros que tenía Defensa Civil en su momento y que pasó ahora a la Guardia
Urbana que es cuando hay un accidente se dispara el 911, el 911 carga la
dirección y la cantidad de heridos, va a la Guardia Urbana y la Guardia Urbana
llena esa planilla con lo cual conformamos la parte pre accidente y accidente.
Después en el Hospital Municipal también cuando ingresa la persona se carga en
el sistema informático del hospital, se cargan los heridos que ingresan, dónde
ingresan y qué es lo que sucede cuando ingresan. Nosotros todos los semestres
tomamos esa información y elaboramos los informes”.
Retomando los resultados del último período estudiado pero también tomando
datos referidos a todo el año 2014, Silberman detalló: “Todo el 2014 lo que
nosotros notamos es un descenso del 19, 3 por ciento de la cantidad de
accidentes que significan 650 accidentes menos. Notamos un 35 por ciento menos
de internación de peatones y un 24 por ciento de disminución de la internación
en general. En el segundo semestre con respecto al primer semestre bajaron un
2,3 por ciento los accidentes o sea que el grueso del descenso fue en el primer
semestre y nosotros pensamos que sería atribuible a la modificación en el
estacionamiento céntrico. Fue la única intervención que hubo que puede haber
dado alguna alteración de los resultados”.
La merma de accidentes mencionada del 2,3 por ciento se desprende de que
durante el período enero – junio del año 2014 ocurrieron 1.486 colisiones
viales disminuyendo a 1.451 durante el período julio – diciembre.

Errores humanos
Basándose en el informe, Silberman comentó que las esquinas más complejas
de la ciudad siguen siendo Alem y Cuyo, y Cuyo y Zelarrayán pese a que en ésta
la cantidad de colisiones disminuyó al igual que Córdoba y Alem. Así y todo
continúan siendo problemáticas y un caso similar ocurre con Lainez y Juan
Manuel de Rosas, Pedro Pico y Arias, y Colón y Vieytes: “Las rotondas de
ingreso de Grumbein y de El Cholo siguen siendo conflictivas con alguna
cantidad de accidentes importante y avenida Dasso también tiene importante
cantidad de accidentes”.
Un descenso de importancia se observó en la mortalidad por accidentes que paso
de 9, 3 a 7,9 por ciento: “Hubo un descenso importante en la mortalidad cada
cien mil habitantes que si bien estaba por debajo de la media nacional que es
de 12, 6 ha descendido aún más”.
En cuanto a las causas de las colisiones, en un 80 por ciento se deben al error
humano mientras que el 20 por ciento se distribuye entre la infraestructura y
el vehículo: “Por eso nosotros estamos haciendo una investigación sobre error
humano, sobre tipo de errores más comunes, algunos son errores involuntarios,
otros voluntarios”. Silberman informó que se está realizando una encuesta que
ya lleva entrevistados a 900 automovilistas, 200 motociclistas y también a
ciclistas “para ver qué resultados obtenemos pero sobre todo los errores más
comunes que tienen que ver con la distracción, con las omisiones, con la
imprudencia, con una serie de conductas humanas que son las que generan el
accidente. El alcohol en sangre en una persona que maneja con valores hasta
menores de 0,5 que son los permitidos, aumenta tres veces la probabilidad de
accidentes aún con los valores permitidos”.
El aumento de la velocidad también es una inobservancia a una norma y está relacionada
al error por imprudencia. Por su parte, el hablar por celular mientras se
maneja produce en un conductor experimentado, una conducta de manejo de
principiante y una visión binocular. Además, ese hecho anula la esfera
cognitiva del cerebro que va registrando distancias, vientos, hace recordar
cómo se maneja en una esquina determinada y demás procesos cognitivos
complejos. “El hablar por celular los anula absolutamente. Entonces queda uno
con una visión binocular y con una experiencia de manejo de un principiante con
lo cual aumentan los riesgos de accidentes enormemente”.
El lado positivo del asunto es que algunas costumbres de prevención se
aprendieron: “Yo creo que hay algunas pautas que se han venido cambiando. El
tema de los chicos atrás y el cinturón a partir de 2009, de Bahía Conduce
cuando estaban las personas con megáfonos, generó una conciencia colectiva
importante”. El lado negativo del asunto es que tal vez no podríamos sumar
otras conductas de prevención adquiridas y puestas en práctica: “Uno ve que las
personas andan a otra velocidad, doblan sin respetar al peatón, estacionar en
doble fila, hay una serie de cuestiones y también en la vía pública hay
elementos que son distractores: El cartel que está en O´higgins y Chiclana, la
pantalla que está en la universidad misma en Alem y San Juan”.

Las motos
En los porcentajes de causas de accidentes, Silberman mencionó la
infraestructura. “Tiene que ver con el estado de las calles, el tema de la
visibilidad, árboles y cartelería que te obstruya, el tema de la luminosidad,
hay cuestiones de infraestructuras pero son las menos, la gran carga de
accidentes es el error humano”.
Consultado por accidentes en moto, señaló que el 64 por ciento de todos los
accidentes son en moto y son los más graves. Además, recalcó que si no se
utiliza el casco el riesgo es más grande y también aumenta el número en
personas que trabajan como cadetes en moto ya que recorren un promedio de cien
kilómetros diarios: “La moto es un buen vehículo para una ciudad porque no
congestiona el tema es la observancia de las normas. El error en las motos es
mayor todavía que el error humano que en los autos”.
Silberman ya había nombrado la disminución de lugares de estacionamiento
céntrico como una de las posibilidades que permitieron bajar el porcentaje de
accidentes. En ese sentido agregó: “Yo creo que la clave de cualquier sistema
de tránsito es mejoramiento del sistema de transporte público para que
disminuya la cantidad de vehículos y la fluidificación del tránsito. La
disminución de los lugares de estacionamiento ha generado que haya más fluidez en
el tránsito, lo cual disminuye la cantidad de accidentes. Hasta ahí me
aventuraría a plantearlo, más allá de eso no diría pero el objetivo que uno
tiene que lograr en cualquier sistema de tránsito es que sea fluido y que haya
mayor utilización de transporte público o sea menor cantidad de vehículos”.
En cuanto a la fluidez se refirió a la semaforización articulada y necesaria
para mantenerla. Si la articulación no existe o falla, se pueden producir
accidentes más graves o en una cantidad considerable.

Algunos datos del informe
Como ya se dijo, del estudio del GIECOV se desprende que entre enero y
junio de 2014 se produjeron 1486 colisiones, disminuyendo a 1451 entre julio y
diciembre del mismo año, representando una merma del 2,3 por ciento.
La franja horaria que va entre las 17 y las 20 horas es en la que ocurrieron
mayor número de accidentes.
En el primer semestre el 69, 23 por ciento de las víctimas fatales se encontró
dentro del grupo etario de 15 a 34 años. En el segundo semestre se repitió la
tendencia con un 38,46 por ciento.
6 de las 14 víctimas fatales del segundo semestre, perdieron su vida en
accidentes producidos dentro del área correspondiente a las delegaciones Las
Villas (4 muertes) y Harding Green (2 muertes).
Entre enero y junio de 2014 fueron hospitalizadas 652 personas a causa de
colisiones viales. Ese número bajó a 496 personas entre julio y diciembre del
mismo año. Es decir, una reducción del 24 por ciento.
Otra merma se ve en las hospitalizaciones de niños de 10 a 14 años. Hubo 33 en
el primer semestre y 14 en el segundo.
Según el informe, el análisis de las víctimas fatales en el período 2006 y 2013
mostró un descenso en 2007 con un gran aumento que se mantuvo por dos años. Se
observó, dice el estudio, un nuevo descenso en 2010, similar a 2006 y 2012 y se
evidenció un aumento en el año 2013 para descender en 2014.
En 2014 se registraron 2.937 colisiones que contra las 3.646 de 2013, arrojan
una disminución del 19,35 por ciento.
Otra disminución se nota en los accidentes ocurridos entre las 7 y las 19 horas.
En 2013 el porcentaje alcanzó un 61,4 por ciento y en 2014 llegó a un 58,87.
La internación de peatones bajó en un 35 por ciento de 2013 a 2014.