Los profesionales del Hospital Municipal Leonidas Lucero reclaman ante
la falta de camas lo cual impide internaciones, derivaciones y, por ende, una
buena atención para con los pacientes. La queja también alcanza a la escasez de
recurso humano.

El Hospital Municipal Leónidas Lucero es de todos los ciudadanos bahienses
pero, lamentablemente, parecería que no alcanza justamente para todos ya que
quedó chico para la demanda que tiene. Al menos eso se desprende del reclamo
que tanto la Asociación de Profesionales Municipales de la Salud como su
similar sindical, realizaron a través de un comunicado de prensa. En el mismo,
señalan que mientras continúa el asombro por los acontecimientos bochornosos
relacionados al escándalo COPROTUR, el hospital sigue sufriendo dificultades
edilicias y carencia de recurso humano lo cual repercute negativamente en la
atención de los pacientes. Las dificultades en sí residen en la falta de camas
ya que, dice el comunicado, 120 camas hospitalarias para una ciudad de 380.000
habitantes, no resiste mucho análisis.
La doctora Andrea Mariño es la presidenta de la Asociación de Profesionales y
dialogó con EcoDias sobre la problemática: “Todos los inviernos sufrimos más o
menos el mismo problema ya que se hace muy notoria en el invierno la falta de
camas en clínica médica. La sala en este momento está ocupada al 110, 115 por
ciento, esto significa que está totalmente ocupada y que aparte hay que
internar en otros sectores del hospital como Cirugía u otros. Esto genera un
embudo y hace que los pacientes que están en la guardia y que ingresaron por
guardia, que tienen cierta complejidad y que hay que internarlos en sala, no
tengamos dónde internarlos. Y los pacientes de Terapia Intensiva que empezaron
a estar mejor, que se les sacó el respirador, que pueden pasar a una sala de
clínica, no los podés pasar porque no tenés lugar”.
La situación descripta, señala, hace complicado todo el tránsito de los
pacientes ya que no se pueden hacer internaciones: “Hay patologías complejas
que se están derivando a otros lugares, que cuesta conseguir derivación porque
a los otros lugares les pasa lo mismo. Esto deja a los médicos que atienden a
estos pacientes en una situación de caer en un error mala praxis por la sencilla
razón de que no tienen los medios donde internar al paciente y poder atenderlo
bien”.
El problema no es nuevo ya que hace mucho tiempo, desde la propia asociación se
reclamaba por lo mismo: “Esto genera un montón de complicaciones que pensamos
que hay que hacerlas visibles y transparentes. De hecho esto mismo que estoy
comentando, hace 30 años ya lo decía el que estaba de presidente de la
Asociación de Profesionales en ese momento, el doctor Santillán, que un
hospital de 120 camas era chico para Bahía Blanca. Pasaron 30 años y seguimos
teniendo las mismas 120 camas”.
Con todas estas complicaciones se hace realmente difícil decidir qué hacer con
cada paciente que necesita de atención: “A veces están esperando más tiempo del
que corresponde en Terapia Intensiva y sacándole el lugar a un paciente grave
que requiere terapia y hay que derivarlo a otro lugar con lo que cuesta
conseguir derivaciones en esta ciudad. Es muy complicado, hay que ponerse,
sentarse a diagramar qué perfil de hospital queremos y poner la inversión en
Salud en lograr más camas en clínica médica”.
Un dato a tener en cuenta es que en los tiempos que corren, la población
envejece mucho más, el promedio de vida es más alto y por ende la posibilidad
de enfermarse y tener patologías que requieran de internación cuando se trata
de un adulto mayor, es más importante tanto en número como en días en que el
paciente está internado”.

Atando con alambre
EcoDias consultó a Mariño acerca de la famosa Terapia Intermedia para el
hospital Municipal: “De las cuatro camas que estaban planificadas, no están
porque cuatro camas en Salud no implican tirar cuatro colchones. Cuatro camas
implican, además de los cuatro colchones, vestirlas con aparatología, con
recurso humano, médico, enfermeras que asistan a esos pacientes y eso es lo que
falta”.
Ante tantas falencias, los médicos se sienten solos a la hora de intentar
solucionarlas y caen en un estrés que no perjudica solo a ellos sino también a
su trabajo: “Es una situación de un estrés muy importante por eso hay muchos
médicos de guardia que quieren cambiar de lugar y cuesta conseguir reemplazo de
guardia porque el estrés es tan importante cuando uno tiene estos casos
complejos que no puede ni siquiera ingresarlos bien al hospital para poder
estudiarlos. Ha pasado hace dos o tres semanas que no había lugar, la
ambulancia quería bajar igual al paciente porque no tenía donde llevarlo y hubo
que pedirle que lo deje en la camilla. O sea, la ambulancia se quedó sin
camilla y el paciente quedó internado en la guardia arriba de una camilla de
transporte”.
Además de lo dicho, como resaltábamos al comienzo, también está el tema de la
carencia de recurso humano: “Donde más falta y donde más se nota es en los
servicios de guardia. Los servicios de guardia están sumamente recargados, de
hecho hubo días que de los tres clínicos que tiene que haber, o de los dos
pediatras que tiene que haber de guardia, faltaba alguno y por ende los demás
que quedan, quedan recargados de trabajo”.
No solo hacen falta más camas en el hospital Municipal sino también un cambio
de perfil para saber qué tipo de nosocomio se quiere para poder cuidar la salud
de la población: “Yo creo que eso se tiene que conversar con la planta
política, con nosotros que somos los representantes de los profesionales de la Salud, con los
representantes de los otros gremios, con la población en general, con los
representantes que elija, fomentistas, organizaciones. Pero me parece que esa
decisión es una decisión de consenso entre todos. Juntarnos también con el otro
hospital importante público de la ciudad que es el Hospital Penna, me parece
que esta es una decisión de conjunto”.