Ante las bajas temperaturas surge profundizar las recomendaciones con los
artefactos a gas.
Recordar:
Controlar los artefactos con gasistas matriculados.
Verificar que la llama tenga un color azul uniforme.
Encender y apagar los braceros y estufas de leña fuera de la casa.
No utilizar el horno ni las hornallas de la cocina para calefaccionar.
Dejar una puerta o una ventana entreabierta.
No arrojar al fuego plásticos, goma o metales.
Controlar que los respiradores no estén tapados.
Apagar brasas y llamas antes de dormir.
Ventilar la casa una vez por día.

Algunos de los síntomas que pueden presentarse:
Dolor de cabeza.
Náuseas o vómitos.
Mareos, acompañados de cansancio.
Letargo o confusión.
Desmayo o pérdida de conocimiento.
Alteraciones visuales.
Convulsiones.
Estado de coma.

Estos síntomas pueden variar de una persona a otra, quienes tienen mayor riesgo
de intoxicación son los niños pequeños, los adultos mayores, las personas con
enfermedades cardíacas y/o pulmonares, los fumadores y las personas que habitan
en zonas de gran altitud.
Ante los primeros indicios, es necesario ventilar el ambiente, recurrir a un
centro de salud u hospital o comunicarse al 107. Es importante informar al
personal médico sobre la sospecha de estar sufriendo intoxicación por monóxido
de carbono.