Un proyecto del concejal
Sergio Massarella busca que los presos de la unidad de Villa Floresta elaboren
pavimento articulado destinado a las calles de Bahía Blanca que lo necesiten.

A través de un proyecto se busca dar una mano a dos problemáticas de distinta
índole. Por un lado está la cuestión de reinserción social de los presos de la
unidad de Villa Floresta, una deuda siempre pendiente. Y por otro lado están
las calles de tierra que soportan varias familias de Bahía Blanca. Lo que se
desea es que las personas privadas de su libertad fabriquen pavimento
articulado para colocar en las cuadras que así lo necesiten. De esta manera se
brindaría una alternativa a los dos problemas planteados.
Todo esto surge del proyecto del concejal Sergio Massarella (Bloque Frente para
la Victoria 27 de Octubre) quien intentará que el mismo sea aprobado en la
próxima sesión extraordinaria de Concejo Deliberante.
EcoDias fue a entrevistar a Massarella acerca de esta iniciativa de la que dijo
que el factor social es el fundamental: “La intención es que el municipio firme
un convenio con la unidad penitenciaria número 4 de nuestra ciudad en el cual
se establezca la posibilidad de que las personas privadas de libertad puedan
elaborar pavimento articulado para que el mismo después sea colocado en
distintas cuadras que actualmente son calles de tierra. Como bien dice, este proyecto
apunta netamente y profundamente a un aspecto social. Por un lado que la
persona privada de libertad realice una actividad, una actividad que le deje
una enseñanza a futuro, que es digna y que puede recibir una retribución
salarial y que a su vez está beneficiando y mejorando la calidad de vida de
vecinos de la ciudad de Bahía Blanca por el hecho de que con el producto de lo
que se hace en la unidad penitenciaria, se estaría asfaltando una calle y
estaría mejorando la calidad del vecino”.
Es sabido y más lo saben quienes lo padecen, que vivir en una cuadra con calle
de tierra implica problemas cuando el viento es fuerte, cuando llueve, el
barrio y toda situación conflictiva que eso genera: “A su vez, aquellas
personas que recuperan la libertad, tengan también la posibilidad de formar una
cooperativa de trabajo que lleve adelante la colocación del pavimento
articulado en esas cuadras. Por tal motivo, insisto, está dentro de un marco
social donde el trabajo de personas privadas de libertad repercuta en mejorar
la calidad de vida de vecinos de distintos sectores de la ciudad de Bahía
Blanca”.
Acerca de la idea de que quienes recuperen su libertad se encarguen de la
colocación del pavimento, se podría considerar al patronato de liberados: “Lo
importante es que la persona privada de libertad pueda realizar una actividad
que repercute en mejorar la calidad de vida de los vecinos y por el otro lado
cuando la persona privada de libertad, recupere su libertad, tenga una
actividad digna que le permita reinsertarse socialmente con un salario digno,
cumplir una carga horaria, realizar un trabajo específico y concreto e insisto,
ambas cuestiones redundan en mejorar la calidad de vida del vecino, mejorar
urbanísticamente los sectores y los barrios de nuestra ciudad. Insisto lo que
implica el pavimento en una cuadra que actualmente es de tierra, desde el
embellecimiento hasta una cuestión también de mejorar la calidad de vida del
vecino”.
En cuanto a la inversión ha realizarse, la misma podría variar de acuerdo a la
maquinaria que se compre: “Las máquinas rondan valores de 20 mil a 100 mil
pesos a lo cual hay que agregarle los moldes y los materiales como tierra,
arena, cemento y agua. Yo creo que una inversión de este tipo no es para nada
significativa para que la afronte el municipio. Yo creo que con una inversión
inicial que pueda rondar los 100 mil pesos, está en condiciones de comenzar este
proyecto si también le sumamos no solo la inversión inicial sino a la
capacitación que pretendemos que se brinde del municipio a quienes van a
trabajar en este proyecto. Capacitación que va a ser en una primera etapa y
después será acompañarla con un monitoreo a medida que el proyecto vaya
avanzando”.

Buen futuro
Lo dicho por Massarella tiene, dijo, un aspecto muy positivo que es la
retroalimentación en cuanto a la parte económica “porque una vez que se realiza
la inversión inicial, el pavimento articulado que se estaría fabricando para
posteriormente colocarlo implicaría un pago por parte del vecino que esto iría
a retroalimentar este programa que pretendemos que se implemente”.
EcoDias preguntó a Massarella acerca de las diferencias entre el pavimento articulado
y lo que se conoce comúnmente: “Hay una diferencia sustancial en lo que sería
asfaltar una cuadra y pavimentarla con el pavimento articulado. Estamos
hablando que ronda en la realidad el 30 por ciento de diferencia pero acá me
parece importante un dato que si tenemos la posibilidad que el proyecto sea
acompañado en el Concejo Deliberante, mi intención es que en la próxima sesión
extraordinaria presentarlo para ver si recibe el acompañamiento del resto de
los concejales, de ser así y de tener viabilidad nos tendríamos que sentar con
el Ejecutivo municipal para ya ver cuáles son los números y en definitiva a
futuro determinar cuál sería el valor que tendría que pagar cada frentista para
poder contar con el pavimento articulado. Pero insisto, primero la cuestión
social, me parece que es la más importante de todas, una cuestión netamente
social por un lado para las personas privadas de libertad y por el otro para
los vecinos de la ciudad de Bahía Blanca. Y después sí considerar que la
implementación de este proyecto podríamos pensar en una disminución de los
costos que debiera afrontar cada frentista”.
Massarella comentó que ya mantuvo charlas con autoridades de la unidad
carcelaria: “Yo me junté antes de presentar el proyecto con el jefe de la
unidad penitenciaria quien me manifestó su total apoyo y acompañamiento, de
hecho después de que hablamos me informó que elevó el proyecto a sus
autoridades y que fue tomado de buen grado”.
A su vez, el concejal recordó que existe un antecedente de proyectos de trabajo
de este tipo y que han dado resultados beneficiosos para todas las partes
involucradas: “Hay una experiencia que se realizó en el 2002 donde también se
había firmado en su momento un convenio entre el municipio y la unidad
penitenciaria para elaborar bloques de cemento. Esto se realizó por alrededor
de tres años donde se fabricaban los bloques y se entregaban a distintas
familias de la ciudad para que pudieran terminar su casita, pudieran terminar
una pieza, un baño y la verdad que funcionó muy bien y sirve como antecedente
para pensar en la viabilidad de este otro proyecto”.