Los pescadores de Ingeniero White habían realizado un
corte en los ingresos al puerto pidiendo por viejas reivindicaciones. Reuniones
con el Consorcio de Gestión del Puerto, hicieron que se levante la medida y que
se tomaran decisiones satisfactorias para los trabajadores.

Años atrás, los pescadores artesanales de Ingeniero White protestaban por el
estado de la ría y su consecuente precarización laboral lo que derivó en muchas
polémicas e incidentes que incluyeron hasta la represión por parte de
Gendarmería.
En el medio se intentaron algunas salidas y soluciones pero, según señala un
grupo de los trabajadores, la situación sigue siendo la misma de siempre.
Por esa razón, ese grupo de trabajadores, realizó un corte en los ingresos al
puerto, que fue levantado tras ser atendidos por las autoridades del Consorcio
de Gestión del Puerto.
Pablo Bustos, uno de los pescadores y titular de la Asociación de Pescadores
Artesanales de la Ría de Bahía Blanca, describió a EcoDias el panorama que
están viviendo: “El conflicto es el mismo de siempre, hace diez años que
venimos pataleando porque la ría se viene a menos y consideramos que la culpa
no la tenemos nosotros sino toda la industrialización que se hizo. Es significativo
que mientras los pescadores van para atrás, las empresas van para adelante, o
sea esa ecuación tiene algo que ver. Nosotros lo venimos sosteniendo,
denunciando y todo sigue igual, no hay muchos cambios. Incluso después de toda
la batahola que se armó en 2009, que se dio un primer paso para que esto se
tenga en cuenta y que no vuelva a pasar, todo siguió igual. Igual y peor porque
aparentemente, uno no tiene todas las pruebas en la mano, pero es cuestión de
sentido común ver cómo se están dando las cosas, para ver que aparentemente se
arregló a un pequeño grupo de dirigentes para que todo siga igual en el
tiempo”.
Entre todo lo que se pidió en su momento para los pescadores, Bustos recordó
que un pequeño grupo recibió embarcaciones que, opinó, no son realmente útiles.
“Y después más que un cambio de vida que tuvieron 4 dirigentes que vivieron
durante esos dos años y pico sin trabajar y que a pesar de eso pudieron
progresar, mientras todos los pescadores nos vinimos para atrás, más allá de
eso, no hubo ningún cambio”.
Con el tiempo, dijo, ello derivó en que los trabajadores se dividieran en tres
agrupaciones diferentes. Por un lado está la tradicional Cámara de Pescadores,
luego se reinauguró la cámara de propietarios, y hace unos cuatro meses la
asociación que lidera Bustos: “Hicimos cuatro denuncias civiles, dos denuncias
penales federales, y ya una vez nucleados como asociación que es lo que nos
pedían todas las autoridades para poder tratar con nosotros, metimos un recurso
de amparo, por el tema el dragado de Galván a Cuatreros. A pesar de haber hecho
todo lo que nos habían dicho, de habernos conformado como asociación, de haber
conseguido personería jurídica, luego de cuatro meses de enviar notas y no ser
contestadas, y esperar que nos llamen para ver si se hace algo en la
intendencia o en el Consorcio de Gestión, consideramos que había pasado un
tiempo prudente y que era necesaria una manifestación y demostrarle que
nosotros, más allá de los papeles, también existíamos”.

Reunión positiva
Los puntos fundamentales del reclamo, señaló Bustos, se basan en primer
término en la creación de un censo pero, remarcó, un censo en serio “no que
cada cual presente una lista y esa lista la tome el consorcio como cierta.
Censar en una mesa examinadora donde todo el mundo presente su libreta de
embarco, se constate la cantidad de embarcos que tiene, el tiempo que ha
trabajado en la ría y de ahí en adelante se verá si es un pescador artesanal de
la ría o es una persona que viene a hacer uso de una oportunidad para poder
sacar algo. En eso estamos de acuerdo. Después tratar de arreglar todo lo que
se hizo mal a través del manejo de la cámara de pescadores, y en un todo pedir
por trabajo e inclusión en todo este crecimiento portuario e industrial pero
siempre como gente de mar, de trabajo, que se nos incluya en todo esto a todos
aquellos que quieran hacerlo”.
El día del corte, se tuvo una reunión con autoridades del Consorcio de Gestión
que dio resultados beneficiosos y ya se empezó a trabajar en algunas
cuestiones: “Básicamente sobre la idea de cómo se tendría que empezar a hacer
este censo, y a partir de ahí ver las capacidades y los deseos de cada
pescador. Ver qué es lo que quiere, si realmente quiere reconvertir su vida
trabajando en una actividad portuaria, dentro de la ría o si quiere seguir
pescando. Entonces se atenderá cada una de esas cosas. Al que quiere seguir
pescando se le tratará de mejorar la pesca, o sea los elementos pesqueros y
todo lo que necesite. Y al que quiera obtener un trabajo en la zona portuaria para
tener algo firme, también se lo atenderá y se le tratara de conseguir algo”.