Sabor a poco dejó una reunión en el Concejo Deliberante con representantes de
la empresa Eycon por una presunta defraudación a Bahía Transporte Sapem a
través del uso irregular de las tarjetas Bahía Urbana.

La Comisión de Tránsito y Transporte del Concejo Deliberante convocó a una
reunión Plenaria para analizar el caso de la utilización irregular de las llamadas
tarjetas Bahía Urbana que se usan en la ciudad para viajar en colectivos y para
el servicio de parquímetros. Dicha utilización irregular de las tarjetas derivó
en una presunta defraudación a Bahía Transporte Sapem por una cifra que podría
llegar a los ocho millones de pesos, según dijo el intendente Héctor Gay en una
conferencia de prensa que brindó ni bien comenzaron los rumores sobre el tema.
A la reunión Plenaria asistieron concejales, representantes de la empresa Eycon
y de Bahía Transporte Sapem.
El concejal Pablo Rosenfelt (Bloque Frente para la Victoria) es uno de los
integrantes de la Comisión de Tránsito y Transporte, y dialogó con EcoDias
acerca de los resultados que dejó el encuentro en el recinto deliberativo: “Concurrieron
los dueños de Eycon, los hermanos Curcio y el gerente de la Sapem, Adrián
Saschrgorodsky, en el caso del gerente de la Sapem, cursó una nota excusándose
de que no podía contestar preguntas porque él fue el denunciante en el tema de
la causa de la Sapem y por consiguiente precisamente se exceptuó de contestar
las preguntas. Con respecto a Eycon estuvimos limitados en cuanto a las preguntas
que le pudimos hacer, también concurrieron con su abogado y fundamentalmente se
remitieron a decir que iban a contestar temas que tendrían que ver con lo
técnico simplemente”.
En cuanto a la reunión en sí, Rosenfelt dijo que quedaron más dudas que certezas:
“No pudimos ampliar la cantidad de preguntas que teníamos, nos vimos limitados
en ese aspecto pero aquellas cosas que pudimos preguntar, obviamente tuvimos
dudas. Concretamente preguntamos sobre el tema de si cuando la tarjeta estaba
en blanco que salía de la Sapem, había alguna persona que controlara si salían
sin crédito, lo cual nos dijeron que no, que no existía una persona que se
dedicara a controlar el tema del crédito, una cosa que nos parece central
porque obviamente si esto hubiese sucedido, las tarjetas de 45 mil millones de
pesos, las 30 famosas tarjetas, no hubiesen llegado a ningún lado”.
Para Rosenfelt hay un sistema que fue vulnerado y en se sentido criticó que un
kiosquero descargue su tarjeta en su kiosco: “Hablo de tarjetas de clientes no
de los proveedores de la Sapem, en la cual nosotros creemos inconveniente.
Ellos nos dicen que esto se realiza por el solo hecho que por ahí puede haber
un problema de tipeo. Cuando un cliente pide 100 y se tipea mil, es la forma
que tienen de devolver precisamente el dinero. Nosotros consideramos que el
método adecuado inclusive esto impera en otros lugares, en otros sistemas, es
que vayan a la Sapem central para que le devuelvan realmente el importe que le
cargaron mal y de hecho si esto se hubiese cumplido de esa manera, el fraude de
tres millones y medio que inclusive dicen que puede ser mayor, no se hubiese
producido”.
Consultado por EcoDias sobre la versión que se dio desde la empresa Eycon,
manifestó: “Según ellos, dicen que hubo un problema de formateo de la tarjeta,
que eso hizo que fundamentalmente se activaran estos créditos exorbitantes pero
realmente las explicaciones que dan son absolutamente inconsistentes”.
Rosenfelt insistió que se vulneró el sistema, ya sea el informático como el
contable “porque evidentemente esto no podría pasar. Por eso yo preliminarmente
te decía que si una persona se hubiese dedicado a controlar las tarjetas que en
realidad salen de la Sapem y hubiesen verificado que hubo un problema de
formateo, esto no hubiese sucedido”.
Respecto a cuál conclusión sacó luego de la reunión Plenaria, comentó: “Realmente
nos generó más dudas que certezas, o sea hasta inclusive en un momento
determinado se evalúa hacer una sesión extraordinaria para hacer un pedido de
informes más exhaustivo, y fundamentalmente nos quedó una sensación amarga en
el sentido que nos encontramos limitados para poder preguntar. En principio por
lo que te comentaba de que por ahí uno no sabe de cuestiones judiciales y lo
que hizo el gerente de la Sapem fue lo correcto pero al limitarse a no poder
hacerle preguntas, por supuesto que nos encontramos con ciertas limitaciones de
no poder preguntar al responsable de un montón de dudas que teníamos. Y muchas
de las cuestiones que le preguntamos a los empresarios de Eycon, obviamente no
fueron despejadas. En ese sentido, insisto, nos quedamos con muchas dudas”.

Actúa la Justicia
Respecto a los pasos a seguir de aquí en más, el concejal dijo que hay una
causa judicial que es la que va a determinar la responsabilidad de cada uno “que
eso tampoco lo podemos eludir y en lo cual nosotros tenemos muchísimas
esperanzas de que esto se resuelva y que se esclarezca qué fue lo que sucedió.
Pero a la vez, un poco lo que nosotros le explicábamos a los concurrentes del
día viernes, nosotros tenemos la responsabilidad como concejales porque
obviamente representamos a los vecinos, de tratar de clarificar en los tiempos
más breves qué fue lo que realmente sucedió”.
Rosenfelt recordó que se va a desarrollar un peritaje dispuesto por intendente
sobre la cuestión informática para ver qué resultados arroja: “Va a ser hecho
por la Universidad Nacional del Sur. Vamos a seguir investigando, no sé si la
palabra es investigando pero vamos a seguir tratando fundamentalmente de
recabar información para obviamente disipar y saber qué fue lo que sucedió que
es realmente lo que nos importa porque estamos hablando de fondos públicos. El
98 por ciento del paquete accionario de la Sapem corresponde al municipio de
Bahía Blanca y si esos tres millones y medio o más, porque tampoco se sabe
fehacientemente si no fue más, obviamente los tienen que terminar poniendo los
contribuyentes por un deficiente control de todo el sistema de la Sapem”.
Otro tema que estuvo en discusión fue si la presunta defraudación afecta el
estudio de costos que se hizo para el aumento de colectivos: “El intendente lo
relativizó en principio, lo que dijo el intendente por lo menos lo que yo
escuché fue relativizarlo, ni siquiera dijo que no afectaba. El intendente dijo
se trata de una cifra ínfima con respecto a lo que se recauda y en ese sentido
no se resiente pero no es así. El intendente está mal informado, el estudio de
costos no altera porque en definitiva el estudio de costos se hace en base a la
cantidad de pasajes que se venden, a la cantidad de parquímetros que se
consumen. Esencialmente sobre eso se hace, o sea que no tiene incidencia lo que
no entró pero acá se produjo un fraude porque evidentemente esa plata perjudica
el erario público precisamente porque esa plata si bien está dentro del
sistema, nunca entró”.
Por otro lado y en cuanto a la maniobra fraudulenta en sí, explicó que de las
30 tarjetas mencionadas, dos se accionaros en los kioscos aunque también habría
otras dos que se usaron como Pasajero Frecuente y estacionamiento.
“Lo que dijo el kiosquero que también resultó poco creíble digamos, él dice que
le llegó a su kiosco una tarjeta con esas cifras siderales y que él cuando
viene un cliente, él la trata de accionar pensando que estaba en blanco y ahí
descubre que existen estos 45 mil millones de pesos y a partir de ahí empieza a
accionar, empieza a bajar crédito a su propia máquina para posteriormente
venderles a los clientes”.
Ese crédito no iba hacia la Sapem y allí se encuentra el conflicto: “Absolutamente
no porque ese crédito, todo lo que se vendió en esos kioscos o parte de lo que
se vendía en esos kioscos, en definitiva no iba a la Sapem. Esa fue la plata
que no ingresó a la Sapem, o sea el sistema va a decir en cierta manera que se
vendieron X cantidad de pasajes de colectivo y X cantidad de parquímetros pero
en realidad la plata nunca va a entrar porque en definitiva es la plata del
fraude digamos que hoy hablan de tres millones y medio pero se supone que
podrían llegar a ser más”.