Ante nuevos y viejos problemas, vecinos y vecinas de
Ingeniero White se organizaron para reclamar por una solución respecto al
problema de fisuras y resquebrajaduras en sus hogares.

Graciela Zubini tiene 62
años y lleva toda la vida viviendo en su casa pero justamente es su casa la que
literalmente se está viniendo abajo. Historias como la de Graciela se
multiplican en Ingeniero White y todas responden al problema de las fisuras y
resquebrajaduras que desde hace 32 años comenzaron a aparecer en las casas de
las y los vecinos del pueblo.
El reclamo viene del tiempo de la primera rajadura y si bien hubo paliativos
los inconvenientes siguen y otros nuevos se van generando.
Es por eso que los whitenses una vez más alzaron su voz y comenzaron a
organizarse en conjunto pidiendo por una solución definitiva a un conflicto que
aqueja a personas que llevan toda una vida en ese sector.
EcoDias dialogó con Graciela Zubini quien relató: “Hace 32 años que estamos
luchando por las fisuras de las viviendas y ahora se formó un grupo whitense
que nos denominamos Los Whitenses Olvidados donde acá no hay banderías
políticas de ninguna índole sino que somos gente que está luchando.
Somos seres humanos civilizados y realmente nos están tratando como animales no
solo por los gérmenes patológicos que provienen de los pozos ciegos y las
cloacas que se desbordaron sino además que las viviendas además están amuradas
porque se caen”.
Para Graciela es demasiado el tiempo que se lleva conviviendo no solo con las
fisuras sino con el peligro que eso trae consigo: “Las calles están 80 centímetros por
debajo del cordón cuneta, rajadas en el asfalto, como si hubiésemos padecido un
terremoto, así están las calles. O sea que se está bombeando de nuevo, la única
responsable de esto ha sido la usina termoeléctrica, el dragado del puerto y la
construcción de la petroquímica. Eso hizo que pusieran 7 mil pilotes y en ese
momento se abra un canal, al romper la napa freática y se desborda el agua”.
En ese sentido, comentó: “A ocho metros no tenés agua por eso las casas están
como en un flan, se caen por esa razón, no tienen contención. Y no es porque
las casas sean viejas ni porque estén mal construidas como decía el señor
Víctor Puente en aquella época, hace 32 años. Las casas de White tienen paredes
de 45 que hoy ya no se hacen más así. Es a la inversa, es una construcción
fuerte, segura”.

Historias
La de Graciela es una casa muy grande, cuenta con mil metros cuadrados, que
se fue ampliando con el correr de los años: “Yo nací hace 62 años o sea que es
una casa que tiene 70 años y que la mitad de la casa se hizo nueva hace más o
menos quince años. Tiene un descenso en el nivel de la casa de ochenta
centímetros. Es terrible, está rajada por todos lados, el garaje por ejemplo
nosotros teníamos un vehículo y lo tuvimos que sacar a la calle porque el
garaje se está por caer, está amurado pero este problema no es individual, es
general. O sea todos los whitenses estamos padeciendo esto”.
Pero el problema no lo sufre solo Graciela sino varios vecinos y vecinas de
Ingeniero White. Al respecto, Graciela le contó a EcoDias una historia relatada
en las juntadas de los vecinos. Uno de ellos, una persona de más de 80 años,
vivió toda su vida de la pesca artesanal pero la situación se le complicó por
todo lo que las empresas tiran al agua. Tiempo después, la situación económica
hizo que también perdiera su lancha y que además sufriera la muerte de un hijo:
“Ahora su casa está destruida, se está cayendo. Hay prioridades en estos problemas,
una es el caso de este hombre que si lo escuchabas hablar, llorábamos como
lloramos las cien personas que estábamos ahí. Fue todo muy triste, y como él
hay personas discapacitadas que están durmiendo y cuando llueve la cama se
llena de agua. O sea los problemas son graves, gravísimos y como estos hay
miles”.
Desde los inicios de la problemática a nivel estatal se hicieron aportes que
Graciela desconoce su destino: “Yo tengo todos los decretos hasta la primera
visita de Scioli. Posterior hubo más entregas, o sea empieza con 500 millones,
después hay un aporte, en aquel entonces había habido un tornado en Bahía
Blanca entonces una parte fue por lo del tornado y el resto por lo de las
fisuras de las casas de Ingeniero White”. También hubo quince millones donados
por el Banco del Sud y dos aportes de 250 millones cada uno: “Más un aporte que
hizo Scioli cuando visitó las casas porque estuvo acá en Ingeniero White y vio
el desastre o la catástrofe que había sucedido aquí. Posterior a eso yo no
tengo información, no me la dan, ese es el tema pero hay dos temas uno es los
mil millones y el otro tres mil cuatrocientos millones que se entregaron a la Sociedad de Ingenieros de
Estudios de Suelo de la ciudad de Rosario. 3400 millones sumado a los 1000 que
entregaron para las casas, hubiéramos hecho un White nuevo, total”.
Siguiendo con el tema, señaló: “Lo que pasa es que el estudio primero que se
hizo ad honorem por los ingenieros Compagnucci y Gómez de la Universidad Nacional
del Sur, determinó que la responsable era la usina termoeléctrica. Pero si se
aceptaba el dictamen de ellos acá hay alguien que firmó la factibilidad de esa
obra y el responsable era el Estado, la municipalidad de Bahía Blanca, quien
firmó esa factibilidad. Entonces buscaron tiempo, ese tiempo fue este estudio y
este estudio determinó exactamente lo mismo”.
Para el domingo 27 los vecinos se estaban reuniendo nuevamente, ésta vez con
especialistas en suelo y medioambiente. Es hora que su voz sea tomada en serio.