El viernes 2 de
noviembre pasado, se desarrollaron en la casa de estudios las elecciones de
representantes de todos los claustros en la AU y el CSU. Los resultados arrojados por el
escrutinio, oficial aunque provisional hasta que la Junta Electoral se
expida sobre los votos recurridos al cabo de la jornada, permite saber cómo va
a ser la conformación de los órganos de gobierno a partir de la proclamación de
los nuevos consejeros y asambleístas.

Tal como informó EcoDias en su última edición, el
viernes 2 de noviembre se llevaron a cabo en la Universidad Nacional
del Sur (UNS) las elecciones generales encargadas de determinar la composición
de los máximos órganos del cogobierno de la casa de estudios: el Consejo
Superior Universitario (CSU) y la Asamblea Universitaria
(AU).
Si bien todos los años se realizan en la
UNS elecciones, para renovar las bancas correspondientes al
claustro de alumnos, y en esta oportunidad no estaba en juego la elección de
una fórmula para el rectorado, los comicios de este 2012 revestían una
particular importancia debido a que todos los estamentos de la comunidad
académica -profesores, docentes auxiliares, trabajadores y estudiantes-
elegirían a sus representantes en los órganos mencionados. A ello se suma que
también se renovaron con los sufragios del viernes 2 los Consejos
Departamentales de cada unidad académica, al tiempo que quedaron conformados
los Colegios Electorales que elegirán a sus Decanos, quienes ejercerán el cargo
por el término de cuatro años y tendrán una representación rotativa en el CSU.
A las 10 horas de ese día, cuando se abrieron las cincuenta y tres mesas
habilitadas (tres de docentes, seis de auxiliares, 41 de alumnos y tres de
trabajadores), se pusieron en juego 72 lugares en la AU y 22 en el CSU, de acuerdo a
este detalle:
● 36 bancas para el claustro de profesores en la AU y 9 en el CSU,
respectivamente.
● 10 y 3, para el de auxiliares.
● 24
y 9 de estudiantes, y
● 2 y 1 de trabajadores no docentes.
Cabe mencionar que, tal como ya adelantó EcoDias, esta fue la primera oportunidad
en que, en el sistema universitario argentino, se implementó el sistema de
boleta única, lo que eliminó entre otras cosas la necesidad de utilizar sobres
y facilitó el recuento. La resolución que habilitó la utilización de este
método fue aprobada por el CSU en noviembre pasado, a partir de un proyecto
proveniente del claustro estudiantil.

Los resultados
A las 18 horas cerraron las mesas de votación y comenzó el escrutinio, que
tuvo sus primeros resultados pasadas las 21, 30. Aunque el tiempo fue
considerablemente más corto para el resto de los claustros, el recuento se
demoró hasta esa hora por el claustro de estudiantes, el más numeroso. De
acuerdo a los primeros informes, votaron en estas elecciones más de 7 mil
alumnos. Aproximadamente fueron 660 los docentes concurrentes a votar, en tanto
que asistieron unos 1200 auxiliares y más de 400 trabajadores.
Fue justamente en el estamento de alumnos, por otra parte, en que se produjo la
primera aparición de una lista plenamente identificada con el gobierno
nacional, el Frente Universitario Nacional y Popular (FUNyP), en elecciones
generales de la UNS.
Con un buen porcentaje de concurrencia a las urnas, según se reconoció
oficialmente, los números obtenidos por cada lista para ambos órganos de
gobierno se correspondieron en un amplio porcentaje.

En la AU
Con la misión encomendada de ejercer “el gobierno superior de la Universidad”, según lo
que marca el Estatuto de la UNS,
la AU está
conformada por 72 miembros, que representan a todos los claustros de la
comunidad académica.
En las elecciones para renovar las bancas de ese cuerpo, la oficialista lista
Blanca consiguió el 35, 76 por ciento entre los docentes titulares. Detrás se
ubicó Línea PHI, con el 25, 15. Se trata de una agrupación conformada por sectores
que se desprendieron de la
Blanca hace un lustro, y cuyos miembros tienen, en su
mayoría, vinculaciones con la corporación judicial bahiense. Con 20, 15 por
ciento de los votos del estamento se ubicó, en tercer lugar, Universidad, la
lista que hasta no hace mucho tiempo atrás contaba entre sus filas al ex
“asesor universitario” del Destacamento de Inteligencia 181 del Ejército
durante la dictadura, el camarista Néstor Luis Montezanti. Con casi cien votos
y un 14, 70 por ciento cerró Integración. Veintiocho votos se contaron en
blanco.
Entre los auxiliares, la tendencia se repitió. Al menos en lo que hace a las
dos listas que se alzaron con el primer y segundo lugar. Auxiliares del Sur,
identificada con la Blanca
de docentes titulares, consiguió el 37, 54 por ciento de los votos. Auxiliares
en Línea PHI, en tanto, trepó al 24, 59. Convicción llegó al 15, 16 y Docentes
en Acción, al 11, 72. 134 votos fueron en blanco.
En el claustro de los estudiantes, Generación UNS marcó una nítida superioridad
(39, 96%), doblando en votos a Unidad (18, 71), que ocupó el segundo lugar. A
ellos siguieron MNR- Desafíos (18, 04), Frente Estudiantil de Izquierda (6,
50), Ingenio UNS (6, 04), FUNYP (4, 50) y TNT- UNS (3, 32). En blanco, se
contabilizaron 216 votos.
Finalmente, entre los trabajadores no docentes, la Lista Azul fue la única
que logró superar el 50 por ciento de los votos: consiguió 55, 11 contra 184 de
la Celeste.
18 votos se contaron en blanco.

En el CSU
Similares fueron las tendencias en el ámbito del CSU, cuerpo al cual el
Estatuto de la UNS
asigna la función de ejercer “el gobierno directo de la Universidad”.
Veintidós bancas estaban en juego el viernes 2 para ese órgano del cogobierno.
Pero a ello habrá que sumarle la renovación de otras siete, las que ocupan en
forma rotativa los decanos de todos los Departamentos de la UNS.
En el estamento de docentes titulares, al igual que en el caso de la AU, se impuso la lista Blanca
(35, 70 por ciento), seguida por Línea PHI (25, 87), Universidad (19, 67) e Integración
(15, 28), con veintitrés votos en blanco.
Entre los auxiliares, se ubicaron Auxiliares del Sur (37, 56), Auxiliares en
Línea PHI (22, 91), Convicción (15, 71) y Docentes en Acción (12, 52). 138
votos fueron en blanco.
En el claustro de Alumnos, Generación sumó una victoria aún más amplia de la
obtenida para la AU:
consiguió el 40, 86 por ciento de los votos, contra el 18, 29 de Unidad y el
17, 77 de MNR- Desafíos. Luego se ubicaron el Frente Estudiantil de Izquierda
(6, 16), Ingenio UNS (5, 99), FUNyP (4, 53) y TNT- UNS (3, 35). En tanto, se
computaron 225 votos en blanco.
Finalmente, entre los trabajadores no docentes la lista Azul también amplió su
ventaja respecto de la obtenida para la
AU, al conseguir el 58, 54 por ciento de los votos contra 37,
69 de la Celeste. Sólo
se contaron 17 votos en blanco.

El juego de la silla
Con los resultados ya consignados, la lista Blanca se quedó con catorce de
las bancas de la AU
para los profesores titulares. Línea PHI dispondrá de nueve, en tanto que Universidad
tendrá ocho e Integración, cinco.
Entre los auxiliares, Auxiliares del Sur ocupará cuatro cargos, mientras que
Auxiliares en Línea PHI tendrá tres, Convicción dos y Docentes en Acción, una.
Generación UNS, en tanto, dispondrá de doce asambleístas sobre los 24 del total
para el claustro. La otra docena se reparten entre Unidad y MNR- Desafíos, que
tendrán cinco cada una, y el Frente Estudiantil de Izquierda e Ingenio UNS.
Finalmente, en el estamento no docente, la Lista Azul y la Celeste contarán con un
asambleísta cada una.
La nueva composición del CSU, en tanto, estará marcada por las cuatro bancas
que consiguió la lista Blanca entre los profesores, las dos de Línea PHI, otras
tantas de Universidad y una de Integración. Entre los auxiliares, Auxiliares
del Sur dispondrá de dos lugares y Auxiliares en PHI de uno. Entre los alumnos,
Generación contará con cinco bancas, y Unidad y el MNR- Desafíos con dos cada
una. El único asiento de que disponen los trabajadores no docentes en el cuerpo
será ocupado por la Lista
Azul.

Cosas para mejorar
Luego de veinticinco años de ejercicio democrático ininterrumpido, y con
las consiguientes mejoras en la calidad institucional que dicho lapso supone,
aún son muchos los aspectos en que debe evolucionar la democracia
universitaria, fundamentalmente en lo que hace a sus sectores más débiles: los
estudiantes, sujetos a la calificación de los docentes titulares con los que
comparten acuerdos y desacuerdos en los cuerpos del cogobierno, y los
trabajadores, que mantienen una relación de dependencia respecto de una
institución gobernada mayoritariamente por los profesores titulares.
A la falta de desproporción en la distribución de bancas en el CSU y la AU, el claustro estudiantil -el
más numeroso de entre los que componen la UNS- observa cómo pervive aún en la democracia
universitaria una de las formas del voto calificado: para poder emitir
sufragio, la casa de estudios exige una regularidad de dos materias aprobadas
durante el año inmediatamente anterior al cierre de los padrones, lo que deja
fuera de la discusión a aquellos alumnos que no pudieron cumplir el requisito,
quizá por condiciones que la propia UNS podría cambiar. Esta regularidad
tampoco se corresponde con la exigida a nivel académico, donde para ser considerado
“alumno regular” se requiere la aprobación de una asignatura cada dos años.
Entre los trabajadores, por otra parte, se registran
otras limitaciones. Por caso, el claustro no posee bancas en los Consejos
Departamentales de las unidades académicas de la UNS. En el CSU, en tanto,
dispone de una solitaria banca. De acuerdo a la reglamentación vigente, para
ingresar un proyecto de resolución al cuerpo, el mismo debe contar con dos
firmas de consejeros. Esto implica que los trabajadores deban depender de la
buena voluntad de representantes de los estudiantes, los auxiliares o los
docentes titulares, claustros con los que eventualmente podría encontrar sus
intereses. Finalmente, no tienen derecho al voto los trabajadores que prestan
servicios a la UNS
a través de empresas tercerizadas, a partir de una política laboral que el CSU
implementó hace más de un lustro.