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La parte que toca al Estado
Mientras atraviesa un momento crítico, las autoridades de la institución reclaman por ayuda del Estado para poder seguir brindando atención a personas con problemas visuales. Se trata de una entidad única en su tipo en Bahía Blanca.
Categoría: Locales

Mientras atraviesa un momento crítico, las
autoridades de la institución reclaman por ayuda del Estado para poder seguir
brindando atención a personas con problemas visuales. Se trata de una entidad
única en su tipo en Bahía Blanca. La comunidad colabora asociándose y acercando
papel, pero eso no alcanza para solventar los salarios de sus doce empleados.
La asistencia estatal se demora, pero es imprescindible.

El Centro “Luis Braille” ofrece posibilidades de rehabilitación a personas con
problemas visuales, siendo una entidad única en su tipo en la ciudad. Además,
cuenta con una biblioteca y un taller protegido donde trabajan más de treinta
operarios.
Pese a ello, y a la colaboración que siempre suele encontrar en la comunidad
bahiense, el Centro se encuentra en una situación crítica en cuanto sus
números. “Estamos atravesando un momento difícil. Desde el 25 de abril, cuando
dimos una conferencia de prensa, venimos atravesando un momento económico muy
duro. Nos está resultando muy difícil pagar los sueldos. Pudimos pagarlos en
abril, en mayo y no sé si podremos pagar este mes con los aguinaldos, porque no
alcanzamos a juntar el dinero necesario como para hacer frente a esto”, dijo su
presidente Carlos Pérez, en diálogo con el programa radial “La Máquina de Hacer
Mañana”, que se emite por LU3 Am 1080.
Dos meses atrás, en rueda de prensa, las autoridades del Centro ya habían
anticipado la situación por la que atravesaba. La entidad tiene doce personas a
cargo, cuyos sueldos insumen, en global, aproximadamente treinta mil pesos
mensuales. A eso se agregan los entre 16 y 18 mil pesos que la entidad abona en
concepto de aportes previsionales, con lo que la suma trepa a casi 50 mil
pesos.
“Nos cuesta juntar ese dinero, porque no tenemos ninguna ayuda fija desde el
Estado. De él recibimos un aporte en becas y peculios. Los 33 operarios que
trabajan en el taller protegido reciben, cada dos meses, setecientos pesos por
un trabajo de ocho horas. El Centro, a su vez, recibe 500 pesos por operario
cada dos meses”, detalló Pérez.
“Esa ayuda no viene a tiempo, siempre llega con retraso. Entonces tenemos que
juntar ese ingreso, que son 16 mil pesos del Ministerio de Desarrollo Social de
la provincia con el aporte de IOMA y PAMI, que son las dos obras sociales que
cubren la rehabilitación de las personas con problemas visuales”, amplió.
Luego de la conferencia de prensa desarrollada un bimestre atrás, “nos
comunicamos con el Jefe de Gabinete del Ministerio de Salud de la provincia, el
doctor (Pablo) Garrido, que dijo que iba a ver cómo nos podía ayudar, que
entidades como la nuestra en esa situación había muchas y prometió ver qué es
lo que podía hacer. Hablé con él el 29 de abril. En ese momento, apareció la
carta que habíamos mandado oportunamente pidiendo una audiencia con el
ministro. Él (por Garrido) prometió ver qué podía hacer, y que nos iban a
ayudar con un subsidio. Pero, todavía, nada”.
Por otra parte, “desde la Municipalidad, la Secretaría de Salud está armando un
convenio para una ayuda mensual que oscilaría entre los cinco y seis mil
quinientos pesos. Se está armando, está en la Asesoría Legal. Hay muy buena
voluntad. Pero no hemos recibido nada en concreto”.
Las otras formas de financiamiento con que cuenta el Centro se configuran a
partir de una módica cuota societaria de diez pesos, y con la recolección de
papel. “La comunidad en seguida da una respuesta, y se hacen socios porque son
sólo diez pesos para la cuota. Pero tenemos que juntar 30 mil pesos para los sueldos,
más 20 mil para aportes y jubilaciones. Entonces, se hace muy difícil, a pesar
de la buena voluntad de la gente. Por eso es que requerimos de la ayuda del
Estado”, explicó Pérez.
 “La entidad va a cumplir 53 años. Hace
tiempo que nos venimos manejando, bien y con transparencia. De vez en cuando,
nos ayudan. Pero no recibimos una ayuda constante, que nos permita estar
relajados. Y eso hace que también el personal esté con el corazón en la mano,
porque no sabe hasta cuándo va a tener trabajo”, subrayó.
Quien se encuentre interesado en inscribirse como socio del Centro “Luis
Braille”, puede llamar al 452 2498. O visitar la sede de Thompson 44, desde las
8 a las 16, 30 horas.
Otra posibilidad para ayudar a la institución es acercando papel, lo que representa
otra fuente de ingresos. No obstante “el (precio del) papel bajó mucho, por lo
que es un ingreso, pero no tan importante como para hacer frente a los gastos
de los suelos”, dijo el titular del Centro.
Se trata de “la única entidad de Bahía que se dedica a la rehabilitación de
personas con este problema. Si se cierra, por más que están los hospitales, no
hay en la ciudad otra entidad que haga frente a esta situación”, concluyó.



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2012-06-25 13:37:00
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