La nueva subsecretaria de
Niñez, Adolescencia y Familia, Lucía Martínez Zara, habló con EcoDias acerca de
las principales políticas de trabajo en esa cartera.

Luego
de la renuncia de la doctora Susana Eliker, el cargo mayor de la Subsecretaría De
Niñez, Adolescencia y Familia de la municipalidad de Bahía Blanca fue ocupado
por la abogada Lucia Martínez Zara quien asumió la gestión hace aproximadamente
sesenta días.
EcoDias quiso saber cuáles serán las principales políticas de trabajo a llevar
a cabo por la nueva funcionaria y por ello se acercó a la sede de la
Subsecretaría.
Al respecto, Martínez Zara explicó que las estrategias y metas a seguir tienen
una fuerte impronta en lo que refiere a la inclusión social a través de la
descentralización de servicios y programas. Esto se debe a que, según dijo, la
descentralización es la mejor manera de entender derechos: “El eje del trabajo
es con la familia, se apunta a políticas que permitan construir ciudadanía, siempre
con enfoque de derechos humanos, a trabajar de manera transversal con las
distintas áreas de gobierno, eso es clave. A trabajar también articuladamente
desde adentro, o sea fortalecer los lazos internos, lo que es el trabajo
interinstitucional. Y también por supuesto el trabajo intersectorial, es decir
con las distintas organizaciones de la sociedad. Porque con esta nueva ley de
niñez que habla de la protección integral y demás, se apunta a trabajar
fuertemente en red, abordar las problemáticas de niñez de manera integral,
consensuada, interdisciplinaria y articulada con distintas áreas de la sociedad
que también trabajan con estas problemáticas”.
Dentro de lo que es el área de Niñez, la cuestión más novedosa refiere a un
nuevo espacio llamado Articulación y Gestión Judicial. Se trata de una
coordinación que apunta a fortalecer los lazos y la comunicación con el Poder
Judicial. Mientras que la anterior ley judicializada todos los conflictos que
tenían que ver con los chicos “hoy por hoy, con la nueva ley, solamente las
cuestiones que se judicializan tienen que ver con las cuestiones del sistema
penal juvenil, los niños que están en conflicto con la ley penal. Igualmente
sigue siendo un sistema mixto porque si bien se descentralizó hacia el Estado,
las cuestiones sociales no se judicializan más sino que tienen que
transformarse en políticas públicas para la niñez, para la infancia”.
Esas políticas, señaló, deben dar respuesta a las distintas demandas sociales.
Por otra parte, el mencionado sistema mixto es administrativo y judicial ya que
las medidas que se toman, como por ejemplo aquellas de abrigo en relación a los
niños, el sistema judicial lo que hace es un control de legalidad para con
ellas: “Lo mismo con los temas de violencia familiar. Hay un montón de
cuestiones que se articulan con la
Justicia entonces para nosotros nos parece importante
establecer un área específica que apuntara a todas estas distintas alas del
Poder Judicial, acercarlas, comunicarlas, poder que los niños y niñas que de
alguna manera atraviesan el sistema judicial, trabajar en red con ellos,
acercarlos para que esa red y ese trabajo en conjunto sirva como soporte para
que ellos puedan tener proyectos de vida sustentables en el tiempo”.

Prevención de la violencia familiar
Días atrás desde la
Subsecretaría se anunció la implementación de dos programas
que tienen que ver con la prevención de la violencia intrafamiliar.
Uno de ellos, contó Martínez Zara a EcoDias, consiste en equipos móviles para,
justamente, la prevención y también para la promoción de derechos: “Son tres
equipos de profesionales que tienen distribuidos cada uno tres delegaciones y
lo que hacen es articular con el delegado y éste a su vez es puente con las
distintas organizaciones. Entonces lo que hacen ellos es ir al barrio y ofrecer
a estas organizaciones las charlas”.
La idea, destacó, es dar la conferencia en los distintos lugares en que se
necesite, es decir ir hacia donde está la gente: “Lo que apuntamos es poder
llegar, estar cerca de la gente, de sus problemas y también de sus soluciones.
Estos equipos ya tuvieron reuniones con los delegados, ya tienen charlas
organizadas”.
Dentro del tema violencia, un aspecto que interesa es el de trabajar con lo que
es la perspectiva de género “que se incluya en distintos lugares, que es
importante también poder establecer acciones para modificar los patrones
socioculturales que de alguna manera legitiman la violencia y que son la causa
de la violencia. Poder modificar lo que tiene que ver con el lenguaje, con
estereotipos que de alguna manera es donde encontramos la raíz de la violencia.
La raíz se encuentra en las relaciones históricamente desiguales entre hombres
y mujeres, es cultural”.
Este programa busca prevención, brindar contención, asistencia y llevar
información: “El tema de la información es muy importante, por ejemplo para la
mujer que es víctima de violencia, primero por el hecho de tener que tomar dos
colectivos, llegar acá y no saber a qué lugar ir, empezar a recorrer los
distintos lugares lo cual genera una revictimización. Entonces, es distinto si
la persona tuvo la posibilidad de estar en una charla donde se le explicó, se
le dejó un volante sobre dónde ir, sabe dónde ir, sabe qué hay lugares del
municipio como Promover donde hay asistencia a la mujer que sufre violencia
familiar”.

Trabajar con los hombres
El segundo programa anunciado presenta una fuerte relación con la
articulación judicial. El mismo es de asistencia a la violencia masculina y
apunta a trabajar con aquellos hombres que ejercen violencia para poder
establecer sistemas alternativos de resolución de conflictos “que no sean
violentos y a poder modificar esto de los patrones socioculturales. En esto
tiene que ver mucho la cultura machista, el sistema patriarcal. Este programa
se trabaja con talleres que apuntan a lo psico educativo, a poder reeducar”.
La parte de la Justicia
entra en la posibilidad de poner a disposición de ésta una herramienta más:
“Entonces tanto los Tribunales de Familia como los Juzgados de Garantías cuando
dictan ya sea una prohibición de acercamiento o una condena condicional, poder
fijar reglas de conducta y entre esas reglas, que la persona que ejerció la
violencia, asista a este programa. Generalmente este tipo de programas de
asistencia a la violencia masculina que se ha realizado también en otros
lugares del mundo funcionan de la mejor manera cuando se articulan con el área
judicial”.
Estos programas suelen tener éxito aunque es cierto también que lo que más
cuesta es la presencia de hombres por voluntad propia:”Respecto a todo lo que
es violencia de género es muy difícil el abordaje, son problemáticas que no se
resuelven de un día para el otro, lleva tiempo, se tienen que ir construyendo y
tejiendo un montón de cuestiones para que tanto la mujer como el hombre puedan
dar un paso adelante en un montón de cuestiones. Pero está comprobado que en
los países que se ha implementado, los hombres que lograron terminar los
tratamientos, a veces es difícil que los sostengan y con los de las mujeres
también, baja de manera abrupta lo que es la reincidencia en la violencia”.
De esta manera, al trabajar con hombres, se protege además a la mujer y a los
niños de la familia “porque generalmente ese hombre tiene chicos y esos chicos también
son testigos de violencia y aprenden a resolver los conflictos de manera
violenta. Entonces, trabajar con el hombre implica también proteger la infancia
de los niños que están en contacto directo con ese papá que ejerce violencia”.
La violencia, concluyó Martínez Zara, no está justificada bajo ningún concepto
y la persona que la ejerce debe ser sancionada: “Ahora, lo que entendemos es
que la sanción no resuelve la cuestión de fondo que es la violencia. Si
nosotros no trabajamos con ese hombre, esta cuestión se va a volver a repetir,
por eso es fundamental trabajar también con el hombre y eso se encuadra dentro
de lo que es trabajar políticas integrales. Entendemos que hay que trabajar
fuertemente con la mujer pero si nosotros dejamos de lado esto, estamos
abordando la mitad del problema. Es una herramienta que ponemos a disposición
de la Justicia
y es una forma más de abordar el problema”.