Jugar al fútbol es sólo una excusa para lograr una
mayor adaptación e integración. Se trata del único equipo del sur argentino de
fútbol para ciegos: Las Águilas Bahía.

Rincón 555, sede
del club Bella Vista de Bahía Blanca es su casa. En una de las canchas de piso
de alfombra se juntan para entrenar y jugar 15 personas que padecen ceguera o
disminución visual. Una pelota con cascabeles es la protagonista que persiguen
aunque en realidad los protagonistas son ellos que tienen bien en claro que si
bien van a jugar al fútbol, eso es solo una excusa para juntarse, para ser,
como insisten, todos uno y lograr así una mayor integración social. Por si
fuera poco, no son solamente un equipo de fútbol, son una ONG, un Centro Integral
de Deportes para Ciegos y Disminuidos Visuales.
Han recibido la visita de grandes profesionales como Rodrigo Palacio y Martín
Aguirre y han jugado contra un equipo conformado, entre otros, por el propio
intendente municipal. Son Las Águilas Bahienses y, como suele decirse en el
ámbito futbolero, piden cancha.
Sebastián Davicino es uno de los integrantes de Las Águilas, y le contó a
EcoDias un poco la historia de Las Águilas además del mensaje que intentan dar:
“Las Águilas es el único equipo de fútbol para ciegos y disminuidos visuales
del sur argentino” señaló Sebastián quien agregó que nacieron en febrero del
corriente año: “Las Águilas fue una inquietud de varios de los jugadores que
teníamos la intención de hacer un deporte, en este caso el fútbol porque a la
mayoría nos gustaba el fútbol”.
Como decíamos, Las Águilas no es solo fútbol sino que conforman una ONG, dato
que Sebastián quiso aclarar y resaltar: “Una ONG llamada Las Águilas Bahía, el
deporte inicial fue el fútbol porque esto es algo que apunta a ser social, a
que la sociedad conozca la problemática de las personas ciegas y que las
personas ciegas que en algunos casos no nos adaptamos a algunas pautas de la
sociedad, podamos adaptarnos de la mejor manera. La excusa es el fútbol”.
A través de la pelota, del deporte, Las Águilas transmiten su mensaje: “Si, que
todos somos uno, más allá de la discapacidad que uno pueda tener eso no es lo
que vale, lo que vale son las personas, la calidad de las mismas”.
Algunos partidos Las Águilas los han jugado frente a personas que ven y a las
que, obviamente, se les tapó los ojos. La intención es ir aprendiendo cada día
más con este tipo de encuentros lo cual también se cumple para el otro equipo
en cuestión: “Nosotros cuando jugamos con personas que ven no es porque les
vayamos a ganar porque ya nos ha pasado que hemos perdido, han salido partidos
muy parejos, lo hacemos para aprender, para tener más amigos, para integrarnos
más a la sociedad y que la sociedad se sienta identificada con nosotros”.
La Águilas tampoco saben de edades. Dirigidos por Guillermo Stempelet, sus
jugadores van desde los 14 hasta los 57 años. Y si bien en su identificación
llevan el nombre de nuestra ciudad, también es la idea abarcar a la zona: “Porque
esto no es solamente Bahía, esto es Bahía y la región. Las Águilas Bahía es el
nombre pero la idea es que todos los que se quieran sentir identificados puedan
hacerlo”.
En cuanto a las diferencias en las edades, eso no es problema para Las Águilas:
“Somos todos uno, no influye la diferencia por edad, todos somos uno, todos
entrenamos de la misma forma dos días por semana en Rincón 555, sede del club
Bella Vista. Es toda una integración, acá no hay diferencia por la edad ni por
nada”.

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Todos podemos llegar a tener una idea aproximada de cómo se juega al fútbol
para ciegos. Sin embargo hay reglas claras y condiciones que deben cumplirse.
En ese sentido, Sebastián explicó: “La pelota tiene seis cascabeles adentro de
una especie de cápsulas que están ubicadas entre el cuero de la pelota y la
cámara. Eso es lo que permite que nosotros nos orientemos de la siguiente
forma: es fútbol 5, el arquero es la única persona que ve y maneja la defensa;
después está el técnico que es el que maneja la mitad de la cancha y después
aparece la figura del llamador que viene a ser la persona que se ubica detrás
del arco mirando hacia el delantero propio y guía todo lo que es la delantera
mediante palabras claves o indicándole la izquierda o la derecha. Las palabras
claves son para saber cuándo le tiene que pegar, cuándo le tiene que amagar,
cuándo esquivar al adversario, son más que nada para eso”.
Ahora bien, si está todo dado para jugar, cualquier persona, aunque no sea
ciega, podría hacerlo, tapándose los ojos con un antifaz: “Depende mucho de la
gente que está alrededor. Si las personas hacen silencio yo puedo jugar
perfectamente, si las personas están muy comprometidas con el partido de
festejar todas las jugadas, de intentar ayudar, se va a complicar mucho.
Si las personas actúan como en una cancha normal ahí va a ser imposible”.
Otros aspectos que refieren al reglamento señalan que “los pisos siempre tienen
que ser parejos porque se puede jugar adentro es decir en una cancha cerrada o
afuera siempre y cuando haya vallas de contención que en su mayoría son
inflables. Todos reglamentariamente tenemos que usar antifaz y debajo del
antifaz, pegada sobre el ojo, una cinta que impida la visión. Esto es porque
hay personas que tienen visión luz y con ello se pueden orientar. Los antifaces
son de toalla cosa que se imposibilite totalmente la visión de los jugadores”.
Acerca de las experiencias que han tenido hasta ahora, la más emocionante para
Sebastián y seguramente también para sus compañeros, fue la de jugar contra Los
Murciélagos, la selección argentina de fútbol para ciegos: “Hemos jugado en
Bella Vista, en Púan contra Los Murciélagos, eso fue increíble, yo lo pude
creer recién cuando estaba ahí enfrente de ellos. Son subcampeones de la Copa América y varias veces
campeones del mundo. La verdad eso fue increíble, ¿Quién no querría jugar con
la selección de fútbol de su país? Y siendo un equipo amateur porque nosotros
somos amateurs todavía, nosotros hacemos todo a pulmón”.
En cuanto a los objetivos, Sebastián diferenció bien los deportivos con los generales.
Por eso habó de la intención que tienen de jugar el año que viene la Liga Nacional de Fútbol para Ciegos
pero a la vez comentó: “El objetivo principal es que todo siga su curso, todos
integrados, todos sumando para el progreso de todos y que quizás con nuestro
progreso se puede ayudar también a cualquier otra persona discapacitada. Por
ejemplo nosotros somos muy amigos de los chicos de La Armonía, muy buena onda
con los chicos, ya jugamos dos amistosos con ellos, con los chicos de la
escuela especial de La Armonía. La
idea es que tiremos todos para el mismo lado. Otro objetivo es integrar más
deportes porque esto es un Centro Integral de Deportes para Ciegos y
Disminuidos Visuales que ya tiene constituida su comisión porque es una ONG y
ya con todos los papeles correspondientes”.