Actualmente, alrededor de 250 vecinas y vecinos asisten a sus propuestas, que a la vez se adaptan a las necesidades e intereses de la comunidad. Durante la primera mitad del año, se llevó adelante la escuelita de fútbol, y se incorporó una escuela de básquet.

También continuó el dictado de clases de apoyo escolar con el acompañamiento de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional del Sur (UNS).

La coordinadora del Centro, Mabel Agüero, contó: “El trabajo en este 2023 es intenso. Además de seguir con las actividades, talleres y deportes para niñas y niños, asistencia con viandas, ropa y alimentos, nos abocamos también a la realización de talleres que capaciten a adolescentes y adultos con la intención de brindarles herramientas para lograr su inserción laboral”.

De esa manera, se desarrollaron talleres de repostería para las infancias; un curso de cocina saludable en el que se utilizan las verduras cosechadas en la huerta agroecológica de la institución; un taller de confección de mochilas; uno de tejido, dictado por voluntarias de la Unión Vasca; e incorporaron capacitaciones en albañilería para mujeres y hombres, con certificación. Este semestre se realizarán cursos de maestro pizzero y rotisero.

“Este año además de capacitación realizamos confección solidaria junto a un proyecto de Unipar, confeccionado camisolines de cirugía para donar a los hospitales públicos, y junto a Pampa Energía entregamos mantas y cuellos a las escuelas rurales”, indicó Agüero, en comunicación con la Cooperativa de Trabajo Ecomedios.

Asimismo, se llevan a cabo actividades recreativas los días sábados, y brindan la posibilidad de merendar en el espacio a las y los niños que participan.

HISTORIA
El Centro Comunitario Spurr San Ignacio de Loyola trabaja hace 22 años en el barrio. En 2001, un grupo de madres se juntó bajo una carpa en un terreno baldío del asentamiento Spurr, con el objetivo de poder dar algo de comer a las y los niños y algunos adultos del lugar, y actualmente funciona en un edificio propio. En el proceso de armar una pequeña cocina, se acercó la Hermana María del Carmen Coca, encontrando un panorama desolador. Ante esta situación, ella comienza a gestionar donaciones para armar un centro comunitario.
Gracias al aporte financiero y de materiales realizado por particulares, empresas privadas y Cooperadores Salesianos de España, en 2007 se inauguró la sede propia, en un terreno donado por el municipio y ubicado en Diagonal Spurr 2726. Quien tenga interés en sumar su colaboración, puede comunicarse al número 291 4420129.

Autor: Redacción Ecodías