Con la Fiesta de la Primavera a pleno, más
de 10 mil estudiantes llenaron el Paseo de las Esculturas y el Parque de Mayo
el viernes 21, y le dieron a los festejos su propia dinámica, acompañando las
diversas propuestas del Instituto Cultural con más de 100 artistas bahienses.

«Hubo diferentes públicos, según las propuestas que se ofrecían en cada
escenario. Por ejemplo, en el Rosedal, había muchas personas mayores con sus
reposeras, disfrutando de la Orquesta Juvenil de Villa Miramar y los
estudiantes del Conservatorio, mientras que en la pista de skate había un
perfil completamente diferente, más adolescente, con bicicletas, patinetas y
bandas emergentes», aseguró el director del Instituto Cultural Sergio
Raimondi.
«Fue una fiesta de la primavera con muchos matices, y el hecho de haber
podido generar un espacio común para toda esa diversidad fue uno de los
objetivos que nos planteamos, y creo que lo logramos», indicó.
En ese clima se vivió una primavera llena de soles, dedicada a la memoria de
Mirta Colángelo. «Sirva su recuerdo para mantener su pasión y alegría en
favor de construir una sociedad más amable y más justa, para encontrar en el
recuerdo de la tarea de Mirta una guía para el trabajo cotidiano y
colectivo».

20 flores de primavera, un abejorro y
muchos pájaros
La fiesta empezó con una marcha de flores y un abejorro, integrada por
estudiantes de la Escuela
de Teatro y guiada por Alexis Mondelo, que llevó la alegría de la primavera a
los cinco escenarios, acompañada por trompetas y tambores, repartiendo poemas
de amor e interactuando con la gente.
En cada escenario, el abejorro daba las palabras inaugurales. En la ex pista de
Estudiantes abrió la tarde Vita-Set, con lo mejor de Soda Stereo; la popular
banda de cumbia Los Pibes de Machimbre le puso calor a la primavera ventosa con
clásicos de la movida tropical y reversiones de grandes éxitos; Bahía Ska Jazz
acompañó la caída del sol con el swing y la calidez que los caracteriza y cerró
a pura fiesta la gente de Pecadora.
Más temprano hubo lectura en el «El paseo de los poetas». Estuvieron
Gerónimo Unibaso, Lorena Curruhinca y Valeria Tentoni. También hubo Kamishibai
(teatro de papel japonés), a cargo de Agustín Rodríguez. Los Susurradores,
grupo impulsado por Mirta Colángelo, no pudieron asistir, pero la lectura tuvo
una fuerte presencia de pájaros, que en cada verso volaron y susurraron junto a
Mirta.
Los DJs Pancho D’Amico y José Machiavelli tenían su escenario en Urquiza a
metros de los juegos. En un momento de la tarde, irrumpió el baile. El Michael
Jackson bahiense Diego Pimentel realizó una coreografía con música del Rey Pop,
acompañado por unos 50 bailarines que armaron una flashmob en el medio del
parque.
En el predio ocupado por la pista de skates y bikes también hubo un escenario.
Por allí pasaron las propuestas de Elefunk, Musampa, Albastardo y Dos
Astronautas. La Funky
Saiyans Crew realizó una demostración de Hip Hop. También
hubo muestra de biker y una competencia de skate con jurado, organizadas por la Subsecretaría de
Deportes de la Comuna.
En esta primavera no faltaron el tango, jazz y música clásica: en el Rosedal
estuvieron la
Orquesta Juvenil de Villa Miramar junto a estudiantes del
Conservatorio Provincial de Música. Por el conservatorio tocaronn un trío de
tango (Federico Arzer, Ailín Castro, Silvio Moiz); el cuarteto «Los cuatro
Silbados» (Claudia Yungblut, Claudia Vul, Victoria Cánova y Federico
Arzer); un grupo de jazz (Román Bayani, Magdalena Santiago, Tomás Manero,
Matías de Miguel, Esteban López); el Ensamble de Percusión (Román Bayani,
Andrea Zapata, Yamil Omar, Matías Stebé y Rodrigo Bernier) y tangos (Paula
Barrio).
Y así, mientras unos escuchaban música o compartían un momento con amigos,
otros armaban un picadito de fútbol o una ronda de vóley, la tarde se fue entre
acordes y versos.