©Todos los derechos compartidos

Fiesta de puerto
Entre las banderas saltan los pequeños murgueros de levitas amarillas, verdes y blancas para hacer el dibujo divertido de la matanza. Son Los Portuarios, murga whitense que festeja su primer año. “Piki” Gallardo cuenta a Ecodias las venturas de este grupo.
Categoría: Locales

Entre las banderas saltan los pequeños
murgueros de levitas amarillas, verdes y blancas para hacer el dibujo divertido
de la matanza. Son Los Portuarios, murga whitense que festeja su primer año.
“Piki” Gallardo cuenta a Ecodias las venturas de este grupo.

“Fue nuestro primer corso, lo disfrutamos a full, estábamos nerviosos pero con
muchas ganas» confiesa la integrante de la murga. A ella asisten durante
todo el año 30 chicos y chicas, los papás de los chicos también participan de
la agrupación, «sin ellos sería imposible, aportan desde los trajes, desde
las ideas, para hacer una rifa son los primeros que están, están al cien por
ciento con el agua, es muy importante su participación en las presentaciones
porque nos deshidratamos». Los adultos que la integran también suman esa
cantidad, “aunque su aporte no sea tan vistoso, sin ellos no podríamos hacer
nada” agrega. “En el verano se hizo más difícil que puedan cumplir porque están
de vacaciones”, cuenta Gallardo en relación con la actividad previa a los
corsos.

Colores

Los Portuarios ensayan todas las semanas en el Club Puerto Comercial,
representativa institución whitense. “Si bien tenemos los colores del Club:
amarillo y verde, le agregamos el blanco, para que cualquier chico que sea de
otro club se pueda sumar y compartir”. Se juntan, si llueve bajo techo en las
instalaciones, sino bajo el sol cerca de la pileta, “la gente del club tiene
una voluntad impresionante, White cuando ve que es para los chicos, que es
alegre, se comporta y ayuda”.
Las presentaciones de Los Portuarios arrancaron en el mes de diciembre con un
encuentro a nivel nacional, “vinieron murgas de todos lados, tuvimos el placer
de conocer murgas de otros lados, conocimos a una murga que tenía nuestros
mismos colores, nos hicimos amigos. Lo difícil fue romper el hielo, las otras
murgas te ayudan y te animan y así sobrellevamos la primera función”. Después
llegó el desfile en el centro, “bailamos, cantamos detrás del vallado”. A esa
experiencia se les sumó el corso en el Barrio Noroeste y el de White: «lo
que pasó es que fue diferente el tiempo, en todos lados tenemos 20 minutos de
función y terminamos, acá tuvimos 45 minutos de circuito, se vivió con mucha
alegría, bailándoles a todos, tuvimos más aliento».
Los meses que generaron la murga estuvieron cargados de trabajo, de esfuerzos y
compromisos. “El progreso de los chicos es bárbaro, desde levantar una manito
al principio hasta que quieren cantar en el micrófono. Estos avances son de un
fin de semana, no tardan un mes. El primer día están bailando, el segundo
cantando y el tercero ya quieren agarrar el micrófono” contagia Gallardo con
entusiasmo y orgullo. “Además, las letras de la canciones las hacemos entre
todos, nos juntamos los miércoles para un ensayo de percusión, en ese espacio
salen los sonidos de bombo, probamos las canciones, nos gustan un tema, ahí
inventamos la letra en relación con lo que nos pasa en la murga”.

Hechos de fantasía

La bandera que cierra el desfile dice: Bajen las armas solo hay pibes bailando.
Un resumen de las fuerzas que reúne la murga, familias que quieren compartir
lentejuelas y canciones. “Llegué cuando la murga estaba armada, la armó un
grupo de chicas jovencitas, de 14 a 20 años, que cuando vieron que no había una
murga que represente a White se pusieron las pilas empezaron a juntar gente.
White tuvo una murga hace unos años atrás, Pasión Portuaria, fue grande y
hermosa, habíamos quedado desparramados y sin murga, así que es un reencuentro
de murgueros y gente nueva”. Gallardo asegura que la decisión de estas
adolescentes contagió a muchos. “Está buenísimo, más que la iniciativa surja de
una chicas tan jóvenes, que convocaron gente, tan entusiasmadas, está bárbaro”.
Los Portuarios cantan, mientras sus brazos animan al Rey Momo a hacerse
presente en las calles de la ciudad:

A usted le decimos queremos invitarlo
al carnaval divino para empezar cantando.
Seguro usted señora al paso de los años
queremos recordarle el carnaval de antaño
cuando disfrazados de reina o de payaso
de princesa, de bruja, del llanero solitario
es que está linda la nena con sus aros,
el carbón en la cara del hombre enmascarado.
Vamos a trabajar para que el carnaval
no se quede en los años
un montón de ilusión, el ritmo del tambor
para seguir luchando, seguiremos luchando por esta algarabía.

De esta forma, se van hacia la próxima fiesta, la que organiza la hinchada del
Club Comercial. Con esta actividad cerrarán los carnavales de este año, en
simultáneo, se inaugura la convocatoria para quienes quieran participar del
colectivo alegre. «Volvemos a arrancar para prepararnos para febrero del
año que viene, así que ensayamos más que nunca y estamos abiertos y dispuestos
para todo el que quiera venir».

facebook
Twitter
Follow
2016-04-19 00:00:00
Relacionados
ESTEMOS CONECTADOS
campañas
144 600x600px (1)
137 (1)
adhesiones
adhesion facundo 600x325px (1)
adhesion lopez 600x325px (1)
última Edición
Cooperativa Ecomedios
Nos apoyan
Nosotros
Ecodías es una publicación de distribución gratuita.
©Todos los derechos compartidos.
Registro de propiedad intelectual Nº5329002

Los artículos firmados no reflejan necesariamente la opinión de la editorial.
Agradecemos citar la fuente cuando reproduzcan este material y enviar una copia a la editorial.

> Directora
Valeria Villagra
> Secretario de redacción
Pablo Bussetti
> Diseño gráfico
Rodrigo Galán
> Redacción
Silvana Angelicchio, Ivana Barrios y Lucía Argemi
> Difusión en redes sociales
Santiago Bussetti y Camila Bussetti
> Colaboradores
Claudio Eberhardt


es un producto de:

Matrícula INAES 40.246. 

Desarrollado por Puro Web Design.

RSS
Follow by Email
Telegram
WhatsApp