El cuerpo deliberativo discutió y
aprobó el lunes 12 el pedido de licencia del intendente municipal Cristian
Breitenstein. Tres días después, obtuvieron el mismo beneficio tres ediles
oficialistas y una edil de Unión PRO.

En
todo el año, nunca el Honorable Concejo Deliberante (HCD) concitó tanta
atención como en los ocho días que fueron del miércoles 7 al jueves 15 de
diciembre, aún cuando cuatro días no laborales transcurrieron en medio.
En tres encuentros, el recinto se vio colmado y las palabras de los ediles
fueron reproducidas como pocas veces ocurre durante el periodo legislativo. Sucede
que el miércoles 7 se desarrolló la Sesión Preparatoria en que se tomó
juramento a los concejales electos en octubre y, en un primer punto de
polémica, se distribuyeron los cargos de autoridades del cuerpo. EcoDias
informó detalladamente lo sucedido en ese plenario en su edición anterior.
El lunes 12, por su parte, tuvo lugar la Sesión Extraordinaria en que se
discutió el pedido de licencia bianual que el intendente municipal electo
Cristian Breitenstein elevó para poder asumir como ministro de Producción del
gobierno bonaerense. Y tres días más tarde hubo un nuevo pico de polémica, esta
vez en medio de la segunda sesión de prórroga en que se otorgaron licencias
anuales a los ediles electos Andrés Ombrosi, Rafael Morini y Ramiro Villalba.
Por si resultase poco, también debió discutirse una licencia semestral para la
edil de Unión PRO Constanza Rivas Godio, que comenzará a regir el 1 de febrero
próximo.
Estas licencias se suman a la del concejal Fabián Lliteras, quien renovó la
suya por un año para seguir al frente de la Secretaría de Gobierno de la
comuna. Y cabría agregar a Gustavo Bevilacqua, quien juró el miércoles 7 como concejal
pero el lunes 12 debió abandonar su banca para asumir el cargo de intendente
interino.

La lupa en Breitenstein
La decisión del electo intendente Cristian Breitenstein de no concurrir a
prestar juramento a la Sesión Preparatoria del miércoles 7 ya había recogido
las primeras críticas durante el debate que se dio en ese mismo plenario. En
esa oportunidad, la más dura había sido la edil de Integración Ciudadana (IC),
Elisa Quartucci, quien dijo que el jefe comunal “estafó al pueblo de Bahía
Blanca” y “huyó por la puerta de atrás”. Los concejales del oficialismo no
respondieron a esas acusaciones y se limitaron a votar los cargos de
autoridades del cuerpo deliberativo.
La votación exhibió que, merced a un acuerdo político previo, tendrían mayoría
al obtener el respaldo del bloque de Unión PRO. En efecto, los trece votos
reunidos permitieron que la Presidencia, Vicepresidencia Primera, Secretaría y
Prosecretaría del HCD quedaran en manos de sus candidatos. Por ello, se preveía
que lo mismo ocurriría al votarse el pedido de licencia elevado por
Breitenstein. Así fue.
El lunes 12, desde tempranas horas de la mañana, el edificio del HCD en
Sarmiento y Estomba permaneció vallado y con custodia policial. Varios minutos
antes de la hora fijada para el inicio de la sesión extraordinaria, el recinto
estaba repleto.
En contrarreloj respecto al juramento que Breitenstein debía prestar en La
Plata como ministro de Producción bonaerense, el cuerpo debatió y aprobó por
mayoría y en votación nominal el otorgamiento de una licencia por dos años al
electo jefe comunal. Por ello, Gustavo Bevilacqua, primer concejal electo en la
lista del Frente para la Victoria (FpV), ocupará su lugar.
Como ha quedado dicho, la posición de oficialistas y opositores en torno al
tema resultaba suficientemente conocida por todos. A eso quizá se deba que
parte del debate terminase girando sobre otras cuestiones, como cuando
peronistas y radicales se recriminaban recíprocamente haber apoyado a los
gobiernos neoliberales de Carlos Saúl Menem y Fernando de la Rúa. Sí es
interesante agregar que, como ya se había anticipado el miércoles anterior, la
oposición manifestó sus dudas acerca de si efectivamente Breitenstein había
llegado a reasumir el cargo para el que solicitaba licencia. En línea con el
argumento brindado por el ahora ministro, los ediles oficialistas comandados
por Santiago Mandolesi Burgos subrayaron en tanto la importancia que para la
ciudad y la región tenían el nombramiento de Breitenstein al frente de la
cartera bonaerense.
Pero especial relevancia cobró el discurrir argumental expuesto por el
presidente del bloque de Unión PRO, que otorgó los tres votos indispensables
para acceder a la mayoría requerida. Desde un enfoque institucional, Julián Lemos
sostuvo que consideraba un agravante para una situación institucional de por sí
delicada el forzar a renunciar a un intendente electo.
Con los minutos contados para su asunción como ministro y a menos de dos meses
de obtener el respaldo del 44 por ciento de los votantes bahienses, tras la
votación del HCD Breitenstein quedó liberado por dos años de sus
responsabilidades como jefe comunal y Gustavo Bevilacqua abandonó su banca para
cruzar la plaza y sentarse en el despacho de Alsina 65.

Cuatro más
Apenas 72 horas más tarde, el cuerpo deliberativo debió volver a reunirse
para dar cumplimiento a su segunda sesión de prórroga del periodo legislativo
2011. El Orden del Día previsto no deparaba puntos que revistieran gran
importancia.
Pero sobre tablas ingresaron al recinto cuatro nuevos pedidos de licencia. Tres
de ellos, vinculados nuevamente al oficialismo: los de Andrés Ombrosi, Rafael
Morini y Ramiro Villalba. Todos ellos fueron electos en octubre pasado y al
momento de asumir sus bancas venían de desempañarse como funcionarios del gobierno
municipal. Allí volverán los dos últimos: Villalba proseguirá por ahora al
frente de la Secretaría de Economía del municipio, mientras que Morini dirigirá
la de Promoción Social. El destino de Ombrosi es distinto, ya que forma parte
del grupo de bahienses que acompañarán a Breitenstein a La Plata.
Por ellos asumieron tres concejales suplentes que formaban parte de la nómina
de candidatos en octubre último: Vanina González, Gabriela Bustos Arnst y E.
Matarazzo.
Ante la sumatoria de pedidos de licencia por parte del oficialismo, los
miembros de la oposición en el HCD volvieron al ruedo con sus críticas por la
maniobra. Uno de los cuestionamientos más duros asomó esta vez por el lado del
Frente Amplio Progresista (FAP), cuyo concejal Manuel Mendoza planteó un
eventual caso de incompatibilidades de cargos al referir que el miércoles
recibió una invitación a concurrir a la apertura de la temporada estival 2011-2012
del Complejo Recreativo Maldonado, firmada por Morini como secretario del
Municipio.
Además de los tres casos mencionados, el HCD también aprobó por mayoría un
pedido de licencia de la concejal de Unión PRO Constanza Rivas Godio. El
periodo de licencia de Rivas Godio se extenderá por seis meses, entre el 1 de
febrero y el 31 de julio de 2012.
Bahía Blanca, que supo tener el primer caso de testimonial en 2007 -Federico
Weyland nunca cumplió el mandato de las urnas como concejal-, pasa nuevamente a
pesar en las estadísticas como el distrito que mayor cantidad de concejales
tiene en ocupación de cargos ejecutivos. Toda una definición de la política
local.

Las actas sobre la mesa
Como el reelecto intendente Cristian Breitenstein no concurrió a la Sesión
Preparatoria del HCD a prestar juramento por su nuevo mandato, uno de los
argumentos de la oposición al negarse a dar el visto bueno a su pedido de
licencia al cargo giró en torno a que no se tenía certeza de que lo hubiese
llegado a reasumir.
Por ello, el lunes pasado el concejal de la Unión Cívica Radical (UCR) Roberto
Ursino presentó un proyecto de resolución por el que pretendía solicitar al
Ejecutivo una copia del Acta de Asunción.
El proyecto ingresó al recinto sobre tablas y fue aprobado por unanimidad.
Incluso los miembros del bloque oficialista acompañaron el pedido, ya que “si
bien no existe la obligación de remitir a este cuerpo las actas de
transferencia, que sí deben ser notificadas al Tribunal de Cuentas, no tenemos
inconvenientes en acompañar el proyecto”, según palabras del concejal del FpV
Santiago Mandolesi Burgos.