El Grupo Inquietos es una propuesta que nuclea a estudiantes y ex alumnos y alumnas del Colegio San Francisco de Asís en una iniciativa solidaria, abordando las necesidades de comunidades vulneradas.

El referente del grupo, Matías Peral, indicó que el jueves después de la tormenta lograron coordinar una reunión general para organizar la ayuda al barrio 5 de abril, en donde todo el año realizan actividades solidarias y entregan viandas a 150 personas.

“Decidimos sacar ese mismo jueves un flyer en redes sociales para juntar alimentos no perecederos, calzado y ropa, y, si había, cosas de higiene personal y limpieza para las distintas familias. Nuestro punto de acopio siempre fue la Cervecería Vartöz de Villa Mitre, y la estación Puma de Maipú y Necochea”, expuso.

Todo lo recolectado se repartió en los barrios 5 de abril y Villa Rosario: “Las donaciones llovieron por todos lados, la escuela de al lado de la capilla nos dio una mano, y también el colegio María Auxiliadora, que juntó mercadería y ropa y pasamos a buscar para repartirlas”.

Asimismo, colaboraron con instituciones como Cáritas, Casa Betania y un merendero del barrio Grümbein.

Salud Online Solidaria

La propuesta nació antes de que el Codid-19 llegara a Argentina, de la mano de un grupo de profesionales de la salud de diversos países, con el objetivo de brindar un espacio de orientación y consultoría virtual en forma solidaria, sin costo alguno. Para ello, apelaron a la utilización de herramientas tecnológicas, y desarrollaron herramientas de telemedicina para sobrepasar las barreras de acceso a la salud de los grupos más vulnerables.

El especialista en medicina interna y clínica médica, Magíster en Telemedicina y Salud Digital, Marco Terzo Zani, contó: “Yo vivo y ejerzo mi profesión en la ciudad, además de encontrarme colaborando con grupos que trabajan en ella. Ante la lamentable situación que vivimos por el fuerte temporal, prestar asistencia era natural. La diferencia era que, para lograr el principal objetivo, estar disponibles para quienes lo necesitaran, teníamos que poner una gran cuota de presencialidad”.

“Había mucha gente incomunicada, herida o con enfermedades no controladas que no se podían desplazar y no estaba recibiendo atención. Por eso, además de nuestro habitual canal de comunicación y la atención de nuestro equipo, recorrí los barrios visitando gente y brindando atención de salud”, contó.

En esto fue fundamental la tarea de mucha gente y muchas organizaciones como Calle Belén y Casa Maranathá, que trabajan en la ciudad con situaciones de vulnerabilidad social y consumos problemáticos, que desde la misma noche de la tormenta estuvieron recibiendo, albergando y colaborando con la gente, fueron detectando necesidades de salud y poniendo recursos a disposición para que estas pudieran resolverse. Además, se destacó la actividad de vecinas, vecinos, grupos, comedores, merenderos que fueron un vínculo fundamental para S.O.S.

El principal foco de la organización fue asistir a los barrios periféricos de la ciudad, que son los que tienen más dificultades en el acceso a la salud.

“Este tipo de situaciones son un trauma simultaneo que afecta a una gran cantidad de gente. A la mañana no esperabas nada de esto y momentos después lo perdiste todo. Nos encontramos con una ciudad devastada, necesidades de todo tipo, mucha gente herida, gente sin acceso a elementos básicos, falta de disponibilidad de medicaciones muy costosas de difícil reposición que se perdieron en el temporal. Es muy triste que las personas no encuentren respuestas en los lugares que han sido pensados para ello. Pero somos unos convencidos del valor de las comunidades sanas. Hay mucha gente de bien y las comunidades encuentran las formas de resolver la vida”, concluyó.

Autor: Redacción Ecodías