Un nuevo informe de la Comisión de Usuarios
Testigos fue dado a conocer en el Concejo Deliberante arrojando resultados que
ya no sorprenden: falta de unidades, incumplimiento de frecuencias y coches en
mal estado, entre otras falencias.

El problema más preocupante
que puede ocurrir frente a una situación injusta es el acostumbramiento. Si uno
se acostumbra a sufrir ese problema constantemente no hace más que permitir que
lo que está mal continúe, y que nadie se haga cargo debido a que el problema ya
está instalado y se convierte en algo habitual, normal.
El actual sistema de transporte público ya lleva más de dos años desde su
implementación y lejos está de ser el mejor modelo prestacional de la Argentina
tal como había prometido el intendente Cristian Breitenstein.
Nunca en estos más de dos años hubo una real mejora del sistema, constatación
diaria de los usuarios así como en la lectura de los estudios mensuales que
presenta la Comisión de Usuarios Testigos.
En algún momento el intendente declaró que él no escuchaba tantas quejas por
parte de los usuarios. Difícil que eso ocurra si la mañana la transcurre en su
despacho, y no es capaz de manchar su ropa en uno de los tantos sucios micros
de su empresa preferida: Plaza. Mucho menos esperar indefinidamente la llegada
de alguno.
El diálogo al que el intendente tiene acostumbrada a la ciudadanía bahiense es
a la comunicación que brinda en los medios de comunicación, bien pagada por
cierto que tiene la cuota para que el diario local La Nueva Provincia
reproduzca su visión de la realidad. Entonces, frente a la imposibilidad de los
usuarios de manifestar su descontento -el mecanismo de llamar al 0800 Bahía y
dejar un mensaje en el contestador insume casi dos minutos, y con los actuales
costos de la telefonía celular nadie toma la iniciativa de reclamar en el
momento- ya sea por el estado deplorable de algunas unidades, su extendida
antigüedad, la suciedad, las demoras, los aumentos de boleto, entre otros,
produce ese acostumbramiento y la consiguiente merma en las quejas. A esta
altura, una obviedad: el sistema de transporte público de pasajeros sigue
funcionando mal, muy mal. Es un tema que ya cansa y aburre.

Faltas
Bibiana Dicek, integrante de la Comisión de Usuarios Testigos, dio a
conocer el informe del mes de mayo respecto a los estudios que realizan sobre
el funcionamiento de los colectivos en Bahía Blanca. Las palabras de Dicek suenan
repetidas de todas las anteriores presentaciones: “Siguen faltando unidades,
estamos prácticamente igual que en los meses de marzo y abril. En la empresa Plaza
en los horarios pico de 6.30 a 8.30, están faltando en promedio entre cuatro y
cinco unidades, no es tanto pero es un faltante. Ya para el mediodía y para la
tarde, esta cantidad de unidades faltantes aumenta mucho. Y tenemos desde 94
hasta 103 coches en circulación, es decir que están faltando de 7 a 16
unidades”.
La problemática descripta hace que la gente tenga que esperar, en algunos casos
en las modernas garitas, desde 25 hasta 55 minutos: “Hemos registrado los
controles que hemos hecho en las calles hasta 55 minutos de frecuencia y cuando
el colectivo pasa, al haber estado tanto tiempo sin circular, se llena y no
alcanzan a subir todos los pasajeros con lo cual la situación se agrava y hay
gente que espera hasta más de una hora”.

Se va a la B
Ya en el informe anterior los usuarios testigos se habían quejado por la
implementación de la línea 513 B, la cual nadie había solicitado y su
existencia ocupaba más micros que se necesitaban en otras líneas. Los usuarios
solicitaron su eliminación. Eso no ocurrió: “Lo que no nos explicamos es cómo
si siguen faltando unidades en todas las líneas, sigan circulando coches en la
línea 513 B que realmente para los usuarios es una línea que no tiene ningún
sentido. Lo que planteamos es que esas cinco unidades o cuatro que están
circulando en la 513 B podrían ponerse a circular en las otras líneas como para
paliar un poco la situación y disminuir el faltante”.
Dicek puso como ejemplo el faltante de unidades que sucede diariamente en
líneas como la 502, 503 y 504, y el incumplimiento de frecuencias en la 506,
516 y 518: “Esas son las peores líneas ya que la gente ha esperado mayor
cantidad de tiempo”. Además, Dicek agregó: “Si sobraran unidades y quieren
inventar una línea nueva o inclusive hacer llegar la 513 B hasta Viajantes del
Sur o Villa Hipódromo, nos parece bárbaro pero así como está funcionando ni
tiene sentido”.
Otros incumplimientos se dan por parte de la gestión Breitenstein ya que luego
de publicar en el mes de marzo los horarios y las frecuencias, nunca más
actualizaron la información, incumpliendo lo estipulado: “Y no hay un marco
legal que esté regulando la cantidad de unidades que deben circular por línea y
las frecuencias. Lo que pedimos es que por decreto, o de la manera que sea, se
establezca esto para que la Municipalidad pueda multar a las empresas como
corresponde”.
Dicek diferenció a Fournier de Plaza y Mayo ya que la empresa local, señaló,
funciona de buena manera más allá de algunos problemas, más allá de algunos
problemas puntuales que están solucionando. Incluso, Fournier, informó Dicek,
pone más unidades que las estipuladas en los horarios pico.
Sin embargo, un conflicto que se repite en ambas firmas es el del estado de los
micros: “En Rastreador Fournier hay muchos problemas porque las unidades son
antiguas, no están cumpliendo con la antigüedad que establece el pliego. Plaza
tiene coches en circulación de manera permanente que deberían ser los ‘plantones’
o muletos, es decir los coches de reserva para cuando se rompe alguno y los
tienen circulando de manera constante. Son antiguos y tienen escalones muy
altos, lo cual es otro problema porque dificulta el acceso para las personas
mayores mientras que las personas en sillas de ruedas no pueden directamente
subir al colectivo”.

Monitoreo incompleto
Los estudios de la Comisión de Usuarios se llevan a cabo a través de
verificaciones en las propias paradas de colectivos y mediante los monitoreos
vía GPS en la SAPEN. Sin embargo, esto último se dificulta tanto los sábados a
la tarde como los domingos y feriados ya que esos días el local se encuentra
cerrado: “Nosotros no tenemos la clave sino que la colocan ellos para que
nosotros podamos acceder al GPS. Es decir, en esos días no pudimos realizar
controles, la Municipalidad no los realiza y hemos recibido muchos reclamos de
la gente por esperas del día domingo donde la gente espera hasta más de una
hora”.
Dicek resaltó la importancia de que todos los usuarios del sistema de
transporte tengan acceso, ya sea por Internet o telefonía celular, a toda la
información: “Ver dónde está cada unidad, por dónde está circulando, cuántos
coches…”.
Respecto a las dificultades para el monitoreo, Dicek agregó un dato que merece
ser investigado por quien corresponda: “A veces notamos que cuando abren la
máquina con una clave diferente, aparece más información en la pantalla de la
que generalmente tenemos acceso nosotros”.

Las fallas más frecuentes
En su informe del mes de Mayo, la Comisión de Usuarios Testigos publicó las
falencias más importantes detectadas en el sistema:
Incumplimiento de Plaza y Mayo en la publicación de horarios y relaciones con
la comunidad.
Incumplimiento de Plaza y Mayo de horarios, frecuencias y recorridos.
Plaza y Mayo no agregan refuerzos en horarios pico por sobrecarga de pasajeros
y capacidad colmada.
Plaza y Mayo no realizan a la brevedad el reemplazo de una unidad que se rompe
en su recorrido.
Las empresas no cuentan con la cantidad de unidades en circulación y unidades
de reposición que establece el pliego.
Plaza, Mayo y Fournier no colocan el número de línea en la parte posterior de
todos los micros.
Falta de mantenimiento e higiene.
Carencia, en las tres firmas, de adaptación para personas con movilidad
reducida.
Incumplimiento de Plaza y Fournier respecto a la antigüedad establecida para
las unidades.