El CSU de la casa
de estudios desarrolló el miércoles 5 su primera sesión ordinaria de junio. Se
aprobaron dos proyectos por los que se asignarán recursos provenientes del
YMAD. Además, se ampliaron y modificaron los alcances de uno de los títulos que
otorga el Departamento de Geografía. El camarista y docente Néstor Montezanti
demandó al rector Crapiste y a la decana de Humanidades Silvia Álvarez por la
colocación y permanencia de carteles anónimos que denunciaban su desempeño como
Personal Civil de Inteligencia en dictadura.

El mes de junio comenzó en la Universidad Nacional del Sur (UNS) con la sesión
que el Consejo Superior Universitario (CSU) desarrolló el miércoles 5 y
continuó con la Muestra de Carreras que se estaba desarrollando al cierre de
esta nota. Se trata de la vigésimo primera edición del evento que, esta vez,
adelantó su tradicional fecha para mediados de junio. Al término de su
desarrollo podrán obtenerse más precisiones sobre la concurrencia de
estudiantes secundarios interesados, pero en principio los organizadores
esperaban igualar o superar las seis mil visitas, promedio registrado en las
últimas ediciones.
A propósito de la oferta académica de la UNS, para el viernes 14 estaba prevista
la presentación de la recientemente creada carrera de Licenciatura en Ciencias
de la Educación, cuya aprobación corrió por cuenta del CSU primero y la
Asamblea Universitaria (AU) después.
Y, también vinculado a este punto, la sesión del CSU del miércoles 5 ofreció
novedades. Durante el plenario resultó aprobado un proyecto de resolución que
modificaba parcialmente los alcances del título “Técnico Universitario en
Cartografía, Teledetección y Sistemas de Información Geográfica”, que otorga la
UNS a través de su Departamento de Geografía.
La resolución, que dependerá ahora del eventual aval que le otorgue la AU,
implica una ampliación del campo ocupacional que el título abre, habilitando a
participar en la identificación y análisis de diferentes tipos de usos y
coberturas terrestres registrados en las imágenes obtenidas a partir de
procesos de teledetección por los sensores remotos, colaborar con el diseño de
Sistemas de Información Geográfica, brindar apoyo en la administración de bases
de datos espaciales, asistir en la generación de escenarios de simulación,
elaborar cartografía temática digital, e integrar o brindar apoyo técnico a
equipos interdisciplinarios, utilizar programas informáticos especializados.

YMAD vuelve
Durante el plenario del miércoles 5 fueron aprobados dos proyectos
tendientes a asignar los recursos provenientes de los Yacimientos Mineros de
Agua de Dionisio (YMAD), cuya aceptación provocó en la UNS un debate por casi
un lustro que aún no fue saldado pero que incluyó ya la aceptación de partidas
luego de una votación registrada el año pasado. Los fondos recibidos, según se
estipuló en dicha oportunidad, serían íntegramente volcados a un Programa de
Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, dividido a su vez en dos subprogramas:
de Sustentabilidad Ambiental Universitaria de Investigación y Extensión.
La primera de las iniciativas que vio luz verde el primer miércoles de junio estableció,
por consejo de la Comisión de Economía, Finanzas y Edificios del cuerpo, que al
primero se asignen el 60 por ciento de los recursos, mientras que al segundo se
destine el 40 por ciento restante. Además, el segundo artículo de la resolución
aprobada permitirá que el Consejo Asesor del Programa “presente las tareas y
líneas de acción individuales, que conforman el plan de acción del año 2013, a
medida en que se elabore cada proyecto en el marco de los Subprogramas”.
Por la segunda resolución referida al tema, que también contaba con visto bueno
de la mencionada comisión, aprobó el plan de acción para las tareas de
planificación de parquización y riego en el complejo de Avenida Alem y el
campus de la UNS, proyecto enmarcado en el Subprograma de Sustentabilidad
Ambiental Universitaria. Asimismo, quedaron establecidas como fechas de
presentación de las bases y condiciones para los concursos de ideas-proyecto
los días 3 de julio y 3 de septiembre de 2013, respectivamente, al tiempo que
se dio aval a la asignación de sumas complementarias para dos profesionales que
actuarán como coordinadores en uno y otro espacio. Entre sus considerandos, el
proyecto finalmente aprobado consignó que se pretende “iniciar los proyectos lo
antes posible”. Además, en el caso del campu, detalló que el abordaje del
proyecto debe incluir, “en su fase inicial, una zonificación del área que permita,
entre otras cosas, identificar áreas con remanentes de vegetación natural que
deberían ser preservadas”, y adelantó que “luego de finalizado dicho trabajo se
seleccionarán una o dos zonas para iniciar un proyecto formal”.

Montezanti contraataca
Mientras se demora una definición en torno a un pedido de Juicio Académico
que hace más de un año pesa contra él, el presidente de la Cámara Federal de
Apelaciones y docente de Derecho Néstor Montezanti no se privada de nada, y a
comienzos de este mes demandó al rector de la UNS Guillermo Crapiste y a la
decana del Departamento de Humanidades Silvia Álvarez.
La noticia tomó estado público a partir de un comunicado emitido por el
rectorado, donde se informaba que la demanda surgió por el “agravio” que
Montezanti dijo haber sentido a partir de la disposición en las paredes de la
UNS de carteles anónimos que recordaban su paso por el Destacamento de
Inteligencia 181 del Ejército durante la dictadura. De acuerdo a los registros
oficiales desclasificados por el arma en 2010, a partir de la orden plasmada en
un decreto presidencial, Montezanti prestó servicios como Personal Civil de
Inteligencia (PCI) en los primeros años de la década del ’80. En el caso de
Montezanti, los archivos dados a publicidad por el Ejército contienen un
agravante institucional, ya que especifican que su rol específico era el de
“asesor universitario”. El lunes 20 de mayo, durante el encuentro del
movimiento “Justicia Legítima” que se llevó a cabo en el Aula Magna de la UNS,
el ex fiscal Hugo Cañón refirió que Montezanti “espiaba a los estudiantes, era
espía dentro de la Universidad”. A su lado se encontraban el rector Crapiste y
el fiscal Abel Córdoba, que en su alocución subrayó que la matriz pedagógica
del Departamento de Derecho de la UNS y su consecuente perfil profesional se
ven condicionados por la permanencia de docentes vinculados a la dictadura.
La colocación y permanencia de carteles que ponían de manifiesto su vinculación
con los servicios de Inteligencia de la dictadura hicieron que Montezanti se
sintiera agraviado y víctima de “una cacería de brujas”, por lo que demandó a
Crapiste y a la decana Álvarez. El comunicado en que la UNS confirmó la
existencia de la acción por parte de Montezanti llevó por título “Ajustados a
derecho, no amordazados”, y en él se especifica que la demanda constituye “un
amparo ante diversas expresiones vistas en dependencias de la Universidad
Nacional del Sur, como afiches y carteles, que a juicio del demandante hacen
referencia agraviante a su persona. “En su escrito, el docente Montezanti
sostiene que ‘valores a gestionar por las Universidades Nacionales como la
jerarquización docente, la convivencia pluralista y otros similares,
difícilmente puedan obtenerse tolerando la cobardía miserable de atacar anónimamente
a un miembro de la comunidad universitaria’, actitud que califica de ‘cacería
de brujas’. Por ello solicita la remoción inmediata, y también en lo futuro, de
los carteles referidos a él”, agrega.
Tomando en cuenta la presentación realizada por el ex “asesor universitario” de
Inteligencia del Ejército, “y a fin de evitar perjuicios legales y económicos
tanto a la institución como a sus autoridades”, el texto rubricado por Crapiste
solicita “la colaboración de los miembros de la comunidad universitaria para
evitar en el ámbito de la UNS manifestaciones gráficas de carácter anónimo que
puedan ser consideradas agraviantes para el demandante, independientemente de
la eventual justicia de los reclamos”.
“Queremos dejar de manifiesto que esta medida en cumplimiento de una manda
judicial no nos aparta del camino que esta gestión ha emprendido en la
construcción de la Universidad Nacional del Sur como un espacio donde se
promueve la convivencia pluralista, la participación y la libertad de
expresión. Así como también el respeto de la Constitución Nacional, las leyes
dictadas por el Congreso y los tratados internacionales a los que alude el
accionante, tal el caso de la Convención Americana de Derechos Humanos que en
su artículo 13 proclama el derecho de toda persona a la libertad de pensamiento
y de expresión”, finaliza el documento.